DE JUNÍN AL PAÍS AZTECA

Darío Lobato viaja a México para presentar "Huapalcalco la otra mirada"

El poeta juninense partirá a finales de este mes rumbo a México donde recorrerá algunas ciudades haciendo la presentación del último material y brindando talleres. También volverá a los acantilados de Huapalcalco, "ese lugar me cambió la vida", indicó.

"Huapalcalco la otra mirada" el último libro de la autoría del poeta Darío Lobato, que fue presentado hace algunos meses en Junín y ahora será el turno de presentarlo en México durante el mes de noviembre. La obra cuenta con 20 fotografías de los acantilados acompañada de tres poemas cada foto, "el poema pone en movimiento las fotos", destacó el autor. 

El lugar de los acantilados fue declarado como zona de monumentos histórico por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y cuenta con hallazgos que datan de más de 8000 años. Al respecto, Lobato destacó: "El Instituto de arqueología negaba el lugar, ahora reconoció la figura del ojo que se puede apreciar en la montaña, pero no reconoció la figura de la mujer que está en el lugar". 

Según Lobato es un lugar muy particular. "El acantilado ingresa la luz pocos meses en el año , la luz cruza de lado a lado solo el 21 de diciembre de cada año", indicó. Además aclaró que "el acantilado es natural, pero las figuras son una obra de arte hecha por el hombre, lo que sucede en la cueva solo saben los que viven la experiencia de ver ese rostro, esa figura. Es difícil de contarlo, nosotros lo tratamos de describir en poesía". 

Al respecto añadió, "en poesía se puede decir todo, la inteligencia artificial no puede emularla, la poesía maneja el absurdo y no se puede transformar, por eso la biblia está escrito en poesía". 

En sintonía, Lobato destacó que "el lugar te inspira, me gusta ir solo, a veces algo se manifiesta, en ese lugar ocurren milagros, la otra vez hicimos una entrevista con un periodista y llegaron decena de pájaros que nos rodearon, las casualidades en poesía no existen". 

Próximas presentaciones en México 

Darío Lobato se prepara para viajar al país azteca a presentar su libro, allí recorrerá diferentes ciudades haciendo talleres y presentaciones. "Voy a ir a Tebasco a presentar el libro y brindando un taller de descubrimiento de la poesía. Tabasco es cerca de Paraíso, donde se filmó la película Roma. Paraíso está en el sur de México, las playas no son tan lindas como las de Cancún, pero se pesca y se come muy rico, son playas lindas igual y hace mucho calor". 

"Luego iré a Hidalgo, toda la zona de Pachuca. Una ciudad de 600 mil habitantes, también a Tula, varias ciudades voy a visitar". 

Por su parte, en Huapalcalco donde se encuentran los acantilados será el lugar de mayor estadía para Lobato, "me voy a hospedar a 200 metros de los acantilados, la idea es pasar el día completo arriba, subo a la mañana y bajo a la noche, se disfruta mucho, voy a caminar o a caballo, allá leo, disfruto del aire del lugar". 

"Huapalcalco la otra mirada"

Este último libro, según Lobato "se hizo allá en México, las fotos son mías y otras de fotógrafos profesionales". Sobre el viaje, destacó que "cada viaje es diferente, el lugar se manifiesta diferente. Siempre voy a México, hace 17 años.  

Cabe destacar que Lobato tendrá el auspicio de Cancillería Argentina, "ellos me auspician la difusión, pedí presentar el libro en la embajada Argentina, la idea es invitar organismos e instituciones que tengan que ver con el Instituto de Arqueología y la embajada de México. Ya me han auspiciado otros eventos". 

“Huapalcalco es fruto de la pura inspiración que me despierta ese lugar. Siempre digo que para escribirlo tuve que seducir a las piedras, tratarlas como si fueran una mujer”, comenta Lobato, para quien aquel milagro de la geografía ubicado en el estado mexicano de Hidalgo asoma como lo más parecido a su “lugar en el mundo”. 

“Huapalcalco me cambió la vida. En ningún otro lugar encontré lo que encontré allí”, insiste. “Tampoco en Junín”, admite, aunque al mismo tiempo confiesa que se ha llevado “gratas sorpresas” a la hora de establecer una conexión con los lectores coterráneos. 

“La cultura de Junín es muy amplia y está lleno de muy buenos artistas y excelentes lectores. Muchas veces he cometido el error de subestimar y al final del día me he llevado grandes y muy gratas sorpresas”, señala.

El misterio de Huapalcalco 

Otro de sus trabajos más importantes, "Huapalcalco, secreto de asombro", también fue presentado en México durante otro viaje, país que cobija a ese pequeño pueblo tan enigmático. “En este libro están plasmados algunos hallazgos poéticos y otros arqueológicos, aunque yo no los nombro así. Eso ya será tarea de la ciencia”, señala. 

Se refiere al perfil de un ojo sobre el acantilado, que se alza detrás de las ruinas de Huapalcalco, que quedó inmortalizado en una de sus fotografías. Meses después, su descubrimiento se volvía uno de los más importantes de los últimos tiempos. 

“Estas ruinas están ubicadas cerca de la localidad de Tulancingo y el ojo que descubrí es parte del rostro de una leyenda, de una bella mujer que reinó allí hace 4000 años. Llegué a Tulancingo en 2007, por un encuentro de escritores y desde entonces voy todos los años”, explica. 

Los premios, en segundo plano 

La obra de Lobato fue galardonada en múltiples oportunidades, como el Primer Premio Nacional de Poesía “Gonzalo Delfino”; el Primer Premio Nacional de Poesía “General José de San Martín”; el Primer Premio Nacional de poesía “Eduardo Carroll”; el Primer Premio Nacional de Poesía “Aniversario Central Nuclear de Atucha”; el Segundo Premio de Poesía “Carlos Hauyero” otorgado por la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires; el Segundo premio Internacional de “Video poema de la Feria Internacional del libro de Buenos Aires”; el Segundo Premio Nacional de Poesía “Banco de la Nación Argentina”; o el Segundo premio Nacional de Poesía “Club de Leones de Buenos Aires”.

No obstante, los reconocimientos parecen haber quedado lejos de sus intereses primordiales, según sus propias palabras. “En otra época, quizás hace veinte años, los premios eran un aliciente para continuar escribiendo, pero ahora ya no mando más material a los concursos. Tampoco hay tantos eventos”, asevera. 

Y a la hora de mencionar a sus grandes “maestros”, opta por evitar los apegos a estilos ajenos, más allá de la admiración que profesa hacia los grandes referentes de la literatura argentina. “Borges es sin duda un autor muy amplio y muchas de las cosas que hacía las podía hacer sólo él. Alejandra Pizarnik me deslumbra, su poesía es feroz y muy cautivadora”, afirma. 

“El poeta siempre escribe para sí mismo. Entonces, la poesía no es otra cosa que el encuentro del Yo con el Yo”, afirma. Y se despide con un verso de su último libro: "Sería trágico morir y no escribir un poema del otro lado/ el lado de los patios incomunicados".

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