La suba del combustible, la quita de subsidios, la falta de precios en los repuestos y el aumento en el costo de mantenimiento afecta profundamente a las empresas de transporte de la Región y se avizora como un combo complicado que se suma a la ya difícil situación post-pandemia.
Es que el sector ya se vio muy afectado por las medidas de aislamiento y aún no llegó a recuperar las frecuencias y servicios. En tal sentido, se perdieron horarios e, incluso, algunas localidades quedaron literalmente sin colectivos.
A ese difícil panorama, se suman -ahora- los aumentos de los costos para prestar el servicio y la posible quita de subsidios. Al respecto, Democracia dialogó con transportistas de la Región para saber qué medidas tomaron y cómo se preparan para atravesar los próximos meses.
Entre ellos, se consultó a la empresa Laiolo, que tiene 50 años haciendo el recorrido desde el distrito de General Arenales a la ciudad de Junín y desde Junín al partido de Leandro N. Alem. “Hoy entre el valor del pasaje y el valor del combustible tenemos una pérdida de $10 mil por cada 100 kilómetros. Es un gasto enorme sólo en combustible. Además, hay que evaluar el resto de los componentes del transporte: cubiertas, mantenimiento por el desgaste cotidiano, los repuestos”, comentó Jorge Addad, dueño de Laiolo.
Recordemos que, según el decreto ley 16.378, el aumento de la tarifa del transporte de personas tiene que ser autorizado por el Ministerio de Transporte de la Provincia de Buenos Aires. “Esta semana se hizo un pequeño ajuste, pero estamos esperando que las autoridades provinciales apliquen el aumento. Por otro lado, está la cuestión de los subsidios que se está hablando de que se van a retirar, lo cual agravaría más aún la situación”, señaló Addad.
Por el lado del mantenimiento de las unidades, en cuanto a los repuestos, ocurren dos situaciones: por un lado, se da la falta de cotización o venta y. por el otro, presupuestos muy elevados. “Estamos hablando de cuestiones básicas y elementos de consumo permanente. Todo esto vuelve muy complejo llevar adelante la actividad”, añadió.
En materia económica, el empresario responsable de Laiolo expresó preocupación ante el panorama. “Estamos en contacto permanente con las Cámaras empresariales y otras empresas chicas como Laiolo, que en la Provincia somos pocas porque fueron desapareciendo a lo largo del tiempo. Todo indica que va a ser cada vez más complejo. Veremos qué posición toma el Gobierno Nacional, el provincial y los locales. Hay municipios que están comprometidos con el transporte público, pero depende de cada partido”.
Con seis unidades, Laiolo hace recorridos cortos de 120/150 kilómetros por tramo. “Pasamos por localidades de muy pocos pasajeros, por lo que no hay una abundancia de pasajes. Es una situación difícil. ¿Qué va a pasar en el 2024? Creo que todos nos estamos preguntando lo mismo. Estamos tratando de ver si surgen nuevas medidas, si hay nuevos avances, la realidad es que todo tiende a que se van a frenar mucho todas las actividades, no solo el transporte y en caso de que todo se complique, bajar las frecuencias va a ser inevitable”, reconoció.
En cuanto a este último punto, Addad adelantó que, de no haber respuestas la semana que viene, desde enero habrá reducción de la frecuencia. “Al ser empresas chicas no tenemos peso para gravitar en una definición distinta a la que se tome a nivel general. El apoyo al transporte es muy distinto con respecto al AMBA”, aseveró.
La preocupación, claro está, se repite en otros transportistas. Así, Sergio Mujica, gerente de la empresa Sans, habló sobre cómo se componen los valores de los pasajes. “Una gran parte de nuestra tarifa está conformada por el subsidio y son reguladas por el Ministerio de Transporte bonaerense. Por distintos inconvenientes entre Nación y Provincia, recién estamos cobrando el subsidio de julio, con casi seis meses de atraso”, enfatizó. Sans realiza el recorrido desde Junín, Baigorrita, Zavalía a Los Toldos y desde Junín, 9 de Julio, Carlos Casares a Pehuajó.
