Siembra de soja y maíz: Año Nuevo llegó con lluvias, pero todavía se necesita agua
La titular de la Federación Agraria Junín, Rosana Franco, dijo que “fue poca a escasa, de entre 8 y 15 milímetros”, según la zona y que “ayuda para seguir esperando”. No obstante, serán necesarias más precipitaciones para poder revertir el complejo escenario de déficit hídrico.
La sequía sigue golpeando al campo y cada lluvia se convierte en todo un acontecimiento que da respiro en la zona núcleo.
Las precipitaciones ocurridas entre el 31 de diciembre y el 1 de enero trajeron alivio al sector al permitir el avance de las siembras de soja y maíz, al mismo tiempo que posibilitaría amortiguar las mermas que podrían darse en el rendimiento de los cultivos. No obstante, serán necesarias más lluvias para poder revertir el complejo escenario de déficit hídrico.
Al respecto, la titular de la Federación Agraria Junín, Rosana Franco, manifestó a Democracia que “la lluvia fue poca a escasa, de entre 8 y 15 milímetros”, según la zona y que “ayuda para seguir esperando”.
Y aclaró que “por supuesto que contribuye a crecer las pasturas, soja y maíz”, pero que “los pronósticos indican calor y poca humedad”.
Pérdidas
Al igual que el trigo, el 80% del maíz temprano que fue sembrado en la zona núcleo ya está perdido, según indicó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
A su vez, el reporte señaló que el estado del cereal “es 30% malo, 50% regular y 20% bueno” en la principal región agrícola del país. De este modo, los cultivos están atravesando pleno período crítico en “un escenario de sequía grave”.
En este contexto, los asesores en los alrededores de Cañada Rosquin y Rosario, en la provincia de Santa Fe, afirmaron que ya han tomado la decisión de picar algunos lotes.
“Podrían alcanzar entre 10 a 30 quintales por hectárea. Con estos rindes, son cuadros que también consideramos como perdidos. Solo el 20% restante podría alcanzar los 40 a 60 quintales”, indicó el informe.
Hasta en el noroeste bonaerense (Junín y la Región), donde los lotes de maíz temprano recibieron algunos milímetros extras, la situación es también es muy delicada.
“Estamos entrando a floración con el potencial de rinde ya muy dañado. Estimamos rindes de 60 a 70 quintales por hectárea”, explicaron los asesores desde General Pinto.
Mientras que, en lo que respecta al maíz tardío, hay 550.000 hectáreas que restan implantarse.
Fin de año con hectáreas sin sembrar
En una semana, el avance de la siembra en Región núcleo fue de tan solo un 3% y aún restan concretarse un 42% de la superficie intencionada.
“Hay localidades donde la escasez de humedad a la siembra no les ha permitido siquiera comenzar con la labor”, detalló el reporte. En este marco, el centro-sur de Santa Fe es el sector que acusa el mayor retraso, con apenas un 10% de avance.
A su vez, el extremo sur santafesino y el noreste bonaerense tienen la mitad de la superficie sembrada. Mientras que el noroeste bonaerense ya ha podido terminar con la labor y el sudeste cordobés “le pisa los talones con un 70% sembrado”.
La soja
En Cañada de Gómez advirtieron que la situación de los cultivos de verano va “de mala a catastrófica”, y que “solo un milagro endereza esto”.
En los 15 años de seguimientos que realiza la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), indicaron que jamás se observó que antes de cerrar el año haya “semejante nivel de hectareaje en condiciones regulares a malas”.
Ya se trata del 58% de la soja de primera. En una semana subió un 9% el área afectada.
De este modo, 200.000 hectáreas más pasaron a “malas condiciones” y la región totaliza 600.000 en situaciones críticas. Mientras que otras 200.000 se sumaron a la “condición regular”, sumando 1,8 millones de hectáreas en este estado.
Se calcula que 100.000 hectáreas deberán resembrarse. En Cañada Rosquín, solo por el atraso del crecimiento vegetativo, ya se estima una baja de un 30% del rinde potencial de la soja de primera.
En San Gregorio y Marcos Juárez, lotes sembrados en octubre ya se encuentran iniciando la floración con un crecimiento mucho menor que lo normal: no alcanzan a cerrar en el entresurco. “Los grandes calores en estadios tempranos son los responsables del escaso crecimiento y la floración anticipada”.
Restan sembrarse 400 mil hectáreas de soja
Entre zonas atrasadas y lotes que tienen que resembrarse, el 8% del área de soja, de primera y de segunda, sigue en la espera. Varios productores decidieron no seguir sembrando. Ante la imposibilidad de recuperar lo invertido, muchas explotaciones agropecuarias de punta del noreste de Buenos Aires determinaron no invertir en el contexto de escasez de agua.
La expectativa por las lluvias es generalizada. En Bigand, sur de Santa Fe, la fecha máxima a la que puede esperar el productor, aspirando a un rendimiento razonable y rentable, es hasta el 10 de enero”, detalló.
En El Trébol esperarán hasta el 15 de enero para sembrar los lotes de segunda que faltan. En Marcos Juárez, sudeste cordobés, cuentan con precipitaciones que permitan terminar con lotes de soja que restan implantarse.
Los que tienen la intención de retomar luego de un poco de lluvia no cambiarán de cultivo, ya que la oleaginosa es la alternativa de menor inmovilización de dinero.