El juninense Franco Márquez sigue dando pasos importantes en el mundo de la cocina y el restaurant donde trabaja ganó el premio al mejor restaurant francés en la ciudad de Ibiza. El premio fue otorgado por un prestigioso grupo culinario, de origen francés, que recorre ciudades del mundo calificando y brindando premios a los restaurantes que sirvan la comida de su país.
Para el restaurante este premio significa definitivamente el posicionamiento como una de las mejores propuestas gastronómicas en Ibiza. Al respecto, Márquez comentó a Democracia que "este reconocimiento es a todo el esfuerzo, esmero, dedicación y amor que le damos y ponemos a este proyecto año tras año. Es una enorme alegría recibir este premio y el esfuerzo está dando sus frutos", recalcó.
En cuanto a la prueba de los jurados, indicó que fue una grata sorpresa. "El viernes por la noche recibimos una reserva de un grupo de franceses, nadie creyó que podía ser el jurado propiamente dicho. Tuvimos por delante una degustación de nueve platos y, al finalizar la noche, nos informaron que habíamos sido los ganadores del certamen", destacó el juninense.
Su vida en España
Márquez inició su camino de la cocina en nuestra ciudad, de la mano de Federico Rayces, quien lo introdujo en los primeros pasos. Luego se radicó en Buenos Aires, pasando por varios restaurantes, buscando experiencias, adquiriendo conocimientos y sumando horas de aprendizaje.
Unos meses antes de partir al viejo continente, trabajó con Federico Francisquelo donde obtuvo una experiencia corta, pero intensa, dándole, según Márquez una gran visión de lo que luego encontraría en España a nivel profesionalismo.
Franky, apodado así por sus amigos y familiares, llegó primero a Madrid en marzo del año 2014, sobre esa experiencia se refirió "fue única para mi, tuve la suerte de aprender a trabajar con grandes chefs como Nino Reduello o Iñaki Rojas, reconocidos en la escena madrileña", destacó.
Fue en el año 2016, que se mudó a Ibiza para trabajar en el restaurante Bai, Bai. Actualmente es encargado general de la cocina, donde trabaja junto a otras trece personas de distintas nacionalidades, incluyendo otros tres argentinos.
En cuanto a su vida en España, el juniense destacó "a los argentinos en España nos queda culturalmente cerca y se nos hace familiar. Pero una vez instalados hay que saber que hay que hacer un proceso. No es fácil empezar de cero, formar nuevos vínculos e insertarse dentro de una sociedad", puntualizó.
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