Ante la incertidumbre, Mujica insistió: “No sabés qué sistema van a aplicar. Hoy estamos en una situación crítica. Poner un micro en movimiento, teniendo en cuenta todos los costos, neumáticos, reparaciones, pago de terminales, nos sale $1.100 el kilómetro. Y nuestro pasaje de Los Toldos a Junín está a $570, sin contemplar la suba del combustible”.
Desde Sans esperan que pronto haya novedades desde el Ministerio de Transporte provincial. Con 7 unidades en funcionamiento, la empresa de transporte ante esta situación evalúa sacar frecuencias.
“Esto afecta a la gente que no tiene la culpa, tratamos de ir viendo cómo cumplir con nuestros pasajeros”, mencionó. Sobre el final Mujica resaltó que están convencidos de que habrá alguna solución, “porque es imposible seguir operando de esta manera, honestamente, vamos a la quiebra”.
Transporte de larga distancia
En el caso del transporte de larga distancia, las tarifas que se manejan son otras. Lucio Giménez, de la boletería 8 de la Terminal de Ómnibus de Junín, tiene a su cargo la venta de pasajes de Pullman General Belgrano, Flecha Bus, Chevallier, Condor la Estrella, la Costera y Central Argentina, empresas que hacen viajes de larga y también de corta distancia.
“Ya hubo un aumento en los pasajes del 35 al 45%. Subieron un montón. Un boleto de $8 mil pasó a costar $13 mil. En los servicios más cortos, como de acá a Chacabuco, es donde menos se sienten, por ejemplo, pasaron de mil a $1.200”, expresó.
A pesar de que el costo de los pasajes subió, según Giménez, “lo que hacemos es ofrecer un descuento por ventanilla para viajes de larga distancia del 20% al 30%. Para una familia que quiere vacacionar esto es una gran diferencia. Otro dato importante es que de lunes a jueves los pasajes son más baratos porque no hay tanta demanda. A Retiro, Chacabuco, Luján y Moreno estamos vendiendo con un 20% menos también, para el lado de Lincoln, General Pinto y General Villegas. Esta es la única forma en la que podemos vender”.
En cuanto a las frecuencias en estos casos no cambiaron. “Cambiaron después de la pandemia y se dejaron las frecuencias que más se usaban. Ahora, en época de vacaciones y hasta marzo, no creo que haya recorte de frecuencia, de hecho, se agregaron algunos servicios de larga distancia. Es probable que para marzo haya otra suba de precios. Por lo general, en el año, son tres aumentos: diciembre, marzo y julio. En cuanto a la demanda, ahora no vemos que haya bajado, pero creemos que para marzo va a bajar”, aseguró Giménez.
En la misma línea, Mauricio Puerari, responsable local de empresas Plusmar, Andesmar y Cata Internacional, indicó que de momento los servicios están funcionando con normalidad. “Las tarifas a Capital Federal subieron un 27%, a Mendoza, San Luis, San Juan, Las Grutas, Comodoro Rivadavia y Resistencia un 37%”, detalló. Además, explicó que aún es muy reciente para evaluar el impacto del aumento, “se verá en los próximos días”, señaló.
Por las subas
Los comisionistas, también muy afectados
Los comisionistas, si bien no llevan pasajeros, también se ven severamente afectados por la suba del combustible y reconocen que están atravesando un momento complicado.
En tal sentido, desde Transporte José Luis, el responsable de la empresa señaló que de momento siguen igual, “aumentamos la tarifa y con eso nos mantenemos. No vemos que haya bajado la demanda y creemos que de a poco, en seis meses vamos a estar encaminados”. Actualmente tienen cuatro unidades que cubren el recorrido, Junín-Realicó, Venado Tuerto-Río Cuarto, Lincoln-Bragado y Arenales-Lincoln.
