En las clases de Cerámica de Diseño asiste un público muy variado.
En las clases de Cerámica de Diseño asiste un público muy variado.
FUERTE INCREMENTO TRAS LA PANDEMIA

El boom de los talleres de cerámica en Junín y los beneficios asociados a la salud mental

La ancestral práctica consiste en un arte de moldear figuras, pero también fomenta la estimulación cognitiva y emocional. Democracia dialogó con cuatro artistas locales que dictan clases y brindaron detalles del furor de esta actividad.

En un presente donde la conectividad y lo digital gana protagonismo, cada vez son más las personas que buscan “desconectarse” y que tienen como objetivo, intentar reconectarse con su interior, despegándose de las pantallas. Con esa premisa, una de las actividades más elegidas en los últimos años fueron las clases de cerámica.

“Es la nueva forma adulta de ponerse a jugar, pintar y sacar a relucir nuestra creatividad, o bien, buscarla”, aseguró Florencia Viñales, quien dicta cursos en Flor de Arcilla, desde octubre del año pasado. Según comentó, su proyecto inició como una invitación a sus amigos “a la gorra”, donde les explicó “las formas de construcción básicas en cerámica”. “Fue hermoso”, afirmó. 

“Mi objetivo era enseñarles lo que sé y ayudarles a estar más relajados, a que puedan concentrar su energía en una sola cosa”, indicó Viñales. Y agregó: “En mi propia experiencia, cerámica fue mi cable a tierra, la calma a la ansiedad y el estrés que sufría mucho”. 

Pierina Águila comenzó con sus clases de cerámica, en Orillas Taller, en septiembre del año pasado y se trató de un proyecto en común con una amiga. “Decidimos juntarnos y abrir ese espacio con el fin de difundir nuestros conocimientos y al mismo tiempo como salida laboral para ambas, también contamos con vidriera a la calle dónde exhibimos nuestras producciones cerámicas con venta al público”, contó. 

Al arribo de los alumnos, en el taller, explicó que “se reciben las propuestas que traen y se acompaña durante el momento de la construcción de cada pieza, enseñando distintas técnicas de armado y decoración”. Ambas coincidieron que la demanda y la popularidad de las clases de cerámica se ha incrementado a partir de la pandemia. Es decir, desde aquel momento, se registró un crecimiento en la cantidad de personas que acuden a los talleres. “Con la virtualidad creció el acceso a tomar clases sin importar en qué punto nos encontramos. Lo digital fue una herramienta para poder acercarse a la información o al oficio sin tener que viajar”, aseguró Águila. 

Por su parte, Georgina Coppola, de Rincón de Barro, sostuvo que, a partir de esa época “el hecho de realizar nuestras propias producciones o regalos, se convirtió en un valor agregado para nuestras vidas; y por eso, muchos lo eligen”. 

Para Águila, el aumento de la cantidad de personas que ofrecen talleres de cerámica está relacionado con la influencia de la Escuela de Arte Xul Solar, donde “año tras año mucha gente se viene formando como técnicos ceramistas y profesores, con orientación en cerámica”. La moda o el boom de asistir a “clases de cerámica” también tuvo su causa, según Águila, “en la difusión que han tenido, en las redes sociales, en este último tiempo”. 

Para María, de Cerámica de Diseño, la pandemia fue un antes y un después para la actividad: “Previo a esa etapa, los talleres eran muy pocos. Y luego, se registró un aumento por el tema del encierro, y por el hecho de que las personas empezaron a hacer trabajos artísticos, manuales, y fueron descubriendo todo lo que podían llegar a ser, es decir, su potencial”.

María es maestra de artes visuales y empezó con la cerámica “desde hace unos 15 años, pero este es el décimo dando clases”, relató. No hay dudas que las ventajas de sumarse a esta tendencia son variadas. Entre ellas se encuentra el aumento de la confianza y de la creatividad individual. 

 

La cerámica como técnica terapéutica

Florencia Viñales sostuvo que la cerámica colabora con el bienestar de la salud mental, porque “es volver a jugar”. “La creatividad a partir de esta actividad no tiene un objetivo o un resultado, sino que es un fin propio que construimos a partir de nuestro juicio”, aclaró. 

