Existen más de 1400 especies de murciélagos en el mundo, de las cuales 68 se encuentran en Argentina y unas 17 en la provincia de Buenos Aires. Por lo general, la intención de las personas es eliminar a estos mamíferos. La principal causa son los mitos urbanos y el desconocimiento hacia ellos. Es importante saber que, se trata de una especie con una gran importancia ecológica que contribuye a mantener el equilibrio del ecosistema.
El doctor Julio Ferrero, director general de Zoonosis y Bromatología en Junín, dijo en diálogo con Democracia que, matarlos es un error. “Los murciélagos son totalmente inofensivos ante la gente, eso de que se te meten entre el pelo o que chupan la sangre es todo un mito que no existe”, expresó Ferrero. La mayor parte de estos quirópteros son insectívoros y frugívoros, es decir, comen insectos y frutas. Solo tres especies son hematófagas, o lo que es lo mismo, vampiros.
Es cierto que chupan sangre, pero no sangre humana. Estas tres especies atacan a “animales a campo abierto que no pueden defenderse, como vacas o caballos”, explicó el doctor Ferrero. Además, la cantidad de sangre que extraen del animal es mínima, casi imperceptible, y la propia saliva del murciélago es anestésica, para que el animal no sufra cuando le hacen un pequeño corte con los incisivos y lamen su sangre.
En cuanto a las especies insectívoras, “comen su mismo peso en insectos. Por lo que, en una noche, un solo murciélago es capaz de comer hasta mil mosquitos”, comentó Fererro. Siendo así mucho más eficaz que cualquier insecticida que se pueda comprar. Razón de más para no matarlos al ver alguno en el jardín o en los árboles cerca de las casas.
Rabia
Sin embargo, sí existe un riesgo a tener en cuenta al tratar con estos pequeños mamíferos voladores. “Entre el 1 y el 5% tiene rabia” y pueden contagiar al ser humano. Eso sucedería en el caso “de que te muerdan o bien que te laman una herida. Porque la rabia es una zoonosis que se transmite de los animales a las personas; ósea los gatos, los perros, los zorros… nos pueden contagiar rabia”, explicó Ferrero.
Es difícil que un murciélago nos muerda a no ser que nosotros lo ataquemos. Pero siempre está la posibilidad de que el resto de animales domésticos, como gatos y perros, se acerquen a ellos si los encuentran tirados en el suelo; heridos, sin poder volar o muertos. En ese caso, siempre hay que usar guantes para tocar al animal, y llamar al equipo de zoonosis Junín para que vayan a buscarlo, indistintamente de si todavía vive o no. La probabilidad de que nos contagie la enfermedad un murciélago en vez de un perro no es la misma.
En primer lugar, porque no se trata de mascotas con las que estamos en constante contacto y, en segundo lugar, porque no sabríamos identificar los síntomas de un murciélago con rabia, por el contrario, si podemos identificar cuando nuestro perro o gato “se comporta raro”.
En consecuencia, es importante tener en cuenta que la rabia es una zoonosis que se puede manifestar en un margen de una semana a diez años. Eso significa que “dentro de cuatro años tu gato un día se porta raro, y resulta que se está despertando la rabia. Te va a morder o rasguñar y ahí te va a contagiar. Eso hace la peligrosidad de esto”, argumentó el doctor.
Hace unos días, en Junín se detectó un caso positivo de rabia en un murciélago, el cual estuvo en contacto con un gato. “El felino hizo una cuarentena de 45 días tras haber tomado las precauciones necesarias, para asegurarse de que no fue contagiado de rabia y, por tanto, no pueda trasmitirlo a ningún humano”, declaró Ferrero.
Cómo actuar
No es ningún secreto que muchos de los edificios de Junín tienen problemas con los murciélagos, principalmente los que se encuentran en el centro de la ciudad. Al preguntar por ellos, la respuesta siempre es la misma, “el otro día se metió un murciélago en mi casa”.
En el caso de que eso sucede, la recomendación no es “echarlos con una escoba”, sino que es mejor dejarlos ahí. Van a estar escondidos en el mismo lugar, durmiendo durante el día y se van a ir solos a la noche siguiente en busca de comida. Una vez que salgan de una casa es poco frecuente que vuelvan a entrar. Suelen estar en las ventanas, taparrollos o entretecho. Lugares donