La suba en el precio de los medicamentos, registrada en los últimos meses, con saltos superiores, incluso, al ciento por ciento, encendió luces de alarma y preocupación en la actividad. En este sentido, Atilio Villani, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Junín, afirmó que el incremento “es una barbaridad”, aunque aclaró que no hay faltantes de remedios.
“Se consiguen, pero sabemos que, por los precios, está complicado", señaló el profesional.
Sobre la situación de las obras sociales, manifestó: "Osecac solo se atiende en la farmacia sindical y PAMI y IOMA están complicadas, el contrato se respeta, pero está a destiempo, es de 2008, con pagos a 30 y 45 días, cuando, hoy, estamos en otro país, es inviable seguir así".
Otra de las problemáticas mencionadas por Villani fue el pago de los "accesorios", categoría donde entran insumos como pañales y otros productos. "IOMA nos debe desde julio esa diferencia, cuando nos paguen no vamos a poder reponer nada, el monto quedó muy bajo. Hoy es difícil encontrar una farmacia que pueda venderle a un afiliado de IOMA un accesorio", dijo. Otra de las complejidades que se presentan es el desfasaje de precios de PAMI, según indicó Villani. "El atraso de los precios es cercano al 70%", sostuvo, y aclaró que "los pagos siguen siendo rápidos".
¿Precios libres?
Tras los aumentos de los medicamentos, que en algunos casos llegaron a picos del 140%, desde el Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CeProFAr) advirtieron que “en ningún lugar del mundo” el precio de esos productos queda librado a la libre juego de la oferta y la demanda, como está ocurriendo en Argentina.
Rubén Sajem, director del CeProFAr, confirmó que según sus datos, la caída en la venta de medicamentos es del 19% por lo que “dos de cada 10 personas no estaría pudiendo acceder a los medicamentos”. A la hora de precisar el nivel de aumentos, a los que calificó de desproporcionados, Sakem dijo que son “de un 90% promedio con picos que llegan al 140%” y por lo tanto “hoy cuestan el doble y un tratamiento para la hipertensión pasó de $35.000 a $70.000”.
Consultado por los consumos de los jubilados y cómo se verán afectados, indicó: “Estamos advirtiendo que como las obras sociales, incluso el PAMI, se nutre de los salarios que aumentan al nivel de la inflación como mucho, el riesgo es que no tenga recursos para seguir con la gratuidad de los medicamentos y su cobertura”.
Al respecto, señaló que “hay que regular el sistema” ya que “en ningún país del mundo pasa que los laboratorios aumentan los precios sin control, como lo están haciendo ahora”. Titular del CeproFAr apuntó que desde Nación “hay una concepción ideológica de que se desregule todo de acuerdo a la oferta y la demanda” a la cual calificó como “equivocada”. Y añadió: “No puede haber una libertad para poner precios por parte de los laboratorios” porque “del lado del paciente no existe tal cosa como la libertad para enfermarse o morirse. Nadie lo quiere, no funciona así”.
Ceprofar también detalló algunos de los medicamentos que experimentaron los mayores aumentos entre noviembre y diciembre de 2023, entre ellos la Amoxicilina (antibiótico) con un 138%, Levotiroxina (tiroides) con un 105%, Clonazepan (ansiolítico) con un 100%, Enalapril (hipertensión) y Losartan (hipertensión) ambos con un 90%, y el Ibuprofeno (analgésico) con un 80%.
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