Los medicamentos más utilizados por los adultos mayores aumentaron casi un 170% en los últimos seis meses, según un relevamiento realizado por organizaciones del país que enfocan su mirada en las problemáticas de esa franja etaria.
Una generalización de las patologías -por lo general crónicas- que más afectan a la población de personas mayores incluyen cardiopatías, hipertensión arterial, osteoporosis, diabetes, colesterolemia, deficiencia renal, entre otras.
Gran parte de los medicamentos que tratan esas dolencias vienen sufriendo subas de precios que promedian el 9 % mensual, impactando en uno de los sectores más desfavorecidos dentro de este contexto económico social, como lo son jubilados.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina -CEPA-, la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria -ALGeC- y el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores -Ceppema-, a finales del mes de noviembre se registró una suba promedio del 25,7 %, en diciembre del 40,9%, en enero 13,6%, en febrero 15%, en marzo 8,4 %, en abril al 2,5% y en mayo, del 3,8 %.
En síntesis, el relevamiento señaló que “en siete meses, los medicamentos que las personas mayores utilizan habitualmente remarcaron sus precios en 166.9%, superando ampliamente a la ya elevada inflación de ese mismo período”, que sumó un 142,2%. “Dentro del aumento generalizado del 3,8% en mayo que sufrió la canasta de medicamentos, se destacan la suba del 9,85% en promedio de los 10 medicamentos que más aumentaron. Por encima del promedio se perciben subas mensuales de hasta 27,62”, añadió.
Malek Mechedze, miembro del Colegio de Farmacéuticos Delegación Junín aseguró que “son incrementos por encima de la inflación. Cuando se cobra un salario fijo, o se aumenta un 5%, con una inflación de un 15% eso hace que el salario no crezca y se puede acceder a cada vez menos productos. A lo básico, como comer, comprar algunos medicamentos. Y cuando con el sueldo no se puede convalidar un medicamento, hablamos de un problema grave”.
El incremento
Mechedze cuestionó que “hay ciertos monopolios dentro de Argentina, y la industria farmacéutica es uno, que aumenta los medicamentos independientemente de que los puedas pagar o no. Eso en el mercado no existe. No existe en el mundo porque el mercado va a tratar de que puedas comprar para aumentar las ventas. Solo acá pasa, y sucede cuando se dejan libres monopolios como la nafta, la industria farmacéutica, y van a subir los precios puedas o no pagarlo”. Y agregó: “Está complicado para quien cobra un buen sueldo, imagínate para un jubilado con 200 mil pesos”.
Por caso, el informe ilustra los reajustes en los medicamentos de consumo entre los adultos mayores con una lista de diez marcas que corresponden a remedios de control de úlceras gástricas y esofagitis por reflujo, presión intraocular, obesidad originada por hipotiroidismo, procesos de alteración del metabolismo, trastornos de la ansiedad, infecciones bacterianas de las vías respiratorias superiores, aumento de los vasos capilares e hipertrofia prostática.
Como ejemplos, se mostró que, por caso, la droga contra las úlceras y esofagitis que en abril costaba 10.202,45 pesos, en mayo subió a 13.020 pesos (+27, 62); el tratamiento para la presión intraocular aumentó entre esos dos meses de 23.514,92 pesos a 26.636,71 pesos (+12 por ciento); y el que combate la obesidad producto de alteraciones en la tiroides, de 17.309, 46 pesos a 19.213,52 pesos (+11 por ciento).
Marcas y genéricos
“Lo que se ve siempre en las crisis, es que emigra de un sector a otro. Generalmente cuando la gente tiene abundancia económica elige marcas y cuando hay crisis se vuelca al genérico y a las marcas alternativas”, explicó Mechedze y aclaró que “eso lleva un poco de calma. Si, se puede acceder, tal vez no a las marcas que uno venía comprando, pero si a las que tienen precios más accesibles”.
A su vez destacó que “las marcas que lideran son cuatro, las más caras. Y la gente sigue comprando esos medicamentos. Ahí creo que es una cuestión educativa también. Hay que educar al paciente y hacerle entender que el genérico no es mala palabra”.
Para un dolor de rodilla, un medicamento genérico, por caso el ibuprofeno, “va a resolver el problema”, dijo. “En la mayoría de los casos se pueden utilizar los genéricos y el profesional puede explicarle al paciente”.
PAMI
Mechedze destacó que PAMI sigue funcionando y aseguró que “es lógico después del ajuste al jubilado, porque fue al jubilado. Eso se tiene que compensar. Si no, se lo condena. PAMI tiene que funcionar”.
Y destacó que medicamentos para “presión arterial, diabetes, los oncológicos y HIV, por ley van al 100%, como mínimo un 80%. Está cubierto lo crónico grave. Lo agudo simple, como una sinusitis, en ese caso el antibiótico si es mucho más. El problema es lo que no cubre PAMI”.
Para la gran mayoría de los adultos mayores, en el informe se resaltó que “la cobertura por parte de PAMI resulta esencial”.
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