El estilismo de moda es una disciplina que se encarga de la selección y combinación de prendas, accesorios y maquillaje para crear un estilo visualmente atractivo y armónico. Su objetivo principal es transmitir una imagen coherente y representativa de una marca, persona, editorial o evento.
Liliana Esther Verano es una persona que se abocó al desarrollo dentro de este rubro y logró ganarse un lugar en Junín.
Recurriendo a la frase popular de una reconocida actriz. “Como te ven, te tratan. Si te ven mal, te maltratan; y si te ven bien, te contratan”. Parece una frase soltada con humor, pero esconde su verdad y Verano lo sabe.
“El cabello es el símbolo más importante para la mujer. Una persona puede estar súper bien vestida, pero si se ve mal con el pelo, está desprolija. Un pelo bien arreglado cambia totalmente la apariencia de la persona. Es importante destacar distinto tipos de cabellos a los rostros, estilos de vida, profesiones. Hay variedad de personas a gustos y características”.
Infancia
“Nací en Teodelina, donde tenía una mamá peluquera en un barrio medianamente céntrico. Hice la primaria y secundaria allá y coseché muchos amigos que son importantes para mí. Cuando terminé el secundario, al no tener las posibilidades económicas de crecer ahí, decidí venirme a Junín”, introdujo Verano.
Y contextualizó: “Mi padre era paisajista, se dedicaba a arreglar las plazas de Teodelina. Saqué la parte artística de ambos: uno se dedicaba a arreglar la imagen de las plazas y el otro se dedicaba a arreglar la imagen de la cabeza”.
Sus padres fueron sus pilares iniciales de quienes resalta “los valores” que le inculcaron en su crecimiento. Sin embargo, su descubrimiento sobre el gusto de la estética llegó décadas después.
En tal sentido, indicó: “Nunca pensé en ser peluquera estando en el secundario. Sí me gustaba mirar y aprender, pero no lo pensaba. Lo descubro a partir de los 22 años, ahí me empezó a gustar la estética, todo lo que aggiorna a una mujer”.
“De hecho, hice otro tipo de cursos como estilismo o asesora de imagen. Todo me llevó a lo que estoy haciendo. Ser peluquera solamente no me conformaba si no sabía complementar con otro tipo de cosas”.
De forma consecuente, comenzó a dar sus primeros pasos pedagógicos en nuestra ciudad. “Fui a aprender peluquería y empecé en 1985 en un lugar pequeño en calle Italia”.
Desarrollo
Ningún comienzo es fácil y Verano lo sabe. “Pasé por siete peluquerías en todo Junín. Fui creciendo con mucho esfuerzo y sacrificio: con cimientos fuertes porque cuando estamos arriba podemos sostener lo que hicimos en mucho tiempo”, consideró.
Y continuó: “Me fui perfeccionando, con humildad, y fui viendo hasta dónde podía llegar. Competí conmigo misma y fui creciendo, a medida que se me fueron dando oportunidades”.
Una de esas oportunidades no mencionadas fue la de la marca L'Oreal, empresa francesa de cosméticos y belleza, en la cual es socia técnica. Allí recibió capacitaciones y pudo pulir distintos aspectos del rubro.
“Las francesas llevan el cabello más corto y natural, mientras que acá, en Argentina, parece que queremos ser todas rubias”, detalló acerca de la diferencia entre la imagen de ambos países.
“Me dedico a instruir peluqueros que usan la misma línea a nivel nacional. También hice un curso para ser internacional, lo que me dio posibilidades de viajar por todo el mundo: Brasil, Corea, Singapur, España, Tailandia, Portugal, Francia, entre otros”.
Con varias décadas de trabajo y reconocimiento, se puede afirmar que ya se ha ganado su lugar a nivel local y regional. Al respecto, comentó: “Liliana Verano es como una marca registrada ya. A veces piensan que es un nombre de fantasía y se impuso. Hay mucha gente que conoce el nombre y no a mí”.
Además, resaltó que le “genera satisfacción porque esto va a seguir más allá de que yo no esté. Hay marcas en Junín que no conocés, pero identificás el lugar y eso es importante”.
Es por ello que, a su lugar de trabajo llamado “Salón Emotion” le otorga un lugar diferencial. “Cuando entrás, está la recepción y luego pasamos a la sala de cortes o tintura. Ahí podés experimentar distintas emociones junto al estilista que te está atendiendo. Podés relajarte, tomar un café, jugar o ir con la computadora”, afirmó.
Y siguió: “Retiramos los espejos para que las personas no estén mirándose y puedan vivenciar otro tipo de emociones. Luego, vuelven a pasar al salón donde están los espejos y, al volverse a ver, se ven lindas. Ahí está la sorpresa”.
