Graciela Blaiotta es abogada y concejal por la Unión Cívica Radical, dentro del Frente Juntos, pero es sobre todo una militante radical proveniente de Chacabuco que eligió a Junín como su lugar en el mundo.
Nacida en Chacabuco, desde hace muchos años vive en nuestra ciudad donde ha formado una familia, junto a su marido juninense.
Durante la entrevista con Democracia, la primera pregunta cómo fue que decidió militar en política y al mismo tiempo desempeñarse como abogada. Fue entonces cuando Graciela habló de su profesión como abogada, donde siempre los temas que tenían que ver con las leyes, con las ordenanzas y cuestiones sociales captaron su atención.
“Hace muchos años que milito, más de 17, y en la Juventud Radical encontré un espacio. Nunca paré de militar, hasta el día de hoy siento que es importante comprometernos en cuestiones sociales y saber que desde el lugar de militancia es donde uno puede tener mayores herramientas para plasmar ideas. Eso también me fue llevando a cumplir cargos públicos como el de concejal que actualmente tengo, y también cumplí como concejal en mi ciudad natal”, recordó.
“Siempre digo que mi vinculación entre ser empleada municipal, abogada y ejercer la política es como un combo que en parte todo tiene que ver, porque en definitiva tiene que ver con leyes, con la función pública, tratar de solucionar o generar políticas públicas para que los ciudadanos estén mejor”, explicó.
Graciela hace más de 20 años que es abogada. “Siempre ejerzo esta profesión. Al ser concejal, tener esta función pública quizás uno tiene más el foco puesto en el trabajo público, pero nunca dejé de ejercer mi profesión”, apuntó.
Junín
A la pregunta sobre qué pensaba de nuestra ciudad, respecto a su centralidad en la región, proviniendo de una localidad como Chacabuco, la entrevistada manifestó: “Veo que Junín tiene su propia impronta por la cual se diferencia bastante del resto y por ende termina siendo la cabeza de todas las ciudades del Noroeste de la provincia de Buenos Aires. Siempre se notó que esta ciudad ofrecía más oportunidades. Me parece que la Universidad también ha hecho que la ciudad cambiara, hasta puede ser la cuestión comercial”.
La entrevistada fue alumna del Centro Universitario, aunque su carrera de abogada la continuó y concluyó en Buenos Aires. De aquella época recuerda: “Cuando vine a estudiar al Centro Universitario Regional Junín, la ciudad era otra realidad. Y si nos remontamos a más de 20 años, vemos la transformación desde el punto de vista del estudiante, del sector comercial, o de los alquileres que hay que ofrecer”.
“Por supuesto, Junín no deja de estar en un contexto nacional, el cual es complicado económicamente. Estamos pasando por una situación de crisis, de la cual no somos ajenos.
Siempre me parece que se intenta tener una visión en Junín más productiva, por lo menos desde el Municipio se está trabajando en eso, en crear políticas públicas de manera de hacerle más fácil la vida a comerciantes. En esta última Ordenanza Fiscal e Impositiva hay cuestiones por las cuales pueden estar exentos de pago y eso es para estimular el comercio”, explicó Blaiotta.
“Junín genera más oportunidades. Acá están las cabeceras regionales como el Departamento Judicial Junín entre otras de la Provincia y la Nación, asimismo de otros organismos como mutuales y demás”, acotó.
“Yo soy juninense por elección. Cuando me vine a estudiar acá me enamoré de esta ciudad. Si bien yo terminé mi carrera en Buenos Aires, siempre ví a Junín como una ciudad que tiene todo, es más grande que otras de la región pero es intermedia. Tiene un lugar turístico, la laguna da otra vida, otra impronta. Las otras ciudades son un poco más chicas y quizá una siente que le falta algo”, destacó.
“En mis comienzos de la carrera de abogada viví acá, iba y venía trabajando entre Junín y Chacabuco, hasta que un día decidimos venirnos ya con una familia. Junín siempre me abrió todas las puertas, hice cantidad de amistades, conservo amistades de hace más de 30 años”, señaló.
Militancia
A la pregunta sobre la militancia, la pertenencia a un partido, que luego en su caso le dio la responsabilidad de ser concejal, y el ser mujer política, Graciela Blaiotta consideró que desde el punto de vista de la mujer mucho se había logrado, pero también faltaba. “Casualmente en este mismo contexto, en este marco del día de la Mujer, nosotros desde el Comité de la Unión Cívica Radical agasajaremos a mujeres que han tenido participación política como concejal con período ya cumplido, y veíamos eso. Que en muchos años en el radicalismo eran muy pocas las mujeres que habían ocupado una banca. Hay una referente del radicalismo en Junín, que es Elsa Panizza, la mamá de Luciana, quien también fue concejal. Elsa fue la primera concejal mujer de la ciudad de Junín, la primera abogada de Junín, fue una persona adelantada para su época, en la lucha que costaba acceder a un cargo público”, comentó.
Respecto a la actualidad, Blaiotta mencionó leyes que se habían trabajado primero, como fue lo del cupo femenino actualmente es lo de la paridad. “La mujer ha ido accediendo a lugares de poder. Ojalá no necesitáramos en algún momento de esas leyes, pero todavía son necesarias. En mi caso puedo decir que accedí a la banca y siempre el partido me abrió las puertas, me sentí valorada, lo mismo dentro del bloque Juntos, actualmente ocupo la presidencia de la comisión de Legislación, y creo que, por lo que he hablado con la gente del Concejo Deliberante, no sé si en algún momento alguna mujer la ocupó, cuestión que debería ser más común, que las mujeres ocupemos esos cargos que son importantes para llevar adelante la vida pública de Junín, de la política o del bloque en este caso”, dijo.
“En mi caso, siempre Junín me abrió las puertas. Mi partido me abrió las puertas, pero es necesario seguir luchando por tantas cosas de participación política, de toma de decisiones, de que todas las mujeres capaces y con ganas podamos estar en esas mesas chicas, donde se toman decisiones”, acotó.
Graciela Blaiotta señaló que la mujer necesita que se luche por sus derechos, sea en el trabajo para que a igual capacidad de un hombre tuviera la misma remuneración, el mismo respeto, la misma toma de decisiones. “Ser valoradas en el trabajo por el mérito o por lo que uno genera. En eso, falta mucho”, dijo.
“Tampoco podemos dejar de lado los terribles femicidios que siguen sucediendo y la cantidad que son. Eso es una lucha en la cual todas debemos estar unidas, codo a codo, de la mano, luchando a diario para que eso alguna vez se termine. En eso nos falta muchísimo por lograr. Tenemos cantidad de homicidios por años, hemos sufrido en la ciudad y en la región situaciones terribles y no nos podemos quedar quietas viendo esa realidad. Esa es la lucha que nos sigue convocando día a día”, concluyó.
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