El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Junín, con sede en Francia 396, es un gremio relativamente nuevo creado en 1997, luego de la instalación de la industria aceitera en el distrito, en el año 1992, en la planta Saforcada.
Próximo a cumplir 26 años de trayectoria, cabe mencionar que SOEA Junín es autónomo, ya que se desafiliaron de la federación aceitera en el 2013.
“Este año, en octubre hará 10 años de este hecho – dijo a Democracia Eduardo Donatelli, secretario general del SOEA-. Se recuperó la negociación paritaria, que se lleva a cabo desde nuestra filial conjuntamente con otros dos gremios independientes del mismo ramo. Tenemos un convenio propio”.
Obra social
A la pregunta cómo funcionaba la obra social de los trabajadores aceiteros, Donatelli mencionó que estaba en actividad. “El problema político lo tenemos con la Federación y no con la obra social, por lo tanto los trabajadores nos mantuvimos en la misma de la actividad, salvo aquel que por libre opción de cambio se haya pasado a otra obra social”, dijo.
“El de la obra social es un tema muy sensible. Al menos yo trato de no tener incidencia sobre la decisión de los compañeros porque los problemas de salud son complicados.
Cuando uno tiene incidencia con un compañero para que vaya a tal o cual obra social y después tenés algún inconveniente en cierta manera es responsable” apuntó.
El entrevistado dijo en referencia a la obra social que él solo trataba de solucionar algún inconveniente ante alguna urgencia, por autorizaciones o gestionaba a través de la obra social a nivel nacional, que se llama Obra Social para el Personal de la Industria Aceitera y Desmotadora. “Los desmotadores son los trabajadores de la cosecha del algodón”, aclaró Donatelli.
Paritarias
Según lo expuesto por el dirigente gremial consultado, la actividad aceitera, desde el 2009 hacia adelante tuvo muy buenos acuerdos en paritarias.
“No hemos perdido el poder adquisitivo del salario – aseguró el entrevistado-. Hay muchos gremios que cierran muy buenos acuerdos pero han empezado años después. Si bien nosotros nos atrasamos, que fueron los primeros años de Néstor Kirchner, teníamos una representación dentro de Federación que no manejaba bien el tema de las paritarias así que en el 2009 se hizo un cambio de conducción y empezamos con paritarias muy buenas”.
Donatelli dijo que en diciembre del 2022 habían cerrado paritaria en un 40 por ciento para la primera parte del año 2023. La categoría mínima se había ido a los 320 mil pesos, y la máxima, de un supervisor, 530 mil por mes aproximadamente. Mas una gratificación de 200 mil, que se cobró en dos partes iguales en enero y febrero respectivamente. “A mitad de año se estará haciendo la revisión del acuerdo paritario, donde seguramente se haría un reajuste salarial hasta fin de año más bono de gratificación anual”, adelantó.
Destacó la inversión del gremio en lo que son útiles escolares para los hijos de los trabajadores, como así también obra social, bonos, órdenes de internación, etc. con cobertura del 100 por ciento, además de convenios con algunos comercios.
También dijo que días pasados habían hecho una campaña de vacunación antigripal para afiliados y su grupo familiar.
Riesgos
A la pregunta sobre graves accidentes fatales ocurridos en Cofco INTL (ex Nidera), en la planta Saforcada, que causaron alarma en el sector años atrás, el dirigente recordó: “Es una actividad que tiene sus riesgos, con máquinas industriales de procesos muy importantes. En noviembre de 2020 se produjo un accidente por atrapamiento de materia prima en un silo que nos costó la vida de tres compañeros. Fue un año muy complicado para nosotros”.
“Eran dos trabajadores que teníamos en convenio y el supervisor de la empresa, que estaba fuera de convenio. Fue un grave error de seguridad y el descuido de los trabajadores que se confiaron de la situación, se dieron dos cuestiones muy particulares que llevó al accidente. Fue muy duro para nosotros”, apuntó.
Líneas de producción
Respecto al año 2022 y la actividad laboral en las aceiteras, Donatelli manifestó: “tuvimos una particularidad. Somos una actividad agroexportadora por lo tanto la pandemia no nos afectó laboralmente, se siguió trabajando como siempre. Es una actividad de proceso continuo de 24 horas, con trabajadores que rotan en los tres turnos para cumplir con la tarea, incluyendo los fines de semana también”.
Según lo expuesto, salvo las paradas anuales para mantenimiento mecánico, que es una vez al año, el proceso es contínuo.
“Son dos líneas de producción: soja y girasol. Cada línea para un mes al año para mantenimiento y el único momento en que los trabajadores dejan de cumplir la rotación: hacen la tarea de mantenimiento mecánico de sus sectores o hacen goce de sus vacaciones”, dijo.
Por lo expuesto, de acuerdo a lo expuesto por el entrevistado, la particularidad de la actividad es que se exige que los trabajadores en rotación semanal cubran las 24 horas del día.
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