Entre las tradicionales viviendas de barrio de Junín, en la ciudad también están presentes y se destacan las casas alpinas. El origen de las casitas de ensueño, con las se buscaba impedir que la nieve se acumulara en las tejas, se remonta a la Segunda Guerra Mundial.
Si bien surgieron en varios países, en anonimato de diseño, en 1957 el arquitecto Andrew Geller inventó el estilo en Nueva York y lo llamó A-frame. Gracias al New York Times, estos inmuebles cobraron fama y se popularizaron a nivel mundial.
Además, su expansión se atribuye a una combinación de factores: la fácil construcción en estructura de “A” y la versatilidad de una casa.
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