Representantes de las entidades rurales de Junín cuestionaron, ayer, en diálogo con Democracia, las medidas del Gobierno que autorizan la importación de alimentos con arancel cero para combatir la inflación, por considerar que es una decisión “triste y vergonzosa”, ya que la Argentina es un país productor de alimentos.
El Ministerio de Economía anunció durante el último fin de semana que el Mercado Central podrá importar alimentos de manera directa, con el fin de reducir el precio efectivo de venta al público de productos frescos.
En este sentido, Rosana Franco, presidenta de la filial local de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia: “Es una medida triste y vergonzosa. La Argentina tiene inmensas posibilidades de producir todo tipo de alimentos, como acelga, zucchini y muchos otros productos”.
Y la ruralista federada consideró que “tienen que implementarse más incentivos y alentar el trabajo de granjas, es decir, darle impulso a la agricultura familiar”.
“Tienen que implementarse más incentivos y alentar el trabajo de granjas, es decir, darle impulso a la agricultura familiar”, afirmó Rosana Franco.
“En lugar de importar deberíamos estar pensando en sembrar más y exportar al mundo. También generar valor agregado en origen. Deberíamos ser el gran proveedor del mundo, por eso da mucha pena ver alimentos de otros países, ya que se favorece el trabajo extranjero”, expresó.
Gustavo Frederking, dirigente de Carbap, afirmó a Democracia: “Es el mundo del revés, la Argentina, un país exportador, que tiene sus mayores ingresos por las exportaciones, esté pensando hoy en desalentar las exportaciones y alentar las importaciones, con el agravante de que hoy la economía está muy mal y si alentás las importaciones estás atentando contra algunas economías que van a competir de una forma desventajosa, con la poca rentabilidad que tienen”.
Y el productor agregó: “Es más de lo mismo que está haciendo este gobierno, es el plan llegar, patear para adelante los problemas y nunca adoptar medidas serias, razonables ¿Y si prueban con hablar con el Gobierno de Uruguay y que les expliquen por qué en Uruguay la inflación anual es del 7,6%? ¿Y si prueban con sincerar la economía, plantear reglas claras para fomentar las inversiones, unificar el tipo de cambio, bajar los impuestos a los alimentos, bajar el gasto público, hacer una reforma tributaria, porque siendo uno de los países que peor está económicamente, tiene la carga tributaria más alta?”
“Es el mundo del revés, la Argentina, un país exportador, que tiene sus mayores ingresos por las exportaciones, esté pensando hoy en desalentar las exportaciones", lamentó Gustavo Frederking
“Este gobierno tiene la intención de mirar para el costado y tratar de llegar como sea. Hay cosas que son dolorosas. El agro, en 2021, aportó en divisas por la exportación 32 mil millones de dólares; en 2022, 40 mil millones de dólares, un récord absoluto, mucho más lejos de los ingresos de años anteriores ¿Qué pasó con toda esa plata? ¿Por qué las reservas están tan maltrechas?”, cuestionó.
“Las reservas están fulminadas, entonces hay que cuidarlas más que nunca, ¿por qué no se cuidan para productos imprescindibles para importar insumos que no se producen en la Argentina, como fertilizantes y piezas que son necesarias en la tecnología? Es otra mala medida del Gobierno, que agrava los problemas”, consideró.
Por su parte, Rodrigo Esponda, productor y concejal de la Coalición Cívica, afirmó a este diario: “Las medidas son más de lo mismo, creer que la responsabilidad siempre es del otro, se pelearon con los medios, con la justicia, con los industriales, con los comerciantes, con los almacenes de barrio, siempre la culpa la tiene el otro. Si quieren frenar los precios tienen que tener un plan para bajar la inflación”.
Y añadió: “Antes de fomentar la exportación -creo que la Argentina tiene que estar insertada en el mundo, donde se pueda exportar e importar libremente-, si quieren bajar los precios podrían comenzar por bajar los impuestos, ya que un alto porcentaje de los costos de los productos alimenticios tienen que ver con los impuestos. Incluso, en los combustibles, que tienen un alto impacto en los alimentos, estamos arriba del 50 por ciento en impuestos”.
"Si quieren bajar los precios podrían comenzar por bajar los impuestos, ya que un alto porcentaje de los costos de los productos alimenticios tienen que ver con los impuestos", afirmó Rodrigo Esponda.
“Ante esta falta de imaginación y esta imposibilidad de aplicar medidas concretas inventan esto de que desde el mercado central van a importar alimentos, ¿para quién? ¿para un grupo que llegue al mercado central? Somos 49 millones de argentinos distribuidos federalmente en toda la Argentina ¿Van a solucionar el problema de la inflación y la imposibilidad de la gente para llegar a fin de mes con el mercado central? Todos sabemos que eso no va a resultar, no tiene ninguna viabilidad y simplemente están estirando algo, pero ya no engañan a nadie. En vez de buscar soluciones, siguen buscando un responsable afuera. Es muy triste lo que le está pasando a la Argentina y, sobre todo, es muy triste que no se quieran hacer cargo, los que encima dicen que quieren ser candidatos a presidente. Están gobernando y en ese gobierno no están haciendo nada, ¿por qué vamos a creer que pueden hacer algo en el próximo gobierno?”, señaló.
Fuertes críticas de CRA
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazó la decisión del Gobierno de autorizar la importación de alimentos con arancel cero, por entender que esa medida es "sorpresiva e innecesaria".
Según CRA -entidad que forma parte de la Mesa de Enlace- esa medida "no deja de sorprender, dado que el problema inflacionario no se remite a un producto o rama productiva en particular, como los alimentos, sino que es un problema de raíz macroeconómica, responsabilidad únicamente de la política económica".
