Martín Redrado forma parte, desde hace décadas, de la política argentina. Cuando tenía 30 años asumió como presidente de la Comisión Nacional de Valores. Luego, y tras desempeñar otros cargos en la gestión pública, fue designado al frente del Banco Central en 2004, hasta que fue removido en 2010 durante la presidencia de la actual vicepresidenta, Cristina Fernández.
Actualmente, es secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y trabaja con el precandidato de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, en delinear el plan económico en caso de ser elegido presidente.
- ¿Qué pasa hoy con la economía de la Argentina y en qué cree usted que el Gobierno está fallando?
- Yo veo la evolución o involución de la política del Gobierno como una permanente improvisación. Es un gobierno que va mirando el día a día, que no ha logrado generar un proyecto de país y que en este día a día lo que nos está generando es más inflación y una muy preocupante evolución de las reservas en el Banco Central, que no son importantes porque algunos compran dólares, sino que son importantes para la producción. Hoy no hay dólares para poder darle los insumos necesarios a los procesos productivos, a nuestras maquinarias agrícolas, a los procesos de agroquímicos que se necesitan en nuestro país para poder crecer. Más aún después de un año tan complicado como el que hemos tenido… con lo cual, estamos en el reino de la improvisación.
- ¿Qué margen hay para resolver una situación así que suena tan compleja?
- Estoy convencido de que esto va a cambiar a partir del 10 de diciembre. Para eso, estamos trabajando en soluciones concretas -como las que planteó Horacio Rodríguez Larreta- para derrotar definitivamente a la inflación y darle el respaldo, el sustento político, que esto necesita para generar un proyecto de país que nos dé un nuevo rumbo de estabilización de la economía, de crecimiento, pero un crecimiento con inclusión social.
- Pero en el mientras tanto, ¿el dólar va a seguir aumentando? El blue ya superó los 520 pesos…
- Hay una realidad: hoy en la Argentina hay muchos pesos y hay pocos dólares, con lo cual la tensión cambiaria va a continuar en la medida que tengamos un Banco Central como el que tenemos ahora que es un “che, pibe” de la presidencia de la Nación, en el sentido de que levanta el teléfono el presidente o el ministro de Economía y le dice al presidente del Banco Central “mándame 100.000 millones de pesos”, como se pide un sándwich de jamón y queso en un bar: con esa misma facilidad. Hasta que esto no se termine, vamos a tener este festival de pesos y seguirá esta tensión cambiaria.
- ¿Qué causa esta falta de dólares?
- La falta de generación de una verdadera política exterior que abra mercados, que esté generando nuevos mercados, nuevas exportaciones. Que esté aprovechando las ventajas que tiene la Argentina en materia de energía y en materia de litio para poder producir más dólares genuinos. Así, el resultado es que tenemos más pesos por un lado, menos dólares en el Banco Central, y esto lo que nos significa hacia adelante es un camino de más tensión.
- El ministro de Economía, Sergio Massa, ¿tendría que renunciar a su cargo? Hubo por estas horas planteos sobre la posible incompatibilidad de estar en ese cargo y ser candidato.
- Esa es una decisión que le compete a dos personas: al presidente de la República y al ministro de Economía. Y nosotros tenemos después la posibilidad de votar como cada uno de los ciudadanos. Pero me parece que opinar sobre esto... Ninguno, ni usted ni yo, vamos a cambiar el rumbo de esa decisión. Depende de dos personas y lo que usted, yo y todos los argentinos podemos hacer es votar en consecuencia.
- ¿Qué medidas tomaría el 10 de diciembre?
- Bueno, con el equipo de Horacio estamos planteando un shock de leyes para estabilizar la economía. Horacio nos ha puesto en blanco sobre negro, con mucha transparencia, con mucha seriedad, cuáles son las medidas que se necesitan. Lo ha hecho esta semana en materia de inflación, y el plan se apoya en cuatro medidas. La primera es un Banco Central independiente que se deje de emitir papeles de colores para financiar el déficit del Estado. Esto es cambiar: la Carta Orgánica del Banco Central. Eliminar el artículo 20, que es aquel que le permite, como decía recién, ser el “che pibe”, darle todos los pesos que pide la tesorería.
Esto se modificó, lamentablemente, hace mucho tiempo ya. Yo en 2010 le puse un freno al poder político de la entonces presidenta (n. del r.: Cristina Fernández de Kirchner) que quería llevarse por delante el Banco Central. Esto terminó, como ustedes saben, sin margen para manotear las reservas, pero también desembocó en mi renuncia a la presidencia del BCRA. Cuando yo me fui cambiaron la carta orgánica y permitieron un “viva la Pepa” como el que tenemos en este momento. Entonces, hay que volver a tener una carta orgánica que le dé la posibilidad al Central de decir “no” cuando le piden pesos para financiar el sector público.
- ¿Cuál sería, entonces, la segunda medida?
- El déficit cero, para lo cual se necesita tener una ley de ordenamiento del gasto público, de ordenamiento de las empresas públicas. La tercera medida será unificar el tipo de cambio dentro del primer año de gobierno. Y la cuarta: tener un Ministerio de Relaciones Exteriores que sea un verdadero aliado de la producción para abrir mercados internacionales para las pymes en América Latina, en particular para la provincia de Buenos Aires, trabajando en nuevos mercados -como son los del Sudeste Asiático- pero también unificando y negociando las trabas paraarancelarias que tienen muchos de nuestros productos agrícolas en Europa y otros mercados.
- ¿Cuáles serían los resultados inmediatos de este plan? ¿Se puede hablar de plazos?
- Esas cuatro medidas son centrales para bajar la inflación a la mitad en el primer año y para terminar en el periodo de cuatro años con un dígito de inflación de manera sostenible. Pero todo esto es sustancial que sea con respaldo legal de mayorías especiales que le den sentido de certidumbre y de previsibilidad a la política económica y social.
- ¿Esta elección se definirá por los modelos económicos?
- Nosotros, en nuestro equipo, somos partidarios de generar incentivos. Incentivos para que se exporte más, para que se consuma más. Indudablemente, la política económica en los últimos tiempos, o para ser bien claro, la política económica del kirchnerismo, es una política de apriete al sector privado. Nosotros, por el contrario, creemos que lo que funciona en la Argentina es la política de incentivos para exportar más, bajando impuestos, simplificando la carga impositiva. Con bancas públicas que promuevan a los pequeños y medianos productores. Esa es la manera de crecer y de hacerlo en forma sostenida.
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