La actividad económica, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), registró en abril una baja del 8,4%, en comparación al mismo período del año anterior. Si bien en todos los rubros se registran caídas de consumo, uno de los más afectados ha sido el gastronómico, que una baja del consumo de entre el 25% y el 30%.
Junín no fue la excepción y esos números hallaron su reflejo en la cotidianidad de bares y restaurantes locales, tal como lo explicaron, en diálogo con Democracia, referentes del sector gastronómico juninense.
“En los últimos meses, hubo una caída del 25 por ciento aproximadamente, la cual estuvo medida en cantidad de cubiertos”, reveló Fernando Mir, dueño de Andi, ubicado en Remedios de Escalada de San Martín 13. Sin embargo, Mir proyectó un panorama alentador para las próximas semanas: “Tenemos una muy buena expectativa para los meses venideros y, sobre todo, para la temporada estival”. Además, destacó que en los últimos 20 días “se ha vislumbrado una recuperación y mejor ánimo dentro del local”. Consideró que “la locura de los aumentos desmedidos, desproporcionados y especulativos de los empresarios argentinos ya no existen”; y en relación a los costos fijos del local, aseguró que serán soportables “siempre que haya movimiento y si la inflación se normaliza”.
“Nosotros somos positivos, al menos, en nuestro rubro”, indicó Mir. Y agregó: “No estoy hablando de la política en general, porque no estamos ajenos al bienestar de la gente. Pero también es verdad que desde la época postpandemia nuestro sector ha repuntado, y vemos que esa tendencia continúa”.
La etapa de la pandemia fue un gran aprendizaje para el rubro, con motivo del cierre de muchos locales, y ante semejante escenario, han usado todos los recursos que pudieron para seguir existiendo. Luego de esa experiencia, no hay dudas de que están en condiciones de enfrentar cualquier crisis.
En la misma línea, Leandro Lorio, dueño de Olivetto Wine Bar, ubicado en Belgrano 46, también compartió su experiencia. “En el último tiempo, sobre todo durante mayo y junio, y en abril también, nosotros estuvimos con gente. No nos podemos quejar”, aseguró.
Según relató, “la caída principal fue a fines de diciembre y durante la primera quincena de enero”. “Este hecho estuvo relacionado con nuestra actividad, dado que somos un ‘Wine Bar’, entonces en verano generalmente asiste menos gente”, subrayó.
Sin embargo, afirmó que el cuidado en el consumo efectivamente existe: “Por ahí, los clientes se fijan más en los precios a la hora de elegir tal o cual plato, pero en líneas generales, lo hemos tenido con gente al local”.
En cuanto a las tarifas de los servicios fue determinante: “El tema de las subas en luz y del gas se siente, pero con gente en el local se puede afrontar”. Y añadió que “el tema proveedores fue complicado, en diciembre y enero, por el tema de los plazos, pero ya en febrero y marzo, se fue normalizando”.
Por su parte, Juani Zinani, quien está al frente de Tercer Tiempo, situado en Roque Sáenz Peña 440, aseguró que “durante los últimos dos meses, hubo una caída importante del 50%, en los días de semana; y del 30%, a lo largo de los sábados y domingos”.
“Este panorama continúa hoy por hoy, con un leve repunte durante los sábados”, concluyó.
En temporada baja
Desde la Cámara Empresaria Hotelera Gastronómica de Junín (CEHGJ) aseguraron que los primeros meses del corriente año “han sido positivos”. Así lo expresó su presidenta, Yael Bonzanini.
A su vez, resaltó que “de marzo hasta acá se registró una baja del 20 por ciento, aproximadamente, la cual tiene entre sus principales motivos, no solo el contexto económico, sino también la temporada baja para la gastronomía”.
En ese aspecto, destacó que “hubo varias aperturas en el sector”. “La gastronomía es un rubro de crecimiento constante post pandemia en Junín. Dada la circunstancia económica, junto con el área de hotelería, vienen adaptándose hace ya varios años”, indicó.
Según reveló, en estas épocas “los dueños de negocios gastronómicos se deben ajustar un poco más en gastos y ganar, quizás, un porcentaje más chico para poder continuar con la rueda de ventas y así sostenerse”.
Bonzanini advirtió sobre el impacto de la suba de las tarifas de servicios: “Si bien muchos proveedores han mantenido los insumos, y en algunos casos bajaron, los costos fijos de luz y gas, sufrieron un aumento masivo lo que hizo más difícil la situación”. “Desde la Cámara se acompaña dentro de las posibilidades al socio generando convenios para que esta situación no sea determinante a la hora de continuar o cerrar un local”, informó.
Según contó, las personas modificaron su consumo y empezaron a pedir platos compartidos. Además, disminuyó la venta de vinos y postres. “También es una temporada en la que el servicio de delivery crece por las temperaturas”, concluyó.
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