Todos los días se envían millones de correos electrónicos, mensajes de texto o WhatsApp falsos de bancos, empresas, gobiernos, autoridades fiscales y servicios de salud para tratar de estafar y robar a usuarios desprevenidos.
Los delitos informáticos no son exclusivos de ninguna región, pero en Junín son cada vez más frecuentes. Espor ello que los especialistas recomiendan medidas para prevenir este tipo de situaciones.
Al respecto, el doctor Martín Laius, fiscal del área Ciberdelitos del Departamento Judicial Junín, asegura que los ataques que padecen los vecinos de nuestra ciudad, “en general no son dirigidos”. “Esto se da por la probabilidad de tratar de concretar el engaño. Entonces, arrojan el ardid a mil, dos mil, diez mil personas, y en base a esas chances, es donde consiguen a la víctima. Eso es un ataque no dirigido”, explicó.
Una de las técnicas que se utilizan para concretar la estafa es el Phishing, un delito consistente en engañar a las personas haciéndose pasar por algún conocido o empresa importante para conseguir datos personales, por ejemplo: claves de acceso y contraseñas, números de cuentas bancarias, números de tarjeta de crédito, identidades, etc. Es similar al "cuento del tío", pero se lleva a cabo por redes sociales, aplicaciones, sitios web o servicios de mensajería.
“Muchos optan por crear un sitio web falso que tiende a representar al original en colores, en la URL, en la dirección. Eso también es un ataque no dirigido, porque la víctima en general googlea el banco o la empresa de servicios con la cual quiere contactarse, y estas empresas delictivas colocan anuncios pagos, generalmente en Google, para posicionarse en los primeros lugares y que la gente crea que esa página que van a visitar es la del banco”, sostuvo Laius. Y agregó: "Entonces, nos abre una página que es totalmente similar a la original, nos piden nuestras credenciales y ahí acceden".
Según información del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires, algunas de las excusas que utilizan al momento de contactarse, es para cobrar una asignación social o subsidios, para la acreditación de un premio, para la obtención de nuevos beneficios, entre otras. El objetivo central es captar la atención de la víctima.
Las estafas más frecuentes
La modalidad de estafa virtual que más denuncias sigue teniendo en Junín y en la Región, es el hackeo del WhatsApp. “Este tipo de engaño se concreta cuando nosotros compartimos los seis dígitos iniciales que se necesitan para instalar dicha aplicación, en un dispositivo”, subrayó Laius.
Para concretar este engaño, los ciberdelincuentes simulan ser personal del Ministerio de Salud, de una empresa de servicio, “y nos dicen que nos acaba de llegar un SMS con seis dígitos”, relató. Y añadió: “Si nosotros compartimos ese dato, lo que estamos habilitando es que el atacante, instale mi línea de WhatsApp en otro dispositivo. Si no lo tengo protegido con la autenticación en dos pasos, es decir, si no tengo activado ese factor, solo con esos seis dígitos iniciales habilito a que controle mi WhatsApp”.
Una vez con ese manejo sobre la aplicación de mensajería, el estafador “puede acceder a mis contactos, y con mensajes de difusión, puede empezar a solicitar dinero en mi nombre a un máximo de 256 personas”, indicó. Dentro de esta modalidad, el delincuente puede también, tratar de vender dólares y construir así algún engaño “para que mis contactos crean que me están transfiriendo a mí”, dijo.
Otro modelo de fraude online muy común es aquel relacionado con las compras en redes sociales, a través de perfiles de Instagram o bien, en la sección de Marketplace, de Facebook.
“Esto se da mucho, ya sea que seamos vendedores o compradores. Por eso nosotros recomendamos siempre analizar los perfiles a quienes les compramos, ver la reputación que tienen y utilizar aplicaciones oficiales”, explicó.
Medidas de prevención
Uno de los primeros pasos para evitar caer en fraudes digitales es aprender a identificarlos. Luego, seguir una serie de recomendaciones para proteger toda información sensible que pueda serle útil a los estafadores.
“Antes que nada, tenemos que aprender a ser mucho más desconfiados”, afirmó Laius y explicó: “Nosotros no podemos estar seguros de que el que está del otro lado es quien dice ser. Esa es la primera frase que digo siempre. Los cibercriminales se esconden muchas veces en este anonimato que les permite las redes, usurpando identidades, usando identidades falsas”.
En ese sentido, y durante la interacción digital, recomendó estar en una situación de alerta constante: “Cualquier situación donde me lleve a decir, acá pasa algo grave, ese es el semáforo que me está diciendo que tengo que estar atento”, sostuvo.
En tanto, como “medida genérica”, recordó que ningún representante de entidades bancarias o ministerios públicos, “va a llamarte, a mandarte un mensaje o un mail para que ingresas a un enlace y puedas así, solucionar un problema grave”. “Hay que recurrir siempre a los canales oficiales, a los canales presenciales si están dentro de mi ciudad y a través de eso voy a estar mucho más seguro”, indicó.
¿Cómo actuar ante un cibercrimen?
Las técnicas para engañar son cada vez más complejas, y se van actualizando, por lo que nadie está exento, y cualquiera puede caer. Los delincuentes juegan con la urgencia, el apuro, la desesperación y muchas veces con el desconocimiento de prácticas de ciberseguridad.
Laius recomendó, como primer paso, enviar un correo electrónico al Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires, “a la casilla de denuncias”. “Ahí escriben su nombre, apellido, DNI y relatan brevemente qué es lo que les pasó. Adjuntan, si tienen, comprobantes de transferencia o todo lo que consideran que puede llegar a servir. Una vez enviado eso, la Fiscalía se pondrá en contacto con ustedes”, explicó e indicó que se trata de un método “rápido y efectivo, y sobre todo que no les hace perder tiempo”.
Además, destacó la importancia del tiempo en que se efectiviza la denuncia, el cual termina siendo “vital para la investigación”. “Tardar un día, en ponerlo en conocimiento, implica que ya partimos con mucha desventaja. Ya sea para realizar la trazabilidad de las transferencias de dinero que se hagan, para empezar a pedir los congelamientos en las cuentas de destino”, explicó.
En ese sentido, sostuvo que “el mundo digital es mucho más volátil que el mundo físico”. “Se nos hace muy difícil reconstruir el hecho, si le damos dos o tres días de ventaja. Por eso recomendamos la denuncia lo más rápido posible”, concluyó.
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