Las lluvias de los últimos días frenaron el deterioro de los cultivos de verano e impulsaron la siembra de soja y maíz, que se encuentran prontas a finalizar, informó, ayer, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
De esta manera, para la BCBA las "precipitaciones registradas sobre el centro del área agrícola ponen un freno al deterioro del cultivo, con los mayores acumulados reportados sobre el sur de Córdoba, el norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires y el núcleo sur".
Así, la siembra de la oleaginosa ya cubrió el 98,8% de los 16,2 millones de hectáreas proyectadas para la campaña 2022/23, y restan por incorporar menos de 200.000 hectáreas concentradas sobre el norte del área agrícola.
Pérdidas
Sin embargo, la entidad advirtió que "se esperan importantes mermas en siembras tempranas y lotes de soja de segunda como consecuencia de las altas temperaturas y la falta de humedad durante los meses de noviembre, diciembre y gran parte de enero".
En el caso del maíz, luego de las lluvias se continuaron relevando labores de siembra en las provincias del centro y norte del país. A pesar de transitar las últimas semanas de la ventana de siembra, "los productores aprovecharon la mejora en la disponibilidad hídrica para extender las incorporaciones", dijo la BCBA.
A la fecha ya se logró implantar el 94% de los 7,1 millones de hectáreas proyectadas para la campaña en curso. Por último, la cosecha de girasol ascendió a 15,8% del área apta y se espera obtener una producción de 3,9 millones de toneladas.
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