Joaquín José Aguiar, junto con su socia y pareja, Betiana Massa, lanzaron un novedoso emprendimiento pensado y realizado en Junín: tableros de aprendizaje que ayudan al desarrollo de las habilidades mediante el juego y la creatividad, la resolución de problemas, la lógica y la motricidad fina.
El emprendimiento local surgió hace pocos meses y por ahora Chinwe comercializa sus productos online y en algunas ferias de la ciudad. Puntualmente, el emprendimiento desarrolla tableros sensoriales que estimulan los sentidos y emociones gracias a las percepciones sonoras, táctiles y visuales que proponen. Cada tablero sensorial se puede adaptar a las necesidades de cada niño o niña y pueden ir evolucionando presentando en cada momento diferentes desafíos pedagógicos.
Al respecto, Aguiar contó a Democracia: “El emprendimiento surgió después de varias charlas, hace tiempo nos rondaba la idea de hacer algo, uniendo nuestros saberes”.
Es que, a Joaquín, “Gallego” para sus amigos, le gusta la carpintería, y además es profesor de educación física, mientras que Betiana trabaja como maestra jardinera. De esta manera surgió Chinwe, en noviembre del año pasado, un emprendimiento enfocado en el aprendizaje durante la niñez, inspirado en el método Montessori, que se centra en la capacidad espontánea de los niños de aprender.
Tardaron unos cuatro meses en desarrollar el tablero, y los tamaños van desde el chico, intermedio y grande. “Jugando es la mejor forma que tiene nuestro cerebro para aprender y divertirse”, destacó Aguiar.
“Buscamos, a través de nuestros juegos y tableros, brindar herramientas que le permitan al niño explorar, divertirse, fortalecer su motricidad, su concentración, su atención, su tolerancia, su autoestima, su frustración, entre otros aspectos”, comentó.
Y expresó que les gusta estimular el aprendizaje a través de su producto. “Nos basamos en la estimulación con juegos lúdicos, buscamos la sustentabilidad, la idea es aprender y jugar con las manos, sin nada tecnológico”.
Medidas y precios
El tablero más económico tiene un precio de 3600 pesos, pero los más solicitados son los medianos. Aguiar adelantó que están preparando el tablero sensorial para adultos mayores, que llevan nombres de la lengua Quechua, proveniente de los pueblos originarios.
El tablero llamado “Kusi” es el más chico, su nombre significa alegría, y tiene una medida de 12 por 30 centímetros. Su madera elegida es de pino lijada y protegida con aceite de coco con bordes redondeados.
El tablero mediano apodado “Wayna” (juventud) mide 25 por 35 centímetros, cuenta con pasador metálico sin rebabas, cuenta con figuras de letras, números de colores y figuras geométricas encastrables. Luego se compone de abrojos, arandelas, ruedas, cascabeles y acrílico inastillable. Y el tamaño grande tiene una medida de 50 x 70 centímetros.
“Trabajamos en este proyecto con mucho amor y dedicación, transitando este camino planeando cada detalle, con mucho esfuerzo. Aprendemos de cada error y de cada experiencia tratando de ir mejorando día a día”, destacó Joaquín.
“Seguros y sustentables”
Aguiar destacó la elaboración de un spinner que da vueltas y se realiza como un elemento antiestrés. En tanto, los tableros son elaborados con madera natural, cortados a máquina con bordes seguros, pintados con pintura a la tiza, no toxica y con aceite de coco.
Otro de los estímulos seguros para las criaturas son las pelotitas de madera, que no se rompen y que no se pueden tragar. “La diferencia que tenemos es que les damos importancia a los detalles, buscamos que aprendan, sean seguros y sustentables los tableros”, explicó.
También resalta entre sus productos la biblioteca Montessori, una opción ideal para ofrecer un espacio de lectura donde los libros se encuentran ordenados, las tapas están visibles y brindan autonomía para poder elegir qué libros leer, disfrutar, ver o compartir, según el deseo e interés de los niños.
“Lamentablemente en Junín faltan muchas cosas, por ejemplo, hoy no consigo ruedas ni cascabeles, a veces hay que viajar al barrio de Once en Buenos Aires para conseguir todo”, señaló Aguiar.
Personalizados
Los productos se hacen por encargo, a través de la cuenta de Instagram “Somos Chinwe”, aunque también se pueden elaborar en el momento en las ferias donde presentan sus artículos.
Sobre la venta online, Aguiar afirmó: “Nos gusta más el contacto con la gente, desde chicos hasta docentes, ya que dialogando sacamos mejores ideas”. Comenzaron en la feria Origen, en la cual siguen participando, y luego se sumaron al club de emprendedores organizado por el municipio. También participaron en la feria de 9 de Julio y en el aniversario de Comprá en Junín.
En marzo pasado, Chinwe quedó seleccionado para participar del Mercado Artesanal Juninense (MAJ). “Muy pronto llevaremos nuestros productos al MAJ para que los interesados en nuestra propuesta tengan un lugar fijo donde encontrarnos y poder comprar”, afirmó.
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