Según un estudio del Observatorio de Argentinos por la Educación, la matrícula de las escuelas técnicas en el país creció el 20% en diez años. Así, pasó de 591.918 en 2011 a 710.081 en 2020 en todo el país. Además, el crecimiento de la matrícula de las escuelas técnicas (20%) fue mayor al de la secundaria común (11,4%) entre 2011 y 2020. Y tales números se replican en las instituciones de la Región, acompañado con un crecimiento del porcentaje de mujeres en las escuelas.
En el caso de la Escuela Técnica N° 1 de Junín, Antonio Bermejo, Natalia Eusebi, jefa de Taller, explicó que “en este momento tenemos 700 alumnos, de los cuales un 30% son mujeres. Post pandemia tuvimos una decaída de lo que llamamos ciclo superior (cuarto, quinto, sexto y séptimo) porque se dieron distintas situaciones, como familias que no pudieron sostener la doble escolaridad y chicos que a causa de depresiones se han ido”, y agregó “siempre existió el tema de las dobles jornadas en las escuelas técnicas y la carga horaria que demandan, sin embargo, tenemos una muy buena proyección para el año que viene y esperamos a más de 150 ingresantes”.
Cabe destacar que la Escuela Técnica N° 1 de Junín es la más antigua de la Región. Con sus 99 años de vida y una trayectoria sumamente destacable, en la actualidad ofrece cinco tecnicaturas: electromecánica, automotores, electrónica, maestro mayor de obra y energías renovables.
“La pandemia fue terrible porque los alumnos no podían asistir a los talleres. Y eso no hay manera de compensarlo con un trabajo práctico o con un video, por más que tengamos la mejor voluntad”, explicó Eusebi y destacó “la mitad de nuestra carga horaria es práctica y eso es imposible hacerlo en casa”.
A pesar de las secuelas de la pandemia, la jefa de Taller remarcó que “los estudiantes hoy eligen este tipo de escuela por el hacer. La clave nuestra es el aprender en el hacer, a través de un docente guía y del entorno que tenemos o los laboratorios específicos muy bien equipados, que permiten que ellos se acerquen al construir, al desarrollar, al pensar libremente y tener a fin de año muchísimos proyectos”, y destacó que, en el caso de las mujeres, “es algo histórico, la matrícula está creciendo mucho”.
En ese sentido, dijo que “es una escuela que, por sus características y por las tecnicaturas que ofrecía, quizá era más elegida por hombres y resultaba poco atractiva para el género femenino. Sin embargo, hoy los números van en aumento”. Asimismo, resaltó que “el mercado laboral se amplió para la mujer y ahora están acaparando otros rubros. Esto tiene que ver con el cambio de paradigma social en el que nos vemos inversos y en el tener mayor igualdad de oportunidades”.
Por último, en cuanto a las modalidades que ofrece, Eusebi explicó que sumaron la de energías renovables porque surgió la necesidad de ampliar y modernizar las tecnicaturas que teníamos. “Por ahora tenemos pocos inscriptos, porque aún no ven la salida laboral, como quizás se ve en electromecánica, donde ya sabés que tenés todo un mercado esperándote”.
Sentido de pertenencia
En el caso de la Escuela Técnica N° 2 de Junín “Patricias Argentinas”, su director Esteban Beato explicó que ofrecen dos tecnicaturas: programación e informática y que la matrícula está dividida en un 50% para cada una. “En este momento, estamos cerca de 400 estudiantes y esperamos la incorporación de más de 90 más para el próximo año”, resaltó y agregó “la mitad de los estudiantes son mujeres. Eso sorprende porque no es común que en una escuela técnica haya tanta matrícula de mujeres, pero en la nuestra quizá se dé por las tecnicaturas blandas que ofrecemos”.
En ese sentido, Beato aseguró que esa igualdad de género se fue incrementando en los últimos años. “Así como la matrícula fue creciendo, también se fue modificando en cuanto a género en los últimos años”, destacó y agregó “nosotros trabajamos fuertemente en la cuestión del género no solo desde lo educativo sino también a nivel profesional y en el campo laboral.
En cuanto a la elección de los alumnos por este tipo de educación, el director resaltó que “se dan cuenta que el egresado técnico es diferente al de una escuela común. Tiene otras capacidades y otras habilidades que se logran a lo largo de todos estos años. El abordaje, quizás pedagógico es diferente y esa formación técnica, esa permanencia en la escuela y esa manera diferente de trabajar es valorada”, y agregó “trabajamos con proyectos, muchas veces las matemáticas se integran, los docentes planifican articulando y las evaluaciones son colectivas”.
