Los cursos de yoga “alivian el estrés y la violencia”, asegura Laius.
Los cursos de yoga “alivian el estrés y la violencia”, asegura Laius.
INSTRUCTORA DE LA FUNDACIÓN INTERNACIONAL EL ARTE DE VIVIR

Un programa de yoga para presos comienza su segundo año en Junín

Yamila Laius inició esta experiencia de voluntariado el año pasado. En una entrevista con TeleJunín, contó que se reinicia el dictado de clases a los reclusos.

Llevar a una cárcel conceptos como “paz mental”, “calma espiritual”, “no violencia” parece a priori un plan muy difícil de concretar en un ambiente muy condicionado por códigos y costumbres que -por lo general- están en las antípodas de esas ideas. Y la tarea se vuelve todavía más ardua si ese aprendizaje va acompañado de “asanas”, las singulares posturas que hacen a la práctica del yoga.

Pero Yamila Laius aceptó el desafío: se metió con el yoga en la cárcel de Junín con la firme determinación de hacer un aporte a los reclusos, pero también a la sociedad en general. “Para mí es un trabajo que les sirve para cuando vuelven a reinsertarse”, explicó la instructora en una entrevista que mantuvo con TeleJunín.

“Empezamos en abril del año pasado, yendo una vez a la semana a darles las clases de yoga. Y a fin de año les dimos el curso de Respiración Consciente, que es un curso de cuatro días, 3 horas cada día. Esta técnica hace que puedas bajar el estrés, la depresión, la ansiedad. Que vuelvas a subir la energía, el entusiasmo, la alegría. Y la verdad que lo recibieron muy bien”, contó Laius, quien es miembro de la Fundación Internacional El Arte de Vivir.

Insistir a pesar de los tabúes

La instructora no eludió en la charla referirse a las resistencias que debió vencer con su propuesta. “No es tan tabú como antes, pero es un poco... Pero por suerte pudimos armar un grupo de yoga, unificado, que logramos mantener durante un mes para así darle continuidad al curso”, contó a TeleJunín.

Los resultados y las respuestas de los reclusos fueron más que alentadoras. “Cuando les preguntás después de una clase cómo se sienten, si ven alguna diferencia, responden 'sí, sentí libertad'. Sienten un cambio instantáneo, un alivio tan grande que llegaron a compartir que se sintieron libres por un ratito. Pero un interno me dijo una vez ´me fui por dos años'. Es que al trabajar con la respiración se puede recordar y sentir realmente lo que era tener tu mente descansada. Así que fue una experiencia increíble, que lo va a seguir siendo: volvemos ahora, después de tomarnos vacaciones en el verano”, explicó la profesora de esta disciplina física, mental y espiritual que surgió en la India hace nada más ni nada menos que 35 siglos.

En estos días, Laius y su grupo retoman este trabajo que hace con el sello del voluntariado. “Que puedan tener ese alivio, esa paz adentro del penal es muy, muy importante. Y creo que es un trabajo que les sirve para cuando recuperan su libertad. Hablando con autoridades del penal, les expliqué lo importante que es que nos dejen como voluntarios ir a darles clases a los reclusos, porque todos queremos que salgan con herramientas, con algunas mejoras para reinsertarse en la vida social, más allá de los muchos cursos de oficios que reciben en el penal. Si no, ¿para qué están las cárceles?”, reflexionó.

“La clave es calmar la mente”

Los cursos de yoga, de respiración consciente y de meditación que Laius también dicta de forma particular en su propio instituto, logran el objetivo de “aliviar el estrés y la violencia en la sociedad”. ¿Cómo? Lo explica así: “La clave es calmar la mente. La persona puede hacer lo que quiera de su vida, tener cualquier trabajo, tener familia, no tener familia, vivir donde quiera: en el mar, en la montaña... pero si su mente no está en calma, va a ver la vida de otra manera. No es que justamente la puedes ver gris, negra... pero tener la mente en paz es lo que hace que tu vida se transforme. Tu mente puede ser tu mejor amigo o tu mejor enemigo”.

¿Cómo se logra esa amistad? Laius asegura que “la clave es la respiración consciente. Nuestra respiración tiene el poder de hacer que la mente vuelva al momento presente.

Nuestra mente viaja sola: se va al pasado y te genera angustia y culpa; se va al futuro y genera ansiedad. Y no está acá, donde estás vos, donde está el cuerpo físico. Entonces lo que hacen estas técnicas es hacer que tu cuerpo físico se alinee con tu mente y con tu espíritu, alma, o como quiera llamársele, ese algo más que está ahí. La respiración consciente es ese canal que hace que esté todo junto”.

Con los reclusos, el trabajo de Laius se enfoca en corregir patrones de conducta adquiridos. “Si durante su infancia y adolescencia, la persona respondió a la violencia con violencia, es muy difícil salir de ahí sin estas técnicas. Lo que hacen las meditaciones y la respiración consciente es empezar a limpiar esas impresiones. Entonces podés lograr que un día ante un grito o violencia no respondan del mismo modo; que ese patrón de la mente ya no esté y funcione de otra manera. Así que es súper importante para ellos, y para toda la sociedad en realidad. Es un gran regalo que podamos seguir trabajando ahí”.

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