Rosana Franco (FAA).
Rosana Franco (FAA).
PANORAMA AGRÍCOLA

Alto movimiento logístico en Junín y la Región por el final del dólar soja

En la recta final del programa oficial de incentivos, muchos productores decidieron liquidar las reservas. En una rueda de consultas, realizada por Democracia, los dirigentes rurales aseguraron que venden para afrontar gastos y comprar insumos.

La comercialización de soja superó los 3,7 millones de toneladas en el marco de la quinta edición del Programa de Incremento Exportador (PIE V), que comenzó a transitar su última semana de vigencia, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

En rigor, desde que se puso en marcha el nuevo "dólar soja" el 5 de septiembre, se negociaron 3.724.651 toneladas, de los cuales 2.654.920 correspondieron a contratos nuevos, mientras que las restantes 1.078.731 toneladas fueron fijaciones de precios de operaciones concretadas antes de la medida.

Durante la semana pasada, se negociaron 1.081.663 toneladas entre nuevos contratos y fijaciones, un 36% menos respecto a la semana previa, pero un 14% por encima a lo comercializado durante la primera semana donde el programa empezó a estar vigente, remarcó la BCBA.

En relación al total negociado, el 90% de las operaciones tienen precio, acumulando alrededor de 3.369.013 toneladas producto de nuevos contratos a precio hecho por 2.270.662 toneladas y fijaciones por 1.078.731 toneladas.

Por otro lado, de los contratos a fijar que se concertaron luego de la medida, tan solo 19.620 toneladas se fijaron precio, es decir un 5%, por lo que restan fijar contratos por un total de 355.636 toneladas.

Respecto a las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), se emitieron registros principalmente de poroto de soja, acumulando 729.355 toneladas, lo que eleva el total acumulado para la campaña 22/23 a 1.853.823 toneladas.

En cuanto al aceite y harina de soja, se acumularon registros por 104.961 y 406.341 toneladas. Así, en total, el complejo sojero sumó registros por 1.240.657 toneladas desde el 5 de septiembre.

“Raspar la olla”

Andrés Moutous, presidente la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó a Democracia: "Se dieron varios motivos, en primera instancia, sirve vender ahora para pagar deudas, insumos o alquileres, es un momento que puede rendir, en un contexto de incertidumbre constante. Si hubiera criterios claros esto no pasaría, el dólar oficial no existe, es mentira, por eso hacen el dólar soja".  

Y agregó: "Con la carne y la ganadería pasa lo mismo, en agosto recuperó un poco el precio y ya está atrasado, es exactamente lo mismo. Creo que hasta que no haya un programa serio, la situación no va a mejorar. El gobierno busca raspar la olla, sacar lo último que queda guardado". 

Por su parte, Gustavo Frederking, dirigente de Carbap, afirmó a este diario: "Se logró una mayor liquidación, pero a costa de miles de desbarajustes e intervenciones. Los productores tienen que estar muy precavidos, es un año atípico, el productor compra lo justo y necesario, el mayor bien preciado es el cereal, por eso se cuida". 
Sobre las futuras medidas, Frederking indicó: "Son medidas muy negativas, en ningún caso se busca dar una medida buena al productor, el Gobierno busca sacar lo último que queda guardado". 

En tanto, sobre la situación climática, manifestó su preocupación: "Los pronósticos no paran de errarle, no vimos El Niño, falta mucha agua, ahora dicen que el 15 de octubre empieza a llover. Mientras, el productor va viendo cuándo puede sembrar, haciendo maniobras con un sistema perverso, que te mata a impuestos. Entre un 75 y 80% se va en impuestos y después vienen con el relato de que te están ayudando con un dólar soja".  

"Si al campo le va bien, al país le va bien. El productor en lo único que piensa es en reinvertir en su campo, en su ciudad, cuando hay circulación de inversión se mueve la económica, pero si no llega a llover este año, va a quedar un tendal de productores, no podrían resistir", alertó.  

Rosana Franco, titular de la FAA Junín, afirmó a este diario: "Es el movimiento normal para hacer lugar en los silos, esperando una buena cosecha de trigo en diciembre. El movimiento es más de las empresas que del productor, más allá de que algún productor aproveche la venta para pagar las deudas". 

Y precisó: “La realidad es que queda muy poco cereal guardado por el productor, tengamos en cuenta que el año pasado no se cosechó nada por la sequía. El productor no especula, está mirando para seguir produciendo". 

"El trigo está muy bien en Junín, muchos tuvieron que aplicar algunos productos por la roya, sería lindo que llueva para el desarrollo de la espiga, pero falta hasta diciembre para ver los resultados", indicó la dirigente federada.  

"La siembra de trigo en esta zona es la que inicia el ciclo productivo, es la que ayuda para pagar alquileres, impuestos e insumos. Este año le puede servir para empezar a recuperarse, le va a dar tranquilidad", explicó.

Cultivo de maíz

En tanto, sobre la siembra proyectada, Frederking afirmó: "Por suerte el maíz tiene una ventana muy grande para sembrarse, algunos arrancaron en septiembre, pero al que no sembró se le va a complicar hasta que no llueva de manera considerable. En su momento fue un regalo del cielo la lluvia, pero fue un regalo corto. Necesitamos lluvia para sembrar maíz y cosechar trigo".

La oleaginosa cerró sin cambios en $155.000 la tonelada en Rosario

El precio de la soja disponible se mantuvo, ayer, en $155.000 la tonelada en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), durante la tercer semana de vigencia de la nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE V).

El precio de la oleaginosa en la plataforma SIO-Granos continúa como en las ruedas anteriores, lo que muestra negocios a $160.000 la tonelada. El nuevo "dólar soja" establece un esquema cambiario combinado, en el cual los exportadores deben liquidar 75% de las divisas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) a $350 por dólar, mientras que el restante 25% es de libre disponibilidad.

De volcar los exportadores esos dólares al Contado con Liquidación (CCL), el promedio entre ambas cotizaciones arroja un tipo de cambio más alto, estimado entre los analistas del mercado en un rango que va de $420 a $450 por dólar, mejorando así la capacidad de compra de las industrias en el mercado local.

En tanto, el maíz se ubicó en $68.000 la tonelada, por encima de los registros abiertos del viernes, mismo precio ofrecido para las fijaciones. Luego, para el periodo de febrero-marzo de 2024 cayó US$ 5/t y se ubicó en US$ 180/t, en tanto que la entrega en abril se situó en US$ 175/t, mientras que la entrega entre mayo y junio alcanzó los US$ 170/t, lo que significó una caída de US$10/t y US$5/t, respectivamente.

Por el cereal del próximo ciclo comercial, la descarga entre febrero y marzo se encontró en valores de US$ 180, el tramo mayo-junio en US$ 170 y julio en US$ 165.

El precio ofrecido abiertamente por trigo disponible como así también para la entrega contractual fue de US$ 216 la tonelada. Con respecto a los segmentos diferidos, la descarga entre noviembre y enero de 2024 se registró en US$ 233, con una leve variación.

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