Estudiar online ya no es una novedad. Luego de atravesar la pandemia nuevas formas de aprendizaje se fueron incorporando entre los adolescentes. Entre ellas, la de realizar una carrera terciaria o universitaria 100% a distancia. Incluso, muchos comienzan antes de egresar la escuela secundaria ya que algunas universidades les permiten que empezar a cursar materias.
Otros, eligen realizar cursos de capacitación para ir involucrándose en el futuro mercado laboral. Entre los beneficios que resaltan los jóvenes que eligen esta modalidad, se destaca el manejar los propios tiempos, ahorrar tiempos y gastos de viaje para cursar. Además, poder vivir en cualquier parte del mundo, manteniendo aun la carrera a distancia.
En el caso de Vicente Longinotti, tiene 19 años y su objetivo siempre fue jugar al fútbol. Así, luego de pasar por distintos clubes juninenses, le llegó la oportunidad de emigrar a Europa. “Mi primera opción siempre fue el fútbol, pero mi mamá siempre me insistió para que estudiara. Para ella era fundamental. Y yo pienso igual, así que decidí hacer una carrera online que me permita realizar ambas cosas”, explicó el joven que hoy se desempeña en el club Arzachena de Italia y quien cursa la carrera de Periodismo en la universidad Siglo 21, una de las instituciones que brinda este tipo de enseñanza. “Creo que lo mejor fue anotarme para estudiar online. Arranqué en el último año de la secundaria cuando ya sabía que tenía chances de irme a Europa”, relató y agregó “hoy no me veo llevando otro tipo de vida, cursando en una universidad y no manejando mis propios tiempos”.
En ese sentido, Vicente explicó que este tipo de universidad le permite elegir la cantidad de materias que desea cursar y que los horarios para ver las clases y presentar los trabajos los maneja él según su conveniencia, porque son asincrónicas.
“Si querés podés rendir un parcial un sábado o un domingo. Eso lo manejás vos. No hay ningún problema, pero sí representa más responsabilidad porque depende de cada uno avanzar o no en las materias”, reconoció Longinotti y añadió “la única desventaja que le encuentro es el tema de los compañeros, porque al no tener una presencialidad no generás una relación con tus pares. Pero lo suplanto con el ambiente del fútbol y todo lo que realizo en otros aspectos”.
En cuanto a los beneficios de estudiar de forma remota, Vicente mencionó la de manejar sus tiempos y la flexibilidad para poder trabajar o realizar otra actividad en cualquier ciudad del mundo. “Estoy súper contento con esta modalidad, tener mis horarios era fundamental y, además, estudio algo que me gusta. Si mañana por el fútbol me tengo que ir a otra ciudad, sé que puedo seguir mi carrera universitaria si problemas”, reafirmó y agregó “veo a mis a amigos y quizá ellos tienen muchas horas de cursada y de estudio, y si bien aprenden mucho, también dejan de lado su vida social o sus sueños por esa carrera”.
Por otro lado, en el caso de la juninense Ana Tomino terminó el secundario el año pasado y, si bien al principio no tenía elegida su carrera, siempre insistió para estudiar de forma remota. “No me gusta relacionarme con la gente. Entonces, algo virtual era lo más cómodo para mí. Empecé a buscar una carrera que me gustara y me decidí por Gestión de moda”, contó la joven que hoy cursa desde Europa mientras realiza un viaje de placer y añadió “recién ahora le estoy agarrando la mano, pero estoy muy contenta y cómoda con la modalidad”.
En cuanto a la opinión de sus padres, dijo que a ellos les encanta y que no se opusieron porque la conocen y siempre les dijo que no quería ir a una universidad presencial. “Se lo tomaron muy bien, les gusta la carrera que elegí y me apoyan en todo”.
En cuanto a los beneficios de estudiar de forma online, Ana destacó poder disponer de su día y de sus horarios de cursada y estudio según sus propios tiempos. “Esto depende de vos misma, la clase la podés escuchar cuando querés y estudias cuando podés. Tener que ir cumpliendo con los parciales y presentaciones”, explicó y contó que su idea a futuro es vivir en Buenos Aires junto a su hermana y tratar de trabajar a la par “porque la modalidad te lo permite”.
Ahorro de costos
El caso de Jazmín Rubino es diferente. Ella tiene 20 años y vive en O´Higgins. Al momento de elegir la carrera de psicopedagogía en el Instituto Paulo Freire de Chacabuco le dieron la opción de hacer una semana a distancia y otra presencial para evitar el viaje y los costos que eso representaba.
Luego, en el segundo año, la dirección del establecimiento cambió y no les permitieron hacer eso y se convirtió en una carrera 100% virtual para las que no eran de Chacabuco.
