Doctor Carlos Zanardi.
Doctor Carlos Zanardi.
SALUD

La columna vertebral y el envejecimiento

La mayoría de las condiciones degenerativas de la Columna Vertebral, que se relacionan con el paso del tiempo, cuando dan síntomas, suelen manifestarse en forma de dolor. Las hernias de disco o los canales estrechos (acumulaciones de picos de loro), comprimen estructuras nerviosas y generan la molestia. Otras veces, el síntoma es por fatiga muscular o por inestabilidad, es decir, la incapacidad para mantener la alineación entre las vértebras ante cargas fisiológicas de trabajo, por sólo nombrar algunos  ejemplos.

Todo en el universo busca el  equilibrio. En el ser humano, esto implica encontrar un estado de menor consumo energético, protegiendo al mismo tiempo las estructuras vitales. La columna vertebral debe evitar el daño de la médula espinal y los nervios, con el menor gasto de energía posible. Esta tarea para nada sencilla, la desarrolla enfrentando la demanda mecánica que implica estar parados, ante la acción permanente de la gravedad. Además, tienen influencia negativa, los hábitos de vida no saludables de las sociedades modernas que promueven el sobrepeso, pérdida de tejido muscular (sarcopenia) y la mayor expectativa de vida de la población. Todo se transforma en un combo perfecto que conspira contra el tan necesario equilibrio.

El músculo es la herramienta más valiosa que tiene nuestro cuerpo para cuidar al disco intervertebral y el hueso, durante el proceso de transmisión de cargas. Algunas posturas incorrectas, predisposición genética y ante todo, la sarcopenia, condicionan un aumento en la carga para las vértebras y los discos, promoviendo su consecuente desgaste. Esto estimula la formación de osteofitos (picos de loro) que intentan encontrar el estado de equilibrio, al limitar el movimiento de los segmentos vertebrales, protegiendo así a las estructuras nerviosas.

En la inmensa mayoría de los casos, este proceso fisiológico, transcurre sin que el paciente perciba síntomas significativos. Pasada cierta edad, si hacemos un estudio de imágenes, observaríamos algún tipo de desgaste en las estructuras espinales, aquellos necesarios para el funcionamiento armónico en búsqueda  de la estabilidad.

Cuando ese estado de equilibrio no se puede alcanzar, nuestro organismo nos informa de ello a través de dolor o déficit neurológico. A veces, los osteofitos necesarios para limitar el movimiento, terminan comprimiendo los nervios o la médula. En otros casos, el movimiento excesivo de las vértebras cuando no puede ser estabilizado por nuestra columna (como en casos de sobrepeso y falta de músculo), comprime estructuras que producen dolor. El organismo se encarga día tras día de hacer los ajustes necesarios para encontrar el tan valioso equilibrio.

Como cirujanos de columna, sólo podemos asistir o colaborar, limando los picos de loro en conflicto con o sin el aporte de estabilidad. De ser posible, sin ir en desmedro del principal ayudante con el que nuestro cuerpo cuenta: el aparato muscular. Es decir, es posible colaborar,  pero sabiendo que muchas veces la mejoría puede ser solo temporal.

Este tipo de enfoque requiere un análisis minucioso de los estudios preoperatorios, para pesquisar exactamente el conflicto existente, su correlación con los aspectos clínicos, y la factibilidad de realizar algún gesto quirúrgico. Si logramos ser exitosos en el tratamiento planificado, el paciente que requiera intervención quirúrgica, puede seguir durante el proceso de envejecimiento con las máximas chances de encontrar el equilibrio, sin asistencia de otra cirugía espinal. En este punto, es necesario refrendar la importancia de modificar las condiciones y hábitos de vida que impliquen sobrepeso y pérdida de músculo, entre otros factores negativos.

La Cirugía de Columna para enfermedades degenerativas no cura a los pacientes, sólo los ayuda tratando de encontrar el equilibrio mecánico con la consecuente mejoría del dolor o el déficit neurológico. A pesar que hemos avanzado mucho tecnológicamente, la armonía del envejecimiento natural asistido con hábitos saludables de vida y entrenamiento muscular, son la mejor opción para cualquier paciente.<

Por Dr. Carlos Zanardi: Médico Neurocirujano y Cirujano de Columna. MN 116564/MP 63905. Director del Centro Médico Pellegrini.

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