En la localidad de Sancti Spiritu se realizó a fines de febrero una nueva asamblea del Comité de Cuenca La Picasa.
Dentro de los puntos claves que se discutieron, se encuentran la “importancia de la acción de una política” conjunta entre provincias y Nación sobre el agua, y el control de ingresos a ese espejo de agua situado en el límite entre Santa Fe y Buenos Aires. Según han denunciado en varias oportunidades, las provincias de Córdoba y Buenos Aires envían aguas a La Picasa a través de canales clandestinos.
Al respecto, el subsecretario de Obras y Gestión Territorial, Federico Sieber, fue enfático en cuanto a que las obras realizadas por particulares y que no fueron autorizadas. “Son clandestinas, y habrá intimaciones para que se vuelva a la situación original”, manifestó el funcionario. Y agregó que se está elaborando un Registro de Infractores en la Provincia de canales clandestinos o ilegales, y serán sancionados todos los transgresores. “Para no estar en infracción, toda obra nueva debe contar con la aprobación correspondiente”, aclaró. Cabe consignar, a la vez, que los funcionarios manifestaron su total aprobación a las tareas realizadas por el Comité de Cuenca.
En primer lugar, durante la asamblea, se expuso y aprobó en forma unánime la Memoria y Balance correspondiente al Ejercicio cerrado el 31 de diciembre de 2023. También, se informaron los asuntos relevantes del Comité Ejecutivo, el convenio de readecuación “Canal Optimización para la Condición de Bombeo Acordada” y permiso de paso en la Alternativa Sur. Además, se informó sobre el estado actual del sistema (reservorios y lagunas; obras ejecutadas y en ejecución; reparaciones de canales y alcantarillas), y acerca del avance actual de las obras que está llevando adelante el Comité de Cuenca La Picasa como la de la reconstrucción de la estación de bombeo en la Alternativa Norte.
Mientras tanto, se hizo mención de otras obras en la zona, como es la que lleva la empresa Cocyar y la “draga” que se está ejecutando en la Alternativa Sur.
Un problema de más de 25 años
El problema de La Picasa data de fines del año 1997 cuando el nivel del espejo de agua ubicado al sur de Santa Fe ascendió notablemente tras un ciclo intenso de precipitaciones, que comprometió en diversos grados las estructuras socio-económicas locales.
El espejo de agua, que ocupaba 1400 hectáreas, creció hasta unas 40.000 hectáreas inundadas. Durante enero de 2022, las lluvias caídas en el sur de Santa Fe, sur de Córdoba y norte de Buenos Aires, sumado a la falta de finalización en las obras que se encontraban en la provincia de Córdoba, generaron un crecimiento inusual del volumen de la laguna, ocasionando su desborde.
La situación empeoró cuando el 28 de febrero, nuevamente, recibió volúmenes de agua mucho mayores a los registrados históricamente, dando como resultado, el desborde de la laguna entre Pichimahuida y El Mangrullo, cubriendo de agua la calzada de la ruta nacional 7 entre los kilómetros 413 y 415.
Nueva planta de bombeo
El Gobierno de Santa Fe, junto al Comité de Cuenca de Laguna La Picasa, a través del Ministerio de Obras Públicas, puso nuevamente en marcha las obras para la reparación de la estación de bombeo en la Alternativa Norte de esa laguna, mediante un grupo de máquinas que se encuentran trabajando a todo ritmo.
El objetivo central es readecuar las condiciones de escurrimiento del Canal de Optimización y la Alternativa Norte, las cuales consisten en poner en funcionamiento nuevas bombas para evacuar los excedentes de la laguna y cumplir tanto con las condiciones de bombeo establecidas, como así también con los metros cúbicos necesarios para que la laguna llegue a la cota de 98,50 metros.
Actualmente, el espejo de agua (ubicado en el límite de Santa Fe y Buenos Aires) se encuentra aproximadamente en una cota de 101,20 metros. Cabe destacar que hoy se encuentra sólo operativa la estación de bombeo en la Alternativa Sur, a la cual no le llega el caudal -debido a la bajante- por lo que no puede desagotar agua hacia General Villegas y Junín.
Con la reconstrucción de la estación de bombeo en la Alternativa Norte, por donde actualmente escurre por gravedad, se busca desagotar el agua de manera mecánica para llegar a la cota 98,50 y que ese excedente también llegue a Junín, a través de la laguna El Chañar, en Teodelina.
Nicolás Mijich, secretario de Recursos Hídricos, comentó: “De manera inmediata, se está llevando adelante la reparación de una parte del equipamiento que tenía la antigua Estación de Bombeo Norte construida a principios de 2000. A través de un convenio firmado junto al Comité de Cuencas de la Laguna La Picasa dispusimos poner rápidamente en funcionamiento los equipos”.
“La realidad actual es que estas estaciones de bombeo, en los últimos años, han tenido escaso mantenimiento. Y se trata de una zona productiva muy importante para el sur de Santa Fe, con un reclamo histórico de los productores y habitantes de la región. Por eso, con la definición del gobernador Maxi Pullaro y del ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, comenzamos con las obras necesarias que ya tienen un avance del 30%, a fin de atenuar las crecidas periódicas de la laguna e intentar controlar los niveles de la cuenca, siempre pensando en evitar anegamientos”, resaltó Mijich.
Respecto a las tareas, el subsecretario de Obra y Gestión Territorial, Federico Sieber, explicó: “Los trabajos consisten en la recuperación de sistemas de flotación, la reparación de 3 motores WEG 270 HP originales de la estación de bombeo, la adquisición de bombas de 6000 m3/h y tableros nuevos para ser acoplados a los equipos”.
Asimismo, el funcionario mencionó que se reacondicionarán canales, construcción y reconstrucción de alcantarillas existentes y excavaciones. También se incluye la ejecución de cabezales de tubos de descarga, análisis de sector de apoyo de balsas y disipador en el sector de descarga como también colocación de bolsones para la estabilización del cuenco.
Las dos salidas a Junín
Cabe destacar que esa laguna desagota por la Alternativa Norte (hacia Teodelina), y la Alternativa Sur (hacia General Villegas).
Por la zona norte, que es el cauce natural, “esa agua viene a través de las lagunas las encadenadas y El Chañar por donde ingresa al nacimiento del arroyo del Salado hasta Mar Chiquita (Agustina) que está diseñado para 15 metros cúbicos”, informaron.
Por la otra banda, “naturalmente cuando hay exceso hídrico, la superficie de Villegas envía agua para La Picasa y luego Buenos Aires permite que ese caudal regrese a través del canal que va a La Salada (distritos de Ameghino – General Pinto) desde donde, por la cañada Las Horquetas, descarga en Junín”, confirmaron.
La última gran inundación
La última gran inundación de La Picasa, al igual que en las lagunas de Junín, tuvo lugar a principios de 2017. La situación en el sur de la provincia de Santa Fe era crítica y el agua crecía un centímetro por día en La Picasa.
Cabe recordar que el terraplén de La Ruta 7, que se adentra unos 10 kilómetros por esa laguna, había quedado "borrado" del mapa, quedando restringido el paso por la calzada nacional bioceánica que conecta Buenos Aires con Chile.
Por el lapso de dos años y medio quedó interrumpida la circulación en esa vía que atraviesa Córdoba y Santa Fe al sur, y Buenos Aires al norte, entre otras provincias. Lo mismo sucedió con el terraplén ferroviario, que permaneció cortado al paso del tren entre 2017 y octubre de 2021.
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