En la misma línea, Beato dijo que “los estudiantes no solo vienen atraídos por la propuesta de la oferta educativa sino también por esta cuestión de la metodología pedagógica, la forma de laburo que la escuela tiene”, y añadió “además, al estar siete años y muchas horas en la escuela se da como una convivencia familiar. Eso da sentido de pertenencia donde se comparten muchas cosas. Los profesores toman muchas horas y pasan muchos años con ellos”.
Salida laboral inmediata
Por su parte, Fabio Rillo, director de la Escuela Técnica N° 1 de Lincoln dijo que en la actualidad cuentan con 294 alumnos, de los cuales un 20% son mujeres. Y para el año que viene tienen un proyectado de 340 alumnos aproximadamente.
“Generalmente tenemos siempre mayor cantidad de alumnos en ciclo básico. Estamos trabajando para que se mantengan en el ciclo superior y lleguen a la tecnicatura”, aseguró y agregó “en cuanto al incremento del género femenino se fue dando porque la escuela, históricamente, tuvo una sola modalidad, que es técnico en electromecánica. Y desde hace tres años, implementamos una nueva tecnicatura que es muy linda y nueva en la provincia de Buenos Aires, que es técnico en energías renovables”.
En esa línea explicó que esa carrera le va a permitir a las chicas tener más continuidad en el ciclo superior. “De todas formas, hoy hay muchas empresas de Lincoln que nos piden mujeres porque son más detallistas y porque las consideran más prolijas para ciertos trabajos”, destacó Rillo.
En cuanto a la elección de este tipo de escuela, Fabio explicó que se debe hacer un paralelo con el contexto socioeconómico del país. “Hace más de 29 años que estoy en la escuela técnica, y soy egresado de la misma y cuando el país pasa por momentos económicos complejos, la familia ve que el alumno quizá no va a poder tener una continuidad en estudios superiores, entonces lo manda a la escuela técnica con la idea de la salida laboral inmediata”, especificó.
En la misma línea, agregó que “nosotros tenemos una gran inserción laboral. El 70% de los egresados de cada año en los meses de diciembre, enero y febrero ya está trabajando.
Y el otro 25-30%, por ahí se divide en algunos que se van a estudiar y otros que en mayo ya consiguen trabajo”.
En ese sentido, dijo que “cuando un chico va a la universidad o continúa su carrera no es lo mismo si sale a una escuela técnica que de una escuela más tradicional” y concluyó “la técnica le aporta gran sentido de lo que es el mundo empresarial y el mundo laboral. Otra organización y responsabilidad. Y, al tener doble jornada durante tantos años, luego no le pesa la carga horaria de una empresa”.
Cubrir la necesidad del sector industrial
La Escuela Técnica N° 1 de Ameghino se fundó en el año 2015. Con solamente una promoción de egresados en tecnicatura en electromecánica en el 2022, en la actualidad cuenta con 150 estudiantes, de los cuales un 30% son mujeres y las proyecciones para el año que viene son muy buenas. “La especialidad electromecánica se eligió en base a un relevamiento ante la necesidad de nuestra zona. Se hizo una consulta a las industrias y a la comunidad hasta que se definió la modalidad”, contó su director, Bruno Zavatatelli.
Al respecto, Zavatatelli agregó “Ameghino es un distrito con un grado de industrialización importante. La escuela viene a cubrir una necesidad en el sector industrial y también de tareas técnicas vinculadas a los domicilios, como electricistas, soldadores o torneros”.
En ese sentido, destacó que, si bien es algo muy nuevo para el Distrito, generó algo virtuoso y beneficioso para toda la sociedad. “Al principio su incorporación costó hasta que se instauró en la sociedad y se pudo visibilizar los beneficios que traía un ciclo técnico”, remarcó Bruno y aseguró “el año pasado quedaron 22 estudiantes fuera del primer año porque no había más lugar en la escuela”.
Así, Zavatatelli explicó que la elección por este tipo de educación no se da por una sola causa, sino por una convergencia. “La dificultad económica de poder estimar con certeza si podés enviar a estudiar a los chicos es un tema. Entonces, acá se otorga un título medio que ya permite el micro emprendimiento”, resaltó el director y agregó “el alto porcentaje se da por vocación, porque cuando el chico hace el recorrido por las secundarias elige una escuela en la que se aprende haciendo, no solo teorizando. Y acá hay una práctica elevada”.
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