Comerciantes locales aseguraron que la sequía y la helada produjeron una caída histórica.
Comerciantes locales aseguraron que la sequía y la helada produjeron una caída histórica.
CRECE LA COMPRA POR UNIDAD

Las heladas y la sequía provocaron una fuerte suba de los precios de las verduras de Junín

Como consecuencia de las pérdidas en la producción frutihortícola, comerciantes de la ciudad se vieron obligados a aumentar abruptamente los valores de su mercadería. En algunos negocios, la lechuga y el tomate alcanzan los $5.000 por kilo, mientras que el morrón se consigue a $6.000.

Durante las primeras semanas de julio, se registró una ola de frío polar que se sostuvo por varios días, sin dar tregua y arrojando marcas térmicas extremas en casi todo el territorio nacional. 

Este panorama provocó un gran deterioro en los cultivos, particularmente en las zonas productivas de los cordones frutihortícolas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y del interior de la provincia de Buenos Aires. Ante ese panorama, para la mayoría de los horticultores de Junín y la región, las pérdidas, en algunos cultivos puntuales, fueron totales; y en otros, muy severas.

En tanto, otra de las consecuencias directas del fenómeno climático ha sido el aumento en el precio de las verduras y así lo confirmaron comerciantes locales consultados por Democracia. 

Marcelo Gustavo Contrera, dueño de una verdulería ubicada cerca de la Terminal de Ómnibus, aseguró que “las heladas han tenido un costo alto en la producción”. “Hicieron un desastre y particularmente lo que no colaboró fue que sean varios días seguidos con esas bajas temperaturas”, agregó. 

En relación a cómo repercute los incrementos en los clientes, aseguró que es notable el menor consumo y detalló que “se terminó la venta en cantidad y por kilos”, y que prevalece “la compra de unidades”. Al repasar distintos valores de verduras que comercializa, detalló que “la lechuga está valiendo $5.000 el kilo. El tomate entre $5.000 y $6.000. El kilo de morrón entre $6.000 y $7.000, y el de zapallito está $3.000. Entonces la gente se lleva una plantita de lechuga o un tomate”.

Sin embargo, aclaró que, entre las causas de la suba exponencial de los precios, también está el factor estacional. “El tomate es de verano, no es de invierno. En verano lo compras y es bien rojo por dentro y jugoso. En cambio, estos días, si te compras un tomate te vas a encontrar con algunos que tienen sabor y otros que no”, indicó. 

Por su parte, consultado por Democracia, la verdulería 3 de Febrero remarcó que “los factores de la helada y de la sequía generan que el producto no tenga su debido rendimiento en el campo” y aseguró que “lo sensato” es “no comprar”. 

“Si bien este panorama se debe a motivos estacionales, nosotros dependemos del clima y en este momento nos está faltando calor. A la maduración del tomate le está haciendo falta calor. A mayor maduración, mayor producción”, explicó. Y agregó que “hace un mes atrás pagábamos un cajón de lechugas, $8.000, mientras que hoy sale $30.000. En tanto, el morrón hoy me salió de costo $5.000, lo mismo el zapallito; entonces a la venta está $6.900 el kilo. Actualmente, lo que está más caro es todo lo que te sirve para hacerte una ensalada”. 

Tomate a 50.000 pesos el cajón 

Como referencia de la escalada de precios, desde Mercado 3 de Febrero indicaron que, por ejemplo, un cajón de tomates de invernadero “está costando $50.000; mientras que el cajón de tomate de campo, sale $30.000, pero se te pudre más rápido, porque está expuesto al factor del clima”.

Por su parte, el verdulero Contrera informó que un cajón de tomates de 19 kilos “esta semana costó $70.000, cuando hace 20 días atrás salió $55.000”. 

En la misma línea, desde la verdulería El Vasquito, ubicado en calle España 94, indicaron que “el kilo de tomate está entre $4.000 y $5.000; lo mismo que el kilo de lechuga”. Además, subrayaron que “el tomate proviene del norte del país, de Salta y Jujuy; y que no es temporada ni de tomate, ni zapallito ni berenjenas”. “Se está vendiendo mucha papa y cebolla. El kilo de papa está entre $800 y $1.000”, indicó. 

Por otra parte, remarcó que el cítrico “se vende a un precio económico”, pero que la mayoría de los clientes están optando por llevar unidades y no por peso.  

 

Precios que suben y bajan

Frente al alerta de una posible disparada de precios, los comerciantes destacaron que se debe principalmente a una cuestión temporal. 

“Somos conscientes que esto la semana que viene puede cambiar. Probablemente los precios comiencen a bajar. Hay que tener en cuenta que las frutas y las verduras son los únicos productos que suben y bajan, a diferencia de una carnicería, por ejemplo”, indicaron desde El Vasquito.

De esta forma, se prevé que cuando mejoren las temperaturas bajará el precio de algunas frutas y verduras: “Nosotros recomendamos que cuando un producto está caro, sea reemplazado por otro”, agregaron. “Tampoco se puede comparar con el invierno anterior porque era otra la realidad. Actualmente la gente utiliza mucho la tarjeta y las promociones que tienen. Se cuidan mucho porque son conscientes que no pueden gastar”, subrayaron; y agregaron los titulares de El Vasquito que “en 40 años de estar frente a este negocio, nunca se vio algo así”. 

Para el dueño de Mercado 3 de Febrero, por su parte, “las ventas han bajado en un 50 por ciento, a comparación del invierno pasado”. “Antes me gustaba tener de todo en el local, y ahora prefiero directamente no comprar demasiada mercadería por la caída de las ventas. No puedo guardar la fruta y la verdura, no es un fierro; se me va a pudrir todo”, relató.

En esa misma línea se expresó Contrera, quien sostuvo que “es notable – en el día a día - que la gente no tiene plata”. “Nosotros, además, tenemos gastos fijos en el local - como los impuestos y el alquiler - que no se fijan si hay heladas o si la lechuga o el tomate no se vende. Para las verdulerías todos los inviernos son duros porque no tenés variedad”, concluyó.

COMENTARIOS