Por su parte, Jonatan Fernández (Comisiones Pancho, de Junín) comentó que para ellos la situación está resultando difícil. “La realidad es que se necesita otra cantidad de ingresos para mantener en funcionamiento la empresa. Nosotros hacemos 700 kilómetros por día, se nos complica poder obtener la recaudación necesaria. Hoy vivimos día a día y dependemos de lo que podemos generar”, anunció.
Actualmente tienen tres unidades con un recorrido similar por la ruta 188, desde Junín hasta Bernardo Larroude (La Pampa), pueblo a pueblo. Ante este panorama, en su caso, “la demanda disminuyó mucho, trabajamos con muchas empresas que venden repuestos agrícolas y algunas decidieron no vender. También, hacemos repartos a farmacias y las droguerías bajaron la cantidad de envíos”, subrayó Fernández.
Hasta el momento no se han tomado medidas al respecto. “Decidimos seguir hasta donde podamos, no modificar nada. Los clientes no tienen la culpa. Tuvimos que aumentar la tarifa, pero vamos a trabajar para tratar de mantener el servicio como corresponde”, finalizó el integrante de Comisiones Pancho.
Transporte a los pueblos
Preocupación por los colectivos del partido de Junín
Tal como expuso Democracia en su edición del pasado lunes, la situación del transporte interurbano entre la ciudad de Junín y las localidades del partido está también con graves inconvenientes.
En tal sentido, en diálogo con este diario, José Luis Pepa, conocido transportista de nuestra ciudad que realiza viajes al Balneario, manifestó: “En mi caso, la situación está dudosa, no sé qué va a pasar. Yo voy al Balneario, tengo 8 horarios diarios y no hay agua en la Laguna. Por lo tanto, va mucha menos gente que en otros años. Además, ahora se vino este gran aumento del gasoil, el último de un 37%. A eso se le suman los gastos en el taller para mantener los vehículos, que también se incrementaron mucho. Y los precios de los repuestos son una locura”.
“Siempre la tarifa era el valor de un litro de nafta, pero no lo puedo poner a 800 porque no me sube nadie. Por eso es medio complicada la situación. Y a eso hay que agregar otros aumentos como, por ejemplo, el seguro. ¿Y el aceite? No puede ser que un litro de aceite valga 10 mil pesos. Es una locura”, afirmó Pepa.
Similar situación planteó Cristian, de Transporte Morse, que desde hace 8 años cubre el servicio de transporte de pasajeros a Morse, localidad del partido de Junín. “Veremos a cuánto se irá el precio del boleto. Tengo que hablar con la Municipalidad. En estos momentos el pasaje a Morse sale 1000 pesos, pero se tendrá que ir a 1.300 o 1.400 con los aumentos que hubo del gasoil”, dijo.
“Yo voy a Morse de lunes a viernes, dos horarios a la mañana. Uno prevé aumentar el costo del boleto, pero por otra parte todos los gastos del vehículo son carísimos. Es complicado seguir”, apuntó.
Por su parte, Pablo Lafit, responsable del Transporte Roca, empresa que hace 50 años cubre el trayecto Roca-Junín y viceversa, al ser consultado por Democracia por la situación actual se mostró muy afectado. “No vemos futuro –se sinceró-. No se puede cobrar demasiado a la gente porque no pueden pagar y nosotros no podemos mantener lo que tenemos”.
“Antes no se necesitaba subsidio, pero desde hace un tiempo sí. Y si lo sacan, ¿cuánto le vas a cobrar a la gente? No viaja más nadie. Se juntan dos o tres en un auto y les conviene más. Como está la situación el boleto a Roca debería estar a 3 mil pesos, pero yo lo estoy cobrando 1.500 y no sé hasta cuándo lo voy a soportar”, dijo para acotar que antes se llegó a tener hasta 13 vueltas en el día y ahora se redujo a 6 horarios. Domingos y feriados no circula porque, aseguran, no alcanzan a cubrir los gastos.
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