¿Qué se pone en juego en esta elección?
-Como hace 40 años se puso en juego encarar el proceso democrático, hoy se pone en juego encarar no solo la estabilización macroeconómica, sino un plan de prosperidad e inclusión para todos los argentinos. Ya no podemos emparchar más, no podemos bajar la fiebre, tratar los síntomas, la Argentina tiene que tener un cambio de paradigma. Vimos los números de la pobreza, es inmoral, es insostenible. Además, hay una sociedad mucho más escéptica de la dirigencia, que no cree que alguien pueda resolver el problema argentino. Y es muy difícil, porque estamos mal y la sociedad está casi dándole la espalda a la política.
-Y esto es caldo de cultivo para propuestas más radicalizadas, ¿no cree?
-Exactamente. Esas propuestas radicalizadas, que ofrecen fantasías, son muy peligrosas. Creo que si el enojo va en ese camino, de ideas que no funcionan en ningún país del mundo, estamos frente al riesgo de una nueva frustración. Hay varios modelos que se están planteando en la Argentina, un liberalismo infantil, sin un Banco Central, todo mercado.
Obviamente que soy promercado y parte de mi vida es ser emprendedor, pero el Estado me educó, nos dio salud, seguridad, justicia. Ningún país se ha desarrollado sin Estado.
Una cosa es que tengamos un Estado poco eficiente, corrupto, que tengamos que tener un Estado inteligente, dinámico, pero esas ideas son falsas, son chantadas. Después tenemos el kirchnerismo, el populismo más de izquierda (al otro, lo definiría como populismo de derecha) que hemos vivido durante los últimos 15 o 20 años y tenemos cada vez más pobres. Después tenemos otro sector que quiere ir por todo, a lo guapo cambiar todo, pero no veo un consenso para eso, la sociedad no da más. Después está el otro pensamiento, que es el nuestro, a partir del cual tenemos que ir a un consenso para el plan de estabilización macroeconómica y desarrollo.
-¿Cómo se llega a las elecciones?
-Este gobierno, ahora que los argentinos estamos en una crisis económica fenomenal, con más de un ciento por ciento de inflación interanual, donde mucha gente, aun trabajando, es pobre. Este gobierno está tratando de dejarle la bomba al próximo gobierno. Y algunos del otro sector, incluso de nuestro sector, quieren que la bomba explote ahora. Es una irresponsabilidad de ambas partes, pero mucho más irresponsables son los del Gobierno, que quieren pasarle la bomba al próximo gobierno.
-¿Cree que Cristina representa un ciclo cumplido?
-Sin duda, no sé qué va a hacer, pero ella misma en el libro escribió que tenemos que tener un contrato social, así que apelo a un sentido común, porque este barco, si no hay un nuevo contrato social, no se encamina. La sociedad tiene que entender que muchas ideas que se ven en los medios pueden ayudar para ganar una elección, pero no pueden colaborar para transformar el país. En 2015, le ganamos al kirchnerismo, pero no pudimos transformar la Argentina, porque cuando anulamos a la otra mitad, se hace imposible gobernar. Puede haber un triunfo trágico en esta elección, que se gane, pero anulando al otro, confrontando tanto al otro, que después sea imposible gobernar.
-La grieta hace imposible gobernar.
-Lo digo de otra manera, la Argentina tiene un problema económico, todo el mundo sabe que estamos ante una crisis económica fenomenal, la sentimos, eso es un problema político. La Argentina está paralizada políticamente, porque la política no dialoga. Un país con este bloqueo político no puede marchar.
-El problema de la “ancha avenida del medio” es que no tributa votos.
-No existe el medio, por eso no tributa votos. Si yo soy de River y vos sos de Boca, no hay medio, lo que nos une es la Selección Argentina. Entonces, lo que tiene que haber es liderazgos que convoquen a una nueva mayoría. Cuando Alfonsín dijo vamos a la democracia, todos los sectores empujaron para reconstruir la democracia. No veo que haya medio, ¿qué nos tiene que unir? Un momento de fin de ciclo, para el que tenemos que construir un nuevo paradigma.
-¿Qué hay que hacer con las retenciones al campo?
-Vengo del campo, tengo varias cosechas encima, cuando era joven, con mis primos, que son contratistas rurales, tengo algo de campo, así que soy del sector. Obviamente que hay que ir a una baja de las retenciones en el futuro, pero hoy no se puede hacer porque no hay dinero. Y es interés del campo que se diversifique la economía. Si tuviésemos la energía desarrollada, si hubiésemos desarrollado la minería, como Chile, si hubiésemos tenido otras industrias, hoy le podríamos bajar los impuestos al campo, porque si no en cada crisis manoteamos al campo. Y ahora que el campo está sufriendo, no le podemos bajar los impuestos. El campo tiene mucho más para crecer, por ejemplo, el 70% del maíz que exportamos es en forma de granos, mientras que Brasil exporta en forma de granos solo el 30%; EE.UU., 20%, fíjese la capacidad de agregar valor que aún tiene el campo.
-¿Cuál es el escenario que visualiza de cara a la elección?
-Veo mucho enojo. Hay un apagón de la sociedad hacia la política. Si no reconstruimos eso, se puede hablar de candidaturas, lanzamientos, pero la gente no escucha. En junio hay que decidir, pero falta mucho, dos meses en la Argentina siempre es mucho. Y en el polvorín en el que estamos ahora, es muchísimo. Obviamente va a haber una PASO, ahí se van a definir los liderazgos, pero recién en junio se van a definir las precandidaturas.
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