La vuelta de las artesanías como un método para contrarrestar el estrés responde a una necesidad de desvincularse de la constante sobreestimulación. De esta forma, ganamos un enfoque más introspectivo y meditativo en la vida cotidiana.

“Nos conecta con nuestros sentidos, con la tierra, con ensuciarnos y que no nos importe, también nos enfrenta a las emociones frustrantes y a nuestro propio juicio. No hay una pieza que quede bien o mal, lo importante es hacer y valorar nuestro resultado”, indicó. 

Para Águila, se trata de una actividad recreativa, “que puede contribuir al bienestar de quien lo práctica, pero no suplanta la terapia con profesionales de la salud”. La relevancia de estas prácticas para la salud mental ha sido tan significativa que la Organización Mundial de la Salud ha recomendado incorporar el arte, las manualidades y las artesanías en nuestro tiempo de ocio diario.

La directora regional de la OMS para Europa en 2019, Piroska Östlin, subrayó que estas actividades son particularmente efectivas en el manejo de condiciones de salud prolongadas, como la diabetes y la obesidad, además de contribuir positivamente a la salud mental.

Uno de los principales beneficios que otorga la cerámica, “es la concentración”, indicó María. Y añadió: “Se requiere de esta cualidad para armar la estructura, la decoración, para lidiar con la minuciosidad y la creatividad. Inclusive necesitás de concentración para resolver alguna problemática que se dé mientras estás haciendo la pieza”. Además, sumó el efecto que la actividad genera sobre la autoestima: “El hecho de ir creando con tus propias manos, de ver los resultados de lo que vas haciendo, colabora en la confianza”, indicó. 

En esa misma línea, desde Cerámica de Diseño aseguraron que “a nivel mental, está comprobado que baja los niveles de ansiedad, y que se pueden trabajar – hasta de manera inconsciente – aspectos personales, como la paciencia, la creatividad, la autoestima y la sociabilidad. Lo super recomiendo”. 

La cerámica permite trabajar, además, lo que es la paciencia y la frustración: “En la cerámica uno cuando pasa por el horno no siempre obtiene los resultados pensados en la cabeza de uno, como también hay veces donde hay que lidiar con que alguna pieza se rompió o se quebró. Es decir, te ayuda a tener una mente más flexible”. 

Continuando con tal relato, “la mayoría de los alumnos entra al taller y se olvidan de todo aquello que queda afuera”. “Ellas pueden venir con un lío terrible de afuera, pero entran y se olvidan del mundo. Por esto mismo de la concentración que requiere”, subrayó María. 

La relación con la cerámica se puede entender como una forma de expresión personal. Al crear piezas únicas y personales, las personas pueden compartir su creatividad y su visión del mundo con los demás. En tal sentido, Viñales asegura que en su taller se puede hacer “lo que cada uno quiera y que las propuestas son libres”. “Trato de que aprendan y que hagan casi todo el proceso por ellos mismos. Amasar bien, practicar si quieren pintar algo específico, preparar el esmalte desde cero”, explicó. 

También puede ser una actividad social y comunitaria, donde se conecta con personas que comparten la misma pasión. “Creo que lo que más caracteriza a la comunidad ‘ceramiquera’ es las ganas de compartir y una humildad que te llena el alma. No hay competencia. Sentís que tenés una familia”, confirmó la encargada de Flor de Arcilla. Y es que la mayoría asiste a las clases de cerámica para buscar desconectarse de la virtualidad, del celular y de la rutina, para volver a conectar con la realidad, con un otro.  

“Hay gente que viene desde el inicio del taller, ya hace diez años. En todo este tiempo hemos pasado el casamiento de sus hijos, el nacimiento de sus nietos. Se genera una red social de contención donde se comparte la vida, tanto las alegrías como las tristezas”, sostuvo María. Y agregó: “El corazón de esto es la cerámica, es lo que lo genera. Pero en el entorno se va tejiendo otra cosa, en el ambiente y en el clima que da esta contención social y humana”. 

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