La pandemia cambió los hábitos de consumo y generó nuevos negocios. Las tiendas que venden bebidas alcohólicas y vinotecas se reconvirtieron y nacieron para suplantar a los restaurantes que permanecieron cerrados durante un largo tiempo, a raíz del confinamiento obligatorio en 2020.
Pero, el boom llegó para quedarse y hoy en Junín se aprecia el crecimiento de estos comercios que se pueden encontrar en distintos barrios de la Ciudad, donde hay al menos 15 locales, en los que también pueden ofrecer productos de gastronomía, como fiambres, quesos, sándwiches y café para poder degustar en el lugar o llevar.
En septiembre del año pasado, Hernán Zuccali y Julián Correa Urquiza abrieron Rosso, una tienda dedicada a la venta de fiambres, vinos de distintas marcas, café y productos de primera calidad, ubicada en la tradicional esquina de General Paz y Remedios de Escalada de San Martín.
En diálogo con Democracia, Zuccali explicó que este boom se trata de un fenómeno que se dio en pospandemia: “La gente está más volcada a salir y la gastronomía es uno de los objetivos.
“La propuesta nuestra es de bar con vinoteca, fiambrería y productos gourmet. Tenemos vinos de bodegas boutiques de pequeñas producciones, y bodegas no conocidas, para brindarle al cliente la opción de conocer los tantos productores y algo distinto que no se ve en las góndolas de supermercados”, señaló.
E informó que se busca que “la gente pueda elegir su vino y tomarlo en el lugar, acompañarlo con gastronomía o llevarlo. Tenemos quesos y fiambres de niveles Premium”.
Y agregó: “Ofrecemos un bar con sándwiches diferentes, picadas, delicatesen y vinoteca con etiquetas de bodegas boutique. Hay muchos nuevos proyectos en vinos y lo bueno de las bodegas boutique es conocer la esencia de cada una y lo que ofrece”.
Además, destacó que hoy “se extendió mucho lo que son los viñedos, con pequeños proyectos en lugares impensados”.
Por último, afirmó que “la idea nuestra es que haya etiquetas distintas y que prueben cepas distintas. Los productores se están animando a sacar cosas nuevas, como vinos rosados, naranjos o espumantes con cepas no tradicionales. Nuestra idea es tener alternativas”.
Al respecto, desde la tienda Charly's Liquor Store (que tiene dos sucursales en avenida San Martín 313 y Arias 34), explicaron a Democracia que “hay mucha cultura del vino y hay gente que sabe más de vino que nosotros que los vendemos”.
Además, destacaron que es muy buena la aceptación por parte del cliente y que “hay mucha gente que está experimentando con otros tipos de bebidas como el vermut o el gin, entre otras”.
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