La inflación, un bolsillo más que flaco, la suba del precio del combustible, las condiciones del tránsito en una ciudad con gran parque automotor y una arteria como Rivadavia que se encuentra cortada desde hace más de un año, son algunas de las cuestiones que influyen en la difícil situación que afronta el servicio de taxis en Junín.
Daniel Giapor, vocal 1° de la Asociación de Taxistas Unidos de Junín, habló con Democracia sobre la complicada actualidad que atraviesan, con aumentos controlados para no perder trabajo y altos costos para mantenerse. Desde el sector, los taxistas destacan la fuerte caída de la demanda.
Viajar en la ciudad “más caro”
“Los aumentos no siempre los volcamos a la tarifa porque sería imposible tomar un taxi para la gente”, aseguró Giapor. “Por eso tratamos de absorber un poco los propietarios. Siempre estuvo en un 7%, un 8 % mensual y luego con la inflación hubo meses que se aumentó hasta un 25%, es una locura”.
Hoy, con una bajada de bandera de 700 pesos y la cuadra en 70 pesos, Giapor entiende que “para la gente es medio alta”. Cabe destacar que la última actualización de tarifa tuvo lugar este mes.
“Hoy el taxi, como dueño, no rinde y como pasajero, es caro”, aseguró.
En ese sentido refirió que “para un viaje por ejemplo desde mi parada en Chacabuco y Posadas hasta el Hospital Interzonal tenemos que hablar de más de cinco mil pesos. Te vas a sacar una placa al Hospital y tenés entre 10 mil y 11 mil pesos de taxi en ida y vuelta. Es una locura”.
Entre los factores que impactan en el valor, aseguró: “Tenemos esos montos porque la ciudad de Junín tiene un problemón. Además de tener un parque automotor muy grande, la arteria principal de la ciudad está cortada -calle Rivadavia-. Por eso se encarece también al cliente”.
Según el referente de ATUJ: “Estamos luchando contra Rivadavia cortada, la inflación, la suba del combustible, con todo lo que se incrementa nuestra herramienta de trabajo, hoy un vehículo es muy caro. Luchamos con todo”.
Hoy es “día por día”
En Junín hay 113 licencias de taxis habilitadas por el Municipio, según indicó Giapor.
“Hoy circulando debe haber poco más de 80, el resto está parado porque no hay trabajo. Si tengo una licencia quiero que trabaje, pero requiere invertir en el vehículo, posible empleado, telefonista. Y hoy tal vez hacés 15 viajes en el día y no te sirve”.
Las paradas de taxis céntricas cuentan con entre cuatro y cinco coches, “pero hoy trabajando desde las 6 hasta las 20 o 21 horas podés hacer entre 30 y 40 mil pesos, y no siempre. Y antes echabas 3 mil pesos de GNC, pero hoy son 9 o 10 mil pesos”.
También destacó que “no es lo mismo realizar un viaje a las 10 de la mañana que uno a las 12 con mayor tránsito. Todo pega en el bolsillo del pasajero y yo también pierdo en que un viaje a Villa Belgrano lo hacía en 15 minutos y hoy tengo media hora o cuarenta minutos”.
“La estamos pasando mal como el resto del país”, aceptó Giapor.
“Antes de la pandemia era muy buen negocio, en mis más de 20 años con el taxi hice un peso, pero hoy estamos al día. Es día por día”.
Entre los fuertes costos a afrontar destacó que “hoy es caro el registro de conducir, la VTV, la desinfección, la libreta sanitaria. El seguro se fue a las nubes.
Para todo lo que aumentó, el taxi aumentó poco”.
Pero reconoció que “el pasajero es nuestro cliente, nuestro amigo, nos toma todo el año, por eso no queremos cargar todo sobre él”.
Poco trabajo
Claudio Da Pieve, taxista de la parada del Sanatorio Junín aseguró que “el trabajo bajó muchísimo y sigue bajando”.
“Incluso en vacaciones bajó más aún y las expectativas son de que levante a principio de mes. Esperamos”, refirió.
A pesar de estar en una zona estratégica, Da Pieve aseguró que “la gente no viaja. No sale”.
La cuestión, para el taxista, es el bolsillo de la gente: “Si mejora la situación de la gente, esto repunta”.
Por su parte, desde la parada de taxis Plaza Alem, Katerina destacó la caída en las vacaciones de invierno y el hecho de estar a fin de mes.
No obstante destacó que en muchos casos depende de la parada de taxis: “Nosotros por ejemplo tenemos muchos clientes mayores que no van a tomar el colectivo”.
A su vez, indicó que “si bien bajó el trabajo, a veces aparece un nuevo cliente”.
Reconvertirse o desaparecer
En cuanto a la normativa en torno al vehículo, cuentan con 15 años de antigüedad.
“Hay colegas que quieren pedir al Municipio una extensión de 5 años para poder tener los taxis en circulación. Hoy tenemos quince años de antigüedad del vehículo, pero tampoco se puede llevar a la gente en carretilla. Por eso hoy nos supera el remis, con autos más nuevos”, señaló Giapor y remarcó que “el remis es particular, los taxis tenemos que pasar por el Concejo Deliberante y el Municipio”.
Giapor señaló a la pandemia como uno de los puntos de inflexión: “La pandemia nos dejó atrás porque no podíamos trabajar, pero los remises si trabajaron. Venimos perdiendo puntos. El taxi tiende a desaparecer. Y cuando en Junín entre una aplicación, desaparecemos todos. Los jóvenes se manejan mucho con el celular. El taxi va a tener que reconvertirse”.
Y agregó: “Nosotros no tenemos como pelear contra el remis. Va a llegar un momento en que nos vamos a tener que poner iguales o desaparecer”, cerró.
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