Tobal junto al staff médico de GENBA.
RECONOCIDO MÉDICO

Daniel Eduardo Tobal: “Nunca tenemos que jubilar la mente”

Nació en nuestra ciudad y la eligió para desarrollarse. Tras formarse académicamente en La Plata, regresó para volverse un pionero, y luego referencia, en el mundo de la gastroenterología. Hoy, a sus 74 años, acumula más de cinco décadas de experiencia en la medicina local y, fundamentalmente, pregona el ejercicio de la salud mental.

Según la Real Academia Española, el término “medicina” significa “Conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir”.

Tal definición, llevada al mundo de la gastroenterología, es la que cabe a la perfección para Daniel Eduardo Tobal, quien se constituyó como una palabra autorizada en el mundo médico local y, a su vez, nacional.

“Fui de los que formaron el primer grupo de endoscopía de la República Argentina. Éramos tan pocos que hicimos un carnet del Noroeste y había gente de Luján, de Zárate.

Después, cuando empezaron a venir los chicos, había gente de Saladillo, de Alberti. Con el correr de los años empezaron a sumarse muchos chicos que estudiaron en La Plata y Buenos Aires”, inició Tobal en diálogo con Democracia.

En lo que hace a un día normal del médico gastroenterólogo, Tobal compartió que “normalmente, durante la mañana hago estudios, aproximadamente entre 12 o 15 diarios que están programados, más la atención correspondiente a cada persona. Desde las 8 hasta las 14: constante, trabajando”.

En ese devenir laboral, reconoció un espacio como su cuna para desarrollarse, al cual sigue ligado hasta la actualidad: Sanatorio Junín.

“Cuando empecé no había casi nadie haciendo endoscopia. En el 78, los aparatos de fibra, eran un costo grande, entre 20 y 30 mil dólares. En toda la zona no había nadie: ni en Rojas, ni Arenales, ni Lincoln. Hoy en día, he trabajado con tantos médicos de la zona que la mayoría de la gente viene de alrededor”, describió.

Precisamente, uno de los médicos con quien trabaja es su hijo Federico, sobre quien comentó que “estudió medicina e hizo la residencia en el Hospital Italiano. Cuando volvió, junto a mi nuera, hicimos el grupo GENBA y hace 15 años estamos juntos. Tenemos la posibilidad de tener mucho instrumental”.

GENBA significa Gastroenterología y Endoscopia de Buenos Aires y es un equipo de trabajo integrado por profesionales de la salud, que encuentra a la familia Tobal como protagonista.

Volviendo al mundo de la salud en general, en lo que hace a este ámbito específicamente, vale informar que los médicos usan la endoscopia gastrointestinal para ayudar a diagnosticar y tratar los síntomas y afecciones del esófago, el estómago y la parte superior del intestino o duodeno. La endoscopia gastrointestinal puede ayudar a encontrar la causa de síntomas inexplicables, como: acidez estomacal persistente, sangrado.

Infancia 

Nacido en un Junín muy distinto al actual, sobre aquella infancia, Tobal recordó: “Crecí en las inmediaciones del club BAP. Hice el colegio primario en la Escuela Nº 12 de calle Pringles e Hipólito Yrigoyen, y el secundario en el Nacional. Después me fui a estudiar en La Plata”.

“Teníamos muchos juegos: fútbol, hoyo pelota, la bolita, los autitos. Amigos de aquella época, del fútbol y de la zona donde vivía eran Lito Aguilar, Cucu Oiedrabuena, entre otros. Jugué hasta la cuarta de BAP y después era medio patadura y no jugué más”, continuó.

Tal como referenció, cuando cumplió 18 años, Tobal decidió formarse académicamente en la ciudad de las diagonales. Acerca de esa elección señaló: “Me gustaba y, en ese momento, era una de las carreras más pretendidas. Ingeniería, contador o derecho y me quedé con medicina. Ahora se ha diversificado mucho la posibilidad de tener otras carreras”.

Además, resaltó que “mis padres siempre me apoyaron, si bien eran de clase media, siempre me acompañaron en cada paso, sobre todo, en lo moral”.

Hoy, habiéndose vuelto una referencia en el mundo de la medicina, abordó la situación actual de este mundillo y criticó: “La medicina está en un período de deterioro a nivel de formación. Habrán escuchado que hay pocos residentes y eso es porque no tienen el incentivo: tenés que estudiar permanentemente y no tienen retribución desde el punto de vista económico y cultural”.

“Hoy la mayoría de médicos que se forman son mujeres: el 70 u 80% son mujeres. Se ha avanzado mucho, pero no son tantas las cirujanas, capaz sí pediatras o ginecólogas. Hay pocas personas que se forman en la parte quirúrgica por las guardias, cantidad de años estudiando, si no tenés una buena base económica es caro, si tenés chicos es complicado por el tema de tiempos”, describió en torno a  la situación de su rubro. 

