Diego Cifarelli, titular de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), anunció su renuncia a su cargo de presidente de dicha entidad, aunque continuará hasta octubre cuando en asamblea se elija su reemplazo.
En el marco de la polémica por el Fondo Estabilizador del Trigo (FETA), que creó el Gobierno para compensar la harina que la industria molinera entrega a las panaderías, se conoció esta noticia.
Cabe mencionar que Cifarelli, exgerente general de Molinos Tassara, se hizo cargo de la FAIM, donde están las principales empresas del rubro, en 2012. Junto a su salida de FAIM también dejará la responsabilidad de la tesorería en el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), la protesorería en la Copal, la consejería en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la presencia en la Junta Directiva de la UIA y la Cámara Arbitral de Cereales.
En una carta a los socios de la FAIM, que deberán elegir a su sucesor en una asamblea de octubre próximo -el actual presidente continuará hasta entonces-, Cifarelli se refirió de esta manera a la situación que se generó tras el FETA.
“Durante los últimos 15 meses, he tenido que desviar totalmente el foco para lo cual he sido oportunamente contratado (proponer, gestionar y lograr políticas proactivas para el sector, etc.), para avocarme a mediar entre los distintos asociados quienes tenían y tienen hoy, visiones estratégicas contrapuestas. Lo he intentado de diversas maneras generando espacios de consenso y puntos de encuentro, buscando superar las discrepancias existentes. Desafortunadamente, una política pública en particular ha desmembrado un aspecto sagrado que los empresarios de este sector compartían como lo es, la confianza mutua entre colegas”, dijo Cifarelli.
Agregó: “Yo tenía que representar a los dos grupos, tanto el que está dentro como el que está fuera, porque a ellos me debo y, obviamente, como suele suceder cuando uno genera una acción sobre uno, genera el enojo del otro. Lo pude llevar adelante durante 15 meses, pero uno está formado empresarial y académicamente para enfrentarse con todo el resto, pero no para seguir lidiando entre el relacionamiento de los propios empresarios que tienen en este momento, lamentablemente, diferentes objetivos y diferentes visiones de la industria. FAIM está mucho más por encima que cualquier empresario y cualquier presidente. Me voy con la tranquilidad de haberlo dado todo”.
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