En la provincia de Buenos Aires se experimenta una considerable caída en las ventas de medicamentos, que las entidades del sector estiman en el orden del 15 por ciento, según indicó el Colegio de Farmacéuticos bonaerenses. Al respecto, la principal razón esbozada es el fuerte incremento que tuvieron los remedios en el último año, que alcanzó el 320%, aún por encima de la inflación registrada.
Al ser consultado por Democracia, Atilio Villani, presidente de la Filial Junín del Colegio de Farmacéuticos, reconoció una baja general en las ventas ante la suba de los precios de los medicamentos.
Cabe recordar que Villani ya había expresado su preocupación por el incremento que registraron los precios de los remedios en los últimos meses, al mismo tiempo que se habían agravado los problemas con las obras sociales, como IOMA y PAMI.
El directivo afirmó que el incremento de precios era “una barbaridad”, aunque aclaró que no había faltantes de remedios. “Se consiguen, pero sabemos que, por los precios, está complicado", señaló el profesional.
Consultado sobre si la gente acudía más que antes a la compra de genéricos más baratos, el farmacéutico local apuntó que, si bien era cierto que estaba creciendo la aceptación de los genéricos, los consumidores todavía preferían la marca.
Vale aclarar que el medicamento genérico lo es por el nombre de su droga y no por su nombre comercial. Es igual a un medicamento de marca registrada, tanto en la dosis, seguridad, concentración, vía de administración, calidad, rendimiento y uso previsto.
Por su parte, la farmacéutica Sandra Chiesa también se refirió a la baja en las ventas de medicamentos “como pasa en otros rubros, como en el supermercado”, enfatizó.
“El ajuste lo están haciendo todos, impacta no solo en la farmacia sino en el hogar. La plata no alcanza y los medicamentos están muy caros”, dijo.
En tal sentido, una de sus consecuencias es que se observa una tendencia a llevar fraccionados, es decir, tiras en lugar de cajas, y hasta se pide por unidad.
Los progresivos aumentos
En noviembre último, en el marco de una convocatoria conjunta hecha por las cámaras que agrupan a los dueños de farmacias, se reunieron representantes de más de cuatro mil comercios del rubro de todo el país.
En aquella oportunidad, el encuentro fue organizado por la Asociación Propietarios de Farmacias Argentinas (ASOFAR), Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF) y Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la República Argentina (AFMSRA) a raíz de la preocupación por la baja en las condiciones comerciales de compra de medicamentos.Explicaron que la rentabilidad de la farmacia estaba relacionada con un sistema de descuentos acordados entre laboratorios y droguerías, los cuales, a partir de diciembre, de manera inconsulta iban a reducirse significativamente, disminuyendo injustificadamente la rentabilidad de las mismas.
En enero se supo que los precios de los medicamentos aumentaron casi 100 puntos por encima de la inflación.Según un informe del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar), entre enero y diciembre del año pasado el valor de los remedios más usados aumentó 319,1%, casi 100 puntos por encima del índice de precios al consumidor (IPC) que brinda el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Estos incrementos de precios por sobre la inflación "no sucedían desde 2019", cuando se registró una inflación anual de 53,8% y una escalada del valor de medicamentos de 111,9%, señaló Ceprofar en un comunicado.
En tanto, en el último bimestre del año pasado (del 1 de noviembre al 31 de diciembre), "el aumento promedio en medicamentos fue del 90%, superando el 100% en algunos casos de medicamentos muy usados", señaló la entidad.
Además, contempló que en noviembre-diciembre de 2023 ya no regía la regulación de precios a través de acuerdos entre el Gobierno y los laboratorios, regulación que fue finalizada el 31 de octubre último.
La atención
Ceprofar manifestó que "con este nivel de incrementos, resulta preocupante la posibilidad de problemas en las coberturas a través de las obras sociales, que tienen sus ingresos en relación a los salarios de sus afiliados".
"También preocupa la posibilidad de que se vea afectada la entrega gratuita de medicamentos a través del PAMI, que hoy beneficia a nueve de cada 10 jubilados", agregó.
En este sentido, en el informe se advirtió que "se observan grandes diferencias entre los precios de distintas marcas en medicamentos muy usados, como omeprazol (antiulceroso), losartan (antihipertensivo), clopidogrel (antitrombótico), paracetamol (analgésico), ciprofloxacina (antibiótico) ibuprofeno (analgésico), salbutamol (broncodilatador) y enalapril (antihipertensivo), entre otros".
"Esto se explica por el bajo cumplimiento y deficiente difusión de la Ley 25.649 de prescripción por nombre genérico y por la inclusión de marcas comerciales en las recetas, en favor de las marcas más costosas, sin fundamento", adjudicó la entidad farmacéutica.
Descontento por la desregulación
Malek Mechedze, del Colegio de Farmacéuticos de la Filial Junín, al ser consultado por TeleJunín habló del descontento que había en las distintas asociaciones de farmacéuticos respecto al DNU impulsado por el Gobierno nacional. “Estoy en un grupo de farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires y, si bien por ahora el DNU no tiene efecto en territorio bonaerense, sí hay creciente preocupación a nivel nacional”, dijo.
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) presentó una medida de amparo para frenar el DNU en relación a los puntos donde hace referencia a la desregulación de los medicamentos, para ponerlos como bienes comerciales que se puedan vender en los kioscos, estaciones de servicio, etc.
“Se pretende desregular algo que actualmente está muy bien regulado, no es deficitario. En este caso, desde que se produce el medicamento hasta que llega a la farmacia y se entrega es un modelo a nivel mundial, no hay nada acá que venga ‘tambaleando’ o que sea deficitario. Y se asegura la eficacia del medicamento a la hora de la toma porque está bajo la mirada de un profesional, el farmacéutico”, explicó.
Mechedze aclaró que en la provincia de Buenos Aires el DNU de Milei no aplicaba porque tenía la facultad de aplicarlo o no. “A pesar de esto, vemos que se abre un poco el juego, favoreciendo a una reconocida cadena comercial para que se instale en la Provincia”, acotó.
Aclaró que más allá de que exista la compra ilegal, como puede ocurrir con otro tipo de productos, en el caso de los medicamentos el comprador se ponía en riesgo, por lo cual debería ser controlado por las autoridades sanitarias.
Respecto a la prescripción por genérico, Malek dijo que esto daba la libertad al paciente a poder elegir, de no quedar condicionado por una marca comercial, ya que la industria solía influir para que se prescribieran ciertas marcas. “Es mejor la objetividad médica y que el paciente pueda elegir”, apuntó.
Otro punto que objetó del DNU es la prescripción de la receta. “Cambia la prescripción de la receta porque deja solo la electrónica, cuando no veo el problema que coexista la electrónica con la manuscrita. De hecho, te agarra un problema como el que ocurrió en Bahía Blanca, que te deja una ciudad sin luz, y ¿cómo hacés la receta?”, advirtió.
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