“Me sirvió muchísimo porque con el trabajo y todo, no me daban los horarios”, sostuvo Jazmín quien además de estudiar trabaja en la Mariápolis Lía de Junín.
En ese sentido, la joven contó que, a diferencia de otras universidades o institutos que ofrecen carreras online, ella sí tiene horarios de cursada establecidos a los que tiene que “asistir” y dar el presente”. Sin embargo, eso no le representa un problema, porque esa modalidad le ahorra tiempos y costo de viajes.
“Yo tengo horarios y tengo que estar conectada a la clase con la cámara prendida y el micrófono apto para poder hablar; pero al estar en mi casa puedo ir adelantando muchas cosas e incluso trabajar”, resaltó y añadió que la única contra que tiene es el funcionamiento de Internet y el acople de sonido “porque las chicas que están presencial hablan mucho y a veces, cuando las virtuales queremos hablar no nos escuchan”.
Así, aclaró que sólo se trata de u problema técnico fácil de resolver, pero no tiene nada que ver con su aprendizaje. “Me acostumbré a esta modalidad y no me parece mal”.
En cuanto a los vínculos, dijo que tiene su propio grupo de WhatsApp de las virtuales y que también conoce a varias de las chicas que cursan de manera presencial. “Nos ayudamos mutuamente entre todas”, destacó y agregó “si bien tengo que pagar por estudiar, ahorro mucho en cuanto a alquilar un departamento y en viajar”.
En esa misma línea, se encuentra Enzo Rossi. Oriundo de Irala, desde hace varios años vive en Junín para poder jugar en Sarmiento. Así, cuando llegó el momento de elegir una carrera se decidió por una bajo la modalidad online porque no sabe dónde va a continuar su carrera futbolística. “Estudio Comercio Internacional de forma remota y de esa manera puedo seguir jugando al fútbol, porque los horarios los manejo yo mismo”, explicó el joven y agregó “si en algún momento me tengo que trasladar a otra ciudad, sé que voy a poder seguir estudiando tranquilamente”.
Así, mencionó que, si bien se acostumbró a esta forma de estudiar, encuentra como diferencia la comunicación con los profesores. “Quizás lleva un poquitito más de tiempo en obtener la respuesta y, además, no tenés tanta sociabilidad”. Pero, rescata ponerse sus propios horarios y organización, “vos te podés anotar a las materias para las que te veas capacitado y de acuerdo a la disponibilidad”, explicó y agregó “me gusta la libertad que da y que te podés conectar desde cualquier parte del mundo, digamos sólo necesitás una computadora con Wifi”.
En ese sentido, dijo que, si hubiera elegido una universidad convencional, no podía seguir jugando al fútbol por los horarios de las prácticas y de los partidos que, muchas veces, son afuera de Junín. “A veces me toca jugar en Santiago del Estero y tenemos varios días de viaje; entonces me imprimo los apuntes y me llevo la compu para seguir estudiando sin problemas”, aseguró Enzo y confesó que, además, eso les evita a sus padres muchos costos “porque si tengo que volver a Irala puedo seguir estudiando, en cambio en otro tipo de carreras me tendrían que pagar un alquiler o los gastos de viaje que hoy son muy altos”.
Nuevas costumbres
Por último, el caso de Agustín Martínez, de 19 años, es distinto. Ya que desde la secundaria comenzó a indagar en nuevas formas de capacitación y formación profesional de manera autodidáctica. Si bien no estudia una carrera universitaria, el joven realiza cursos de perfeccionamiento. “Estudio todo lo referido al marketing digital y a las nuevas tendencias”, explicó Agustín quien también trabaja de forma remota para una agencia internacional.
“Arranqué en el 2019 con varios videos y después en el 2020 me abrí como una academia de varias personas de Argentina y Uruguay que tienen una agencia de marketing donde brindamos distintos servicios y contenidos”, contó y agregó “empecé a formarme ahí y haciendo otros cursos”.
En cuando a su elección por este tipo de capacitación dijo que “vi que había gente que se dedicaba al marketing digital y vivía frente a la playa, tranquilos. Entonces, dije yo quiero eso”. Y mencionó que realiza reuniones presenciales con su equipo de trabajo en lugares como Villa La Angostura y Córdoba. “No nos reunimos en oficinas convencionales. Sino que hacemos como una especie de experiencias que nos permiten estar conectados desde diferentes espacios”, contó y añadió que, si bien le conlleva mucha responsabilidad su trabajo remoto, lo encuentra beneficios porque “manejo mis tiempos y siento mucha más libertad”.
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