Y sintetizó: “Cuesta encontrar médicos de guardia en todas las instituciones médicas. Al no haber tanta oferta, las personas están sobrecargadas y es muy cansador para ellos”.

Gastroenterología

Al abordar lo que es su especialidad, la gastroenterología, Tobal explicó que “es todo lo que atañe al aparato digestivo: cómo y qué se come, y cómo se evacua. Es un tubo que va de la boca a la cola, una manguera, lo que va pasando a ese nivel. El resto, es otra parte, como puede ser la hepática, del hígado”.

“La mayor patología de la zona está en el intestino grueso: Junín, Chacabuco, Los Toldos, tienen patología de colon y se dice que es por la dieta, que siempre fue carne. Se aconseja una dieta más de tipo de verdura, con fibras, que de una dieta como la que solemos tener de carne o pollo”, informó.

También rememoró sus comienzos y contó acerca del momento en que se decidió por esta especialidad: “Cuando estaba terminando la parte médica, me fui a hacer la residencia al Udaondo que era de gastroenterología, ahí en Constitución y empezaba la era de endoscopia, entre los 70 y 80, que empieza en el país”.

“Primero era de fibra, que veías solo a través de un visor, y fueron cambiando la calidad de los aparatos, mejorando las térmicas. El primero, que era para ver estómago, era de visión lateral, después se hizo de visión frontal, después para ver el intestino por dentro, y cómo fue avanzando”, recordó.

Sobre lo que representa una complejidad para la sociedad, y materia de estudio de su trabajo, Tobal definió al cáncer y tumor en colon como las enfermedades que más se puede encontrar y compartió la complejidad de trabajarlos.

“Empiezan siendo pequeñas lesiones, pólipos, que son crecimientos pequeños del intestino y, empiezan en un centímetro y pasan a medir cuatro. Por vía endoscópica, lo agarras, enlazas y sacas, entonces no llega a ser un tumor avanzado que requiere una cirugía. Tiene más posibilidades de haber dado ramificaciones si no se lo trabaja a tiempo”, explicó.

Propio de su bagaje como profesional, Tobal fue testigo de la evolución de su trabajo y los elementos tecnológicos que lo componen. Uno de ellos, es el lugar ocupado por la anestesia. 

“Cuando uno empezó esto, los estudios se hacían con enfermos y sin sedación. Hace 15 años, las obras no permitían el actuar frente el anestesista, y hoy se hacen todos los estudios con anestesia, y lo hace más ameno para el paciente ya que no siente molestias”, comentó.

Recomendaciones

En este apartado, haciendo uso de su figura, Tobal explicó que “es muy importante la actividad física, fundamentalmente, para la parte mental. De acuerdo a la edad, se aconseja un tipo determinado de actividad física. No es lo mismo si tenés 70 años a si tenés 30”. 

Y continuó: “También es fundamental la actividad mental. A mis pacientes les digo que nunca se jubilen de la parte mental. Hice mucha clínica y, la gente que se jubila, cuando estaba acostumbrada a un laburo, empiezan a registrar enfermedades y terminan con estados depresivos importantes". 

En tal sentido, ponderó “que hagan cosas para ejercitar la mente. Salud es bienestar psico-físico. La ocupación de la mente, por lo menos una gran parte del día, es importante para que trabaje mejor el cerebro. Ahora está lleno de cursos y hay que aprovechar”.

Sobre cuestiones más macro en lo que hace al mundo de las prevenciones, el cuidado y la salud, recomendó: “Que le presten atención a los síntomas que tienen y, según la zona, la patología del colon es muy importante en la argentina desde la gastroenterología”. 

“Tener prevención después de los 45 años, porque ahí aparecen los primeros síntomas de un pólipo. A veces, si hay un sangrado piensan que es hemorroides y no es así. Si hay un familiar de primer o segundo grado, que han tenido una patología, tienen que hacerse los estudios porque tienen un componente genético hereditario y tienen más posibilidades de tener algo”, explicó.

Visión de Junín

Sobre lo que representa nuestra ciudad, Tobal, expresó: “Dentro del Noroeste de la provincia de Buenos Aires, ha crecido bastante. En cuanto a la parte médica de la zona, es lo mejor. Viene mucha gente a hacerse atender aquí”.

En lo que hace al desarrollo juninense opinó: “Ha avanzado muchísimo. Se ha asfaltado, la autopista ha avanzado mucho y facilita la conexión con Buenos Aires, la iluminación, el cuidado de espacios verdes” y criticó: “Tendría que avanzar más en la parte industrial”.

Al hablar de Junín, es imposible no abordar su ligazón con Sarmiento, club del cual es hincha Tobal y un fiel seguidor. “Fui mucho tiempo al estadio y no voy más por la edad. Me gusta verlo. Desde que cambió el DT, está un poco más jugando al fútbol”.