Tras un año de sequía histórica y un verano complicado a nivel calor y lluvias, la cosecha de maíz y soja avanza con buenas expectativas. Así, los expertos coinciden en que tendrá buenos resultados y que la situación no es para nada comparable al año 2023 donde la falta de agua en los campos fue desesperante y determinante para muchos productores rurales.
“A esta altura estamos en plena cosecha de lo que son los maíces y la soja temprana. En realidad, se está viendo lotes con buenos rendimientos a pesar de haber tenido un enero muy malo”, afirmó el ingeniero Alejandro Signorelli, jefe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Junín y agregó “en promedio se están viendo maíces de 10/11 toneladas y también sojas con 4.000 kilos en promedio”.
En cuanto a las lluvias de los últimos días, planteó que “complican un poco porque le suman humedad al ambiente y para cosechar los cultivos tiene que tener un porcentaje de humedad por debajo del 14%, entonces, estas situaciones hacen que se vuelva más lento el trabajo”, y resaltó que “igualmente son bienvenidas para aquellos productores y ganaderos que sufrieron la sequía y necesitan que el perfil se recupere, y principalmente para lo que son las pasturas, que se siembran mucha ahora, y para almacenar agua para todo lo que son los cultivos de invierno, principalmente trigo”.
En esa misma línea, Andrés Moutous, presidente de la Sociedad Rural de Junín, indicó que “si bien es muy reciente todo, estos primeros rindes son buenos dentro de lo esperado y que recién hay cosechado algo de maíz y muy poco de soja”.
Así, señaló que “es muy reciente como para hacer un diagnóstico, pero los poco realizado está en buenas condiciones” y destacó que “las expectativas, por el momento, siguen siendo buenas. Obviamente hay que ver el resultado final, pero nada es comparable al año pasado, es totalmente diferente. La situación es otra hasta el momento, tenemos que ver cómo termina con todo lo que es maíz tardío y soja de segunda”.
Por su parte, Roxana Franco, presidenta de la Federación Agraria Argentina (FAA) de Junín, aseguró que “se empezó bastante lento con el tema de maíz, que es lo único que estaba y no en todos los lotes, pero sí en algunos puntuales muy secos por esa semana donde estuvimos casi 15 días sin lluvias. Así que se hicieron algunos lotes de maíz con buenos rindes, normales, con una condición de humedad normal dentro de lo que están recibiendo los acopios”.
En esa línea, explicó que la cosecha de soja viene muy retrasada a comparación de otros años y que “antes de la lluvia de estos días, en algunos lotes se podrían haber empezado, pero bueno, eso demoró al menos tres o cuatro días más”.
Así, la dirigente de FAA aseguró que se necesitan cuatro a cinco días de sol y viento para secar y así comenzar a cosechar. “La cosecha de soja, en general, no va a estar hasta por lo menos 20 días aproximadamente”, afirmó.
En cuanto al maíz, dijo que se comenzó con rindes muy buenos y normales dentro de un año que vino bastante mal climatológicamente. “En algunos casos se llegó a 8.000 kilos y en otros casos 10.000 kilos”, sostuvo.
Por último, Aníbal Fernández, presidente de la Sociedad Rural de Lincoln manifestó que en su zona arrancó muy bien, salvo en algunos campos de Martínez de Hoz y Las Toscas donde cayó mucha piedra en la última tormenta y complicó a varios ruralistas. “El resto, viene muy bien, arriba de 10.000 kilos”, en relación al maíz.
“En la soja aún todavía no hay noticias, pero las que yo conozco, por lo menos, son muy buenas. Las expectativas se mantienen”, resaltó el productor linqueño.
Buenos rindes
La cosecha de soja ha comenzado en la región núcleo, evidenciando un panorama mixto que balancea buenos rendimientos iniciales con preocupaciones específicas que afectan a la calidad del cultivo. Según un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, al momento se ha cosechado apenas el 3% del área de soja de primera, con rendimientos que promedian los 44 qq/ha, cifra que resalta las expectativas positivas de los productores. Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos.
Aunque los primeros reportes son alentadores, la retención de hojas verdes y la presencia de hongos en los granos son problemas que comienzan a surgir, especialmente en aquellos lotes más golpeados por recientes olas de calor y por zonas con excesos de humedad. Estas dificultades podrían afectar la calidad final del producto y, por ende, su valor en el mercado.
Por otra parte, el avance de la cosecha muestra un retraso de 8 puntos porcentuales respecto a las últimas cinco campañas, atribuido en gran medida a las condiciones climáticas adversas. Se espera que la generalización de las labores de recolección tome lugar en los próximos 10 días, aunque este pronóstico depende de cómo evolucionen las condiciones del tiempo y los suelos.
La cosecha de maíz temprano tampoco es ajena a los desafíos, con un retraso del 30% en comparación con el promedio de las últimas cinco temporadas. La acumulación de grandes lluvias durante marzo ha dificultado el avance de las cosechadoras, reflejando la misma demora que se observó en la siembra. A pesar de estos contratiempos, los rendimientos reportados se mantienen en un promedio de entre 100 y 105 qq/ha, lo que brinda un vislumbre de esperanza a los productores.
El informe también destaca el impacto significativo que el temporal de marzo ha tenido sobre la región núcleo, con una acumulación promedio de 152 mm de lluvia, cifra que varía entre localidades. Este contraste en la distribución de las precipitaciones deja en evidencia las diversas realidades que enfrentan los productores, desde aquellos que han visto sus cultivos afectados por el exceso de agua hasta aquellos que, gracias a estas lluvias, ven una mejora en los niveles de agua freática y anticipan buenas posibilidades para los cultivos de invierno.
Frente a este panorama, el sector agropecuario de la región núcleo se prepara para superar los desafíos inmediatos, mientras mantiene una visión optimista hacia el futuro. La capacidad de adaptación y la implementación de estrategias efectivas serán clave para maximizar los rendimientos y asegurar la calidad de los cultivos.
COMENTARIOS