El último informe del INTA Junín, del 20 de marzo pasado, señala que hubo una menor superficie sembrada de los cultivos de verano y rendimientos por abajo del promedio, al tiempo que advierte que “el estado de los cultivos es prácticamente irreversible”.
El trabajo compila los informes presentados ante la Comisión de Emergencia y/o Desastre Agropecuario del Partido de Junín, tomando como base los monitoreos realizados en distintos lotes del distrito y la información agrometeorológica disponible.
“Marzo, de acuerdo a los modelos climáticos, marcaría el fin del fenómeno denominado “Niña” que, en nuestra región, se manifiesta con escasez de precipitaciones y humedad y que lleva tres años consecutivos, generando una sequía histórica en nuestro distrito”, sostiene el estudio. Y agrega: “En términos generales, se calcula que hubo una menor superficie sembrada destinada a los cultivos estivales. Además, en relación con los rendimientos, se estima que estarán por debajo del promedio como consecuencia de las situaciones climáticas”.
“Si bien la agricultura puede trabajar en precisar fechas de siembras, densidades, variedades e híbridos y otras cuestiones de manejos, aquellas unidades productivas que presentan mayor diversidad de actividades muestran una mayor adaptabilidad a situaciones climáticas extremas como las que experimentaron este verano”, señalaron los expertos.
Estado de los cultivos
“Desde inicios de 2023, las precipitaciones acumuladas al 20 de marzo en el distrito de Junín (de acuerdo a las mediciones realizadas por el Servicio Meteorológico Nacional) alcanzan los 150 mm, con solo 4 mm registrados en febrero (en un sólo evento de lluvias) hasta los 14 mm de mediados de marzo”, indica.
“A esta situación se sumaron temperaturas máximas por encima del promedio durante todo el mes de febrero y marzo, altas temperaturas por períodos prolongados y un evento de baja temperatura (1,6º C) el 18 de febrero, que generó heladas en algunas zonas”, añade.
“Estos fenómenos climáticos han incidido directamente en el desarrollo de los cultivos, como en el caso de la soja, afectando el área foliar, senescencia de las hojas y las estructuras reproductivas de las plantas”, afirma. “En algunos casos se ha registrado el secado total del cultivo”, advierte.
Soja de primera
El informe señala que la soja de primera “se encuentran en estado malo a muy malo en su mayoría. Además del escaso desarrollo, su estado se agravó por la senescencia y caída prematura de hojas. Actualmente atraviesan el período de llenado, con pocas chances de lograrlo en buena manera y lograr rendimientos normales. Muchos lotes presentaron daños por plagas típicas de sequía como la arañuela. Los que conservan una mejor área foliar tienen mayores chances de llenar correctamente sus granos, aunque esta situación no es la que predomina”.
Soja de segunda
“Son las que se encuentran en peor estado ya que exploraron condiciones adversas durante todo su ciclo. Tuvieron fallas en la implantación, con lo cual no cubrieron el entresurco y se enmalezaron. La mayoría de los lotes presentaron problemas por arañuelas. Actualmente, se encuentran en la etapa de formación de vainas y llenado de granos con pocas chances de logar rendimientos normales”, dice el estudio.
Maíz
“La mayoría de los lotes de maíz se encuentran en estado malo a muy malo. Aquellos que ubicaron su período crítico (floración) en enero recibieron lluvias y presentan un mejor estado, en tanto que los que ubicaron su período crítico en febrero se encuentran muy mal. Actualmente se encuentran en llenado de granos. Hay cultivos que a raíz de las condiciones imperantes aceleraron la senescencia de hojas y algunos se secaron por completo. Un pequeño porcentaje de lotes que se encuentran en buen estado, también transitan el período de llenado de granos con pocas chances de lograr buenos rendimientos, debido al escaso desarrollo y pérdida de área foliar”, afirma.
“Pérdidas irreversibles”
“El estado de los cultivos es prácticamente irreversible, con pocas posibilidades de recuperación debido a lo avanzado de sus estados fenológicos. En lo que se refiere a la situación ganadera, la situación también es muy complicada. La producción estival de mohas y sorgos fracasaron, y la producción de maíz para picado en grano fue de la mitad de su rendimiento y de mala calidad. Los verdeos de invierno no se sembraron aún, aunque aún hay tiempo para hacerlo si las condiciones de humedad se revierten”, concluye.
Pese a las lluvias, el deterioro de los cultivos es irrecuperable
Las abundantes lluvias de la última semana detuvieron el deterioro de la soja y el maíz -en Junín llovieron solo 15 milímetros-, a pesar de lo cual no se espera que esto tenga un impacto positivo en la productividad, ya que la mayoría de los lotes ya definió su rendimiento y están próximos a la cosecha, señaló, ayer, un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
"Las lluvias relevadas a lo largo de las últimas semanas mejoran la condición hídrica del área sembrada de soja", indicó la entidad bursátil, aunque marcaron que el 39,5% del área se encuentra entre pleno llenado y madurez fisiológica, por lo que dichas precipitaciones "no impactarán sobre los rendimientos".
Esta semana comenzó la recolección de los primeros cuadros de soja de primera sobre el centro del área agrícola, con rendimientos relevados por debajo de los mínimos históricos y por debajo a los rendimientos inicialmente esperados.
En este marco, el 67,7% del área apta de soja de segunda se encuentra en una etapa de inicio de fructificación y pleno llenado de grano, que podrían registrar importantes mermas en los rendimientos como consecuencia de las altas temperaturas y la ausencia de humedad. Las áreas comprendidas en esta última situación son el centro-norte de Santa Fe, ambos núcleos y el centro-este de Entre Ríos, donde se concentra el 40,7% de la superficie sembrada, que son consideradas como "las regiones más afectadas". Bajo este panorama, de momento, la BCBA mantuvo su estimación de producción de soja para la actual campaña en 25 millones de toneladas.
Por otro lado, continuó la recolección de maíz con destino grano comercial y, "a medida que los productores cosechan los lotes, los rindes disminuyen cada vez más", sostuvo la entidad bursátil.
A la fecha el avance nacional se ubica en 5,4% del área apta, con un rinde medio nacional de 34,5 quintales por hectárea (qq/ha). Si bien la entidad mantuvo la estimación de producción en 36 millones de toneladas de maíz, advirtió que de confirmarse los rindes por debajo de las expectativas, podrían continuar los recortes.
Por último, la cosecha de girasol tuvo un progreso de 12,7 puntos porcentuales hasta el 63,5% del área apta. Hasta el momento, la producción acumulada es de 2,3 millones de toneladas, de las 3,9 millones que se esperan.
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