A diario son decenas las personas que realizan en Junín el trabajo de repartir pedidos sobre sus motos o bicicletas. Debido a la situación de inflación y ajuste que atraviesa el país, bajó el consumo en general, y, en consecuencia, el trabajo de quienes realizan la entrega de pedidos.
Así lo expresaron varios de los testimonios consultados por Democracia. "La gente pide menos", y también muchos se ajustan y resuelven de otra manera cómo obtener lo que antes obtenían de manera práctica el delivery.
Entre ellos, Wanderth Morales, que trabaja con Pedidos Ya por las noches y en una pizzería los fines de semana, manifestó que “la situación del delivery está baja con referencia a años anteriores. Hoy en día, el precio mínimo está en 1000 pesos y hay menos repartos que antes”.
“En Pedidos Ya se trabaja por grupos y solo se trabaja de 2 a 4 horas el turno en la noche. Las ganancias generalmente son pocas, ya que hay más repartidores que pedidos”, sostuvo. Y confirmó que “en la pizzería donde trabajo los repartos lo hacemos solo dos personas, pero muchos clientes prefieren buscar el pedido en el local que pagar por el delivery”.
Es que, si bien es habitual que en marzo baje el movimiento, debido al inicio de clases, este abril todavía no se recuperó la actividad que cayó hasta un 40 por ciento, según indicó la asociación que nuclea a los restaurantes locales.
“La baja es muy fuerte, se juntan dos factores, temporada baja y la situación económica actual”, afirmó a Democracia la titular de la Cámara Hotelera Gastronómica de Junín, Yael Bonzanini. Y continuó: “Hay una caída del 40 por ciento de pedidos. Siempre se espera una baja en marzo por el comienzo de clases, pero después repunta un poco, y por ahora no llegó el repunte”. También destacó que en algunos casos el comprador busca evitar el delivery y sale en busca del pedido al local gastronómico, pero remarcó que “la baja se ve en el delivery y en el salón. Se está complicando mucho los días de semana”.
En la misma línea, Daniel Fratamico, del local El Maltés, aseguró que esta situación “se da un poco en todos los rubros. Se nota que hay una caída importante en algunos rubros y el resto es como que se aferraron un poco más a las billeteras virtuales con promos continuamente todos los meses”.
“Más o menos, la caída es de un 30 por ciento en los últimos 90 días. La situación por ahí se revierte los fines de semana y, en la semana, está un poco más tranquilo”, destacó.
En la semana
En relación al consumo en el salón, Andrés Gabrielli, del local Irigoyen, dijo a este diario que “hay un poco de tranquilidad más que todo en la semana. Los fines de semana está funcionando bien, también, a base de promociones”.
Asimismo, destacó que “los días de semana se nota un poco que la gente sale menos, pero dentro de todo lo que es el local, la gente sigue saliendo con el tema de las propuestas de espectáculos como por ejemplo con bandas en vivo. Son todas semanas distintas y hoy no te define el fin o principio de mes”.
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