Verano no deja nada librado al azar. Es por eso que señaló que “en esa mesa de trabajo la clienta puede relacionarse con otra persona que está en frente a ella. Nos parecía muy importante esa relación humana entre una persona y otra. Va experimentando distintas emociones a través de distintos procesos: lavado o atención”.
Esto formó parte de un proceso hasta llegar a asentarse como tal. Así, todos los días. Sobre su cotidianeidad, compartió que “8.30 entro a trabajar y salgo a las 18. Hacemos diferentes cosas. Es un mundo aparte adentro de la peluquería y no existe otra cosa. Lo hago con mucho amor, más allá de que vivo de eso”.
Una cosa que valoró de todo esto fue a su equipo de trabajo. “Sola, como Liliana Verano, no hubiera podido llegar donde llegué sin un muy buen equipo de trabajo que me apoya para poder crecer y crecemos todos juntos”, enfatizó.
“Me gustaría destacar que es una empresa de la que 14 familias viven de ellas”, destacó sobre el lugar ocupado como institución.
Cuidados para el cabello
Como una especialista en la materia, al ser consultada acerca de algunos cuidados genéricos para el cabello, es decir, algunas recomendaciones que se puedan aplicar para todas las personas comentó que “es fundamental estar asistido por un profesional siempre para saber qué necesita esa persona”.
“A veces miramos en YouTube o vemos que algo le funciona a un amigo, y queremos replicarlo y no es así”, aclaró y recomendó: “No se dejen engañar con los planchados definitivos que contienen formol que eso lo único que hace es derretir el cabello y no poder tener un buen cabello después”.
En la misma línea, indicó que “no todos los cabellos necesitan el mismo tipo de shampoo. De acuerdo a cuál pelo, es un shampoo especial: si es teñido, si las puntas son secas, el grosor, la parte química que tenga hecho. No todos los shampoos son buenos ni malos, siempre para cada caso hay uno adecuado”.
Sobre la imagen que más se usa en la actualidad informó: “En cuanto a lo que son tendencias, hay que decir que cuando es moda ya dejó de ser tendencia. Es usarlo de acuerdo a lo que queda mejor: puede haber con flequillo, cuadrado, rulos. Hay que usar lo que uno quiera, le quede mejor. La tendencia es el estilo propio de cada persona.
“Si nos abocamos a tendencia de moda el cabello se usa de mediano a corto. En temporada de verano se usa cabello con movimiento, no lacios, lo más natural posible”, detalló.
Algo para resaltar es la importancia que tiene el cabello en la identidad de una persona, lo cual no es un detalle menor. No solo para las mujeres, sino también para los hombres. “A medida que pasa el tiempo es una de las profesiones más importantes en este momento. La estética en general fue evolucionando un montón en Junín y en el mundo”.
“El hombre se cuida mucho más y hasta lo hace más que una mujer en algunas ocasiones. Por ejemplo, se va a cortar el pelo una vez por semana. Evolucionó más la estética en el hombre que la mujer”, señaló.
Junín
El camino de Verano no fue ni lineal ni sencillo. “Nunca me sentí foránea, fui aceptada desde el principio. Sin la clientela tampoco se puede hacer demasiado. Agradezco por la aceptación y apertura”, expresó.
Acerca de lo que representa nuestra ciudad la definió como “divina y a desarrollar todavía. Tenemos muchas cosas por hacer. Puede ser una ciudad ejemplar, pero creo que con el tiempo se fue quedando un poco”.
Y resaltó: “Tengo el orgullo de que varios empleados han abierto sus propios locales y eso me enorgullece. Es como ir dejando una semillita en cada uno que entra”.
Por último, al ser consultada por un posible regreso a su lugar de nacimiento respondió: “No estaría en mis planes volver a Teodelina, sí la quiero mucho porque es mi pueblo natal, pero como volver no. En Junín encontré mi lugar, siempre estoy buscando lugares”.
Familia
Además de su desarrollo laboral, paralelamente, logró formar su propia familia. Mi familia me apoyó mucho y posibilitó que haga esto. Son parte de mi crecimiento. Es una profesión que le dedicás muchas horas y estás mucho afuera. Capaz salís de trabajar un sábado y tenés que ir a hacer un curso domingo y lunes”.
En tal sentido, tuvo tres hijas: Brenda, de 38 años, que es nutricionista; Rocío, que tiene 36, y trabaja junto a Liliana en el centro de estética y se ha incorporado a la empresa familiar; y Pía (30) se encuentra viviendo en Valencia (España), y se aboca al trabajo de redes sociales.
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