Paco el Loco, un negocio tradicional de Junín que acompañó a varias generaciones
Desde el ramo de novia hasta la ropa para la escuela, el comercio situado en Sáenz Peña 221 cubrió siempre un amplio espectro y atesora antigüedades que hacen a la historia juninense.
Con 65 años de historia, Paco el Loco, local que pertenece a la familia Bocaccio y está situado en Roque Sáenz Peña 221, en Junín, es dueño de un rico acervo y varias curiosidades que hacen a la idiosincrasia de la ciudad.
En diálogo con Democracia, Edmundo Felipe Bocaccio y su hija Florentina recordaron que la firma Paco el Loco ya existía en la década del 30, su fundador fue Francisco Sebastián Medina. “En el ’57, mi abuelo vino desde Pehuajó y compró el comercio. En sus orígenes, fue un local mucho más chico y estaba situado en Sáenz Peña 156. Hasta que, en la década del 70, compramos este local”, afirmó Florentina.
Y agregó: “Acá funcionaba un reconocido local de Junín, Foto Haylli, que, si se presta atención, todavía se pueden ver en los vidrios la marca del nombre”.
“Cuando llegamos, todas las personas conocían el lugar como Paco el Loco, además, había cuatro líneas de colectivos y todos en el techo llevaban la publicidad del local, ibas al ferrocarril y veías el nombre también ahí y así en un montón de lados, entonces no era conveniente cambiarle el nombre”, afirmó Edmundo.
Y añadió: “Ellos -por sus hijos- nos dan una mano muy grande, al igual que nuestra empleada, que hace 15 años que trabaja con nosotros, entonces este legado sigue manteniéndose. Tuvimos épocas muy buenas y otras como la que estamos transitando ahora, que va de regular a mala”.
Rescate emotivo
“Muchos entran con sus hijos o nietos y miran algunas de las cosas que dejamos como decoración, que son antiguas, y te dicen ‘acá compré mi ramo de novia’, o ‘el moño para la comunión’, a veces me comentan que se acuerdan de mi abuela atrás del mostrador y eso la verdad que es muy emotivo y gratificante para nosotros”, expresó Florentina.
La pandemia obligó a muchos comerciantes a difundir sus productos en las redes sociales y crear estrategias específicas de marketing. “Tuvimos que adaptarnos a las redes, la verdad que éramos medios reacios, pero nos sirvió muchísimo, pudimos mostrarle al cliente la mercadería, teníamos días donde hacíamos encuestas, por ejemplo, qué objeto es este, ya que tenemos muchos accesorios antiguos, como la horma agrandadora de sombreros, la hiladora de puntos de medias”.