Por ese motivo, se preguntó: "¿Tiene sentido usar las muy escasas reservas del Banco Central para gastarlas en importaciones de alimentos? Cuando esas reservas son imprescindibles para importar insumos que no se producen en el país, desde fertilizantes hasta piezas y accesorios de tecnologías varias para distintas actividades productivas".
"¿Qué y cuáles alimentos se importarían? ¿Qué impacto tendrían en la medición del IPC? ¿Qué impacto tendrían realmente en la canasta de consumo de las familias? ¿Qué implicarían para determinadas producciones de alimentos nacionales, que van a vender aún menos, y así, agravar la crítica situación financiera de las empresas y golpear más la cadena de pagos? ¿Qué pasaría con los productores de frutas, verduras, carne, leche y otras producciones regionales, que reciben un precio interno que no cubre costos, tienen serios problemas de rentabilidad, no pueden ser competitivos con este tipo de cambio, y, paradójicamente, el consumidor no puede pagar el precio de estos alimentos, inflados de impuestos?", indicó CRA.
En este marco, consideró necesario "aplicar una nueva política antiinflacionaria, eliminando el déficit fiscal. Además, promoviendo la producción y las exportaciones, por ejemplo, avanzando en el Acuerdo Unión Europea- Mercosur, paralizado por este Gobierno, donde se podrían exportar más alimentos, y no sumando importaciones innecesarias".
Para la entidad agropecuaria, el Poder Ejecutivo no "atiende adecuadamente" la dinámica inflacionaria, por lo cual, alertó, "la situación económico-social se agrava".
Del campo a la góndola
Los precios de los alimentos se incrementaron 3,9 veces del campo a la góndola en abril, de acuerdo al Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora mensualmente el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El índice de la entidad gremial-empresaria reveló que "en promedio, la participación del productor explicó el 23 por ciento de los precios de venta final", arrojando que "la mayor participación la tuvieron los productores de huevo (52,9 por ciento), mientras que la menor fue para los de limón (5,9 por ciento)".
Este incremento de 3,9 veces significa que el consumidor pagó 3,9 pesos por cada 1 peso que recibió el productor.
Asimismo, se extiende la brecha en los productos frutihortícolas y en los ganaderos. El IPOD frutihortícola, compuesto por 19 frutas y hortalizas, se multiplicaron del campo a la góndola por 6,7 veces en abril, un 13 por ciento más con respecto a marzo 2023, incremento explicado, en gran parte, por productos como la lechuga, el pimiento y el tomate redondo.
El IPOD ganadero, conformado por cinco productos y subproductos ganaderos reveló que el consumidor abonó 3 veces más de lo que recibió el productor.
El limón (16,9 veces), la cebolla (15), la naranja (10,1), la mandarina (6,9) y la zanahoria (6,7), fueron los 5 productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran tres productos de origen animal (huevos; el pollo; leche), una fruta (frutilla) y una hortaliza (acelga). En el caso de los huevos fue el de la brecha más baja con 1,9 veces, luego le siguió el pollo con 2,3 veces, la frutilla 2,8, la acelga 3,1 y la leche 3,3.
El impacto de la inflación
Los precios de los alimentos y bebidas aumentaron 10,1% en abril y llevan acumulado un 41,2% de incremento en lo que va del año.
Esto es 9,2 puntos porcentuales por encima del promedio general de la inflación, que alcanzó el 32% en el primer cuatrimestre del año.
De enero a abril, la inflación en alimentos aumentó su ritmo mes a mes y se intensifica.
Mientras el Gobierno renegocia Precios Justos, en todos los meses el registro de alimentos quedó por encima del índice general y en los últimos tres, se colocó arriba del 9%.
Con este ritmo, la proyección de la inflación en alimentos se coloca en el 200% anual, según indica el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina da la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
En abril, los incrementos más altos se dieron en Verduras, tubérculos y legumbres; Leche, productos lácteos y huevos; Azúcar, dulces, chocolates, golosinas y carnes y derivados, informó el INDEC.
En tanto que a nivel regional, el aumento de Alimentos y bebidas no alcohólicas fue el que más incidió en todas las regiones geográficas.
En los últimos doce meses los alimentos experimentaron un aumento del 115% y superaron en más de 6 puntos porcentuales al índice general de precios al consumidor que marca 108,8% interanual.
"Este problema aqueja ante todo a los hogares de menores recursos, quienes no cuentan con los medios para protegerse de las subas de los precios, dado que destinan la mayor parte de sus ingresos a subsistencia", sostuvo un trabajo de la UBA.
En este mes, hubo aumentos importantes en productos de primerísima necesidad y esenciales en las dietas básicas: Huevos, pollo, tomate, lechuga, azúcar, manteca, naranjas, arroz, galletitas dulces, quesos.
El impacto de la gripe aviar se hizo sentir en el precio del pollo entero que registró un aumento respecto del mes pasado de 26,4%. En tanto que los huevos frescos por docena aumentaron un 20,8% solo en el mes de abril.
El producto que más subió en el mes de la canasta básica fue el tomate redondo por kilo, que, de marzo a abril, aumentó un 63,4% y la lechuga un 8,9%. Por el lado de la fruta, la naranja encabezó las remarcaciones con 19,8% de aumento.
Otros productos básicos de la canasta y que se usan cotidianamente han exteriorizado aumentos importantes. El azúcar, elemento esencial, aumentó 21,1%, la manteca 12,2% y los quesos cremosos y pategrás un 10,8% y 10,1% respectivamente.
El impacto estacional de la semana santa, dejo al filet de merluza un 19% arriba, en tanto que el arroz, ingrediente por excelencia de guisos y comidas calóricas aumentó un 11,3%. El pan francés tipo flauta hizo lo propio con un 8%.
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