En el corazón de Junín, una ciudad conocida por su tradición y riqueza cultural, un talentoso bandoneonista dio un gran salto hacia la escena internacional desde hace varios años. Andrés Cáseres, cuyo nombre ya resuena en cada rincón de su ciudad natal, volvió a emprender una emocionante gira por Europa, llevando consigo el espíritu del tango argentino.
Acompañado por la renombrada cantante de tango, Manuela Cortelezzi, juntos han conquistado los escenarios del viejo continente, difundiendo la pasión y melancolía del tango en cada nota y cada verso. Esta es la historia de un viaje que promete dejar huella en el panorama musical europeo y enorgullecer a toda una comunidad.
“La gira surgió porque mi amigo Alain Gouello de Francia me contactó para venir a tocar. Vinimos unas semanas antes para aprovechar el viaje e iniciamos la gira por otras ciudades, antes de llegar a Francia. Él me sacó el pasaje a donde yo quería por lo que armamos una primera parte de la gira con Manuela Cortelezzi”, explicó Cáseres a Democracia, desde el Viejo Continente.
La travesía de Cáseres y Cortelezzi comenzó este mes en Bruselas (Bélgica), donde su talento cautivó a un público exigente y conocedor de la música.
Desde allí, su recorrido ha abarcado emblemáticas ciudades como Basilea (Suiza), y seguirá por Ámsterdam (Países Bajos) y Port Louis (Francia).
“En Francia hacemos el último tramo juntos y, luego, ella regresa, esa sería como la primera parte del recorrido, y después hay una segunda que yo voy a hacer en Bretaña, en el norte de Francia, y luego bajamos al sur y ahí tenemos varias fechas, en la ciudad de Tarbes, y puede haber algo más entremedio, junto a Alain Gouello”, afirmó el juninense.
Cáseres, conocido por su destreza y sensibilidad con el bandoneón, ha logrado transportar a su audiencia a las calles empedradas de Buenos Aires con cada acorde, mientras que la voz apasionada de Cortelezzi narra historias de amor y desamor con una autenticidad que traspasa fronteras.
Esta gira no solo representa un logro personal para estos artistas, sino también una oportunidad invaluable para difundir la riqueza cultural del tango argentino a nivel internacional. Con cada actuación, los argentinos no solo llevan su música, sino también un pedacito de nuestro país, dejando una marca imborrable en cada ciudad que visitan.
Al respecto, Cortelezzi expresó que la gira “un poco se fue armando conforme iban apareciendo las fechas y los amigos que nos abrían las puertas de sus casas. Es un poco eso, de la experiencia de combinar la música con viajar. Si no nos hubieran recibido todas las personas que nos están ayudando hubiera sido imposible en estas circunstancias de Argentina y del mundo”
“La estamos pasando genial, el recibimiento en Bruselas fue muy bueno. En los lugares en los que ya hemos tocado nos piden que volvamos y que avisemos con más anticipación para contactar a otros lugares y a otras personas que tienen locales afines, bares, restaurantes y demás. Están siendo súper cálidos y estamos muy contentos compartiendo”, indicó.
Sobre el recibimiento del público, Cáseres dijo: “Nosotros somos un dúo de voz y bandoneón y la gente acá la verdad es que muy bien, nos aplauden, nos contactan para hablar, así que estamos bien recibidos, en ese sentido estamos contentos y la estamos pasando muy bien”.
Por último, la cantante afirmó: “En Bélgica, donde hay dos idiomas, hemos podido comunicarnos, como que usamos todas las herramientas que tenemos, hablamos español, portugués, inglés, hemos intentado hablar con el escaso francés que contamos, o sea nos hemos ido comunicando con todas las herramientas que tenemos y siento que lo hemos logrado”.
“La gente queda fascinada con Andrés y el bandoneón. Se acercan muchas personas a hablarle, a preguntarle, y a mí también, gente del mundo del tango, y bailarines. Están interesados en que nos conectemos con milongas porque les gusta la música en vivo y están muy interesados en el tango, en aprender a bailar”, subrayó.
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