En el primer semestre de 2024, según el último informe elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICRA), el consumo de carne vacuna cayó un 16,7%, alcanzando el nivel más bajo en los últimos 13 años.
De acuerdo a lo que se detalló, en los primeros seis meses del año, el consumo promedio fue de 44,7 kilos anual por habitante, siendo el peor registro desde 2011.
En rigor, consultados por Democracia, desde el sector confirmaron que las ventas en el mercado interno “descendieron notablemente, desde principio de año”. Además, destacaron que hubo un incremento de productos sustitutos, como el pollo y el cerdo.
Desde Carnicería Nené, ubicada en avenida Intendente de la Sota 476, indicaron que “el consumo cayó entre un 20 y un 25 por ciento, comparado con el mismo período del año pasado”.
Respecto a los precios, aseguraron que “en relación a diciembre, bajaron entre un 15 y un 20 por ciento”. “Lo que es cerdo ahora empezó a subir otra vez. Había tenido una suba en diciembre, luego bajó y ahora volvió a registrar otro incremento. En tanto, el pollo es muy relativo; su valor sube y baja”, señaló.
En ese sentido, coincidieron en afirmar que dentro del rubro “todo es oferta y demanda”. “Lo que pasa es que, al aumentar el cerdo y la carne vacuna quedando estable, la gente consume más carne de vaca; y una vez que se frene la venta del cerdo, posiblemente empieza a bajar su precio”, relató.
Sobre el estado del consumo minorista, resaltaron que “se cuenta con una clientela relativamente trabajadora que – más allá que consulte los precios – generalmente termina haciendo la compra, de todas formas”.
El comerciante subrayó que sin las promociones y descuentos el consumo se vería más disminuido. “Los clientes sacan mucho provecho de las billeteras virtuales y de las promociones con los distintos bancos”, agregó.
En esa misma línea, se expresaron desde la Campestre, situada en calle Alberdi 189, desde donde remarcaron que “a principio de mes se trabaja normal y, a partir de la segunda quincena, bajan bastante las ventas”.
“Al no ser parejas las ventas dentro del mes, nos termina afectando en la cadena de producción. Y si bien la clientela se mantuvo, el consumo bajó”, sostuvieron.
Por su parte, Ariel Martiarena, dueño de Premium Carnes – ubicada en Luis M. Firpo 156 – aseguró que la baja en el consumo de carne se debe a motivos estacionales. “Cuando empiece septiembre y los días sean más agradables – con motivo de las temperaturas -, también va a ayudar al repunte de las ventas”, explicó.
“Con los días lindos y de sol, la gente sale más; en cambio, cuando hace frío, optan por guardarse en sus casas. Además, en invierno se cocinan platos más calientes”, detalló.
En su caso, aclaró que los cortes que venden “no son económicos sino premium” y que rondan los $9.000 y $10.000. “Logro vender más rápido los cortes caros – como el lomo, la colita, el asado, el vacío-; mientras que lo más barato, como la carne picada y la paleta con hueso, es lo que más cuesta venderse”, indicó. Y agregó que “lo que más demanda tiene es la bondiola y matambre, que son los cortes más ricos”.
Desde el comercio coincidieron en afirmar que “la gente se apoya mucho en lo que es descuentos bancarios y tarjetas, especialmente la promoción que está disponible los sábados”.
Industria frigorífica
Desde el Frigorífico Juncar, Juan Insaurralde aseguró que “la hacienda en pie marcó un incremento en el precio propio de la época, lo cual intentó subir los precios de la carne, pero el mostrador no lo convalidó”. “Al fin y al cabo, esto es oferta y demanda y si la gente no tiene plata, no lo va a consumir”, agregó.
Otra de las causas que señaló Insaurralde fue que “la carne de cerdo tomó mucha relevancia para el consumo”, porque “está más barata y eso hace que se convierta en una alternativa cierta y palpable para el público en el mostrador”. “Aunque casi todos coincidimos en que cuando tienen la posibilidad eligen siempre la vacuna”, indicó.
Además, el comerciante dijo: “Sin dudas que la caída del consumo fue muy marcada – sobre todo en los primeros tres meses del año – pero actualmente veo que el consumo minorista está con tendencia a estabilizarse. Creo que es cuestión de que pase esta ola de incertidumbre que nos tiene atados a todos y se acomode el bolsillo de la gente”.
Datos de la CICRA
Según la CICRA, en lo que respecta a la producción de carne vacuna, en los primeros seis meses de 2024, la industria frigorífica generó 1,49 millones de toneladas, lo que significó una caída de 10,1 por ciento interanual y una retracción de 168,1 mil toneladas de res con hueso.
En la primera mitad del 2024, un total de 359 establecimientos sacrificaron 6,556 millones de cabezas de hacienda. La comparación con el mismo período de 2023 arrojó un declive de 10,6 por ciento.
En junio, la faena de hacienda vacuna se redujo a 1,027 millones de cabezas, marcando el nivel más bajo en lo que transcurrió de 2024. Al comparar con el nivel de actividad sectorial de junio del año pasado, la contracción fue de 22,1 por ciento.
Precios minoristas
De acuerdo al último informe dado a conocer por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICRA), si se comparan los precios de junio de 2023 con los del mismo mes de 2024, el promedio de las ‘carnes y derivados’ subió un 273,5 por ciento; mientras que el de los valores de los alimentos creció un 287,7 por ciento.
“Ello se explicó por un alza de 287,1 por ciento del precio promedio de los cortes vacunos, por un incremento de 278,4 por ciento del precio del pollo entero y un aumento de 221,8 por ciento de la caja de hamburguesas”, explicaron.
En tanto, la desagregación de los cortes vacunos arrojó las siguientes variaciones interanuales: carne picada común (+312,7%), paleta (+300,9%), cuadril (+284,6%), nalga (+278,3%) y asado (+259,1%).
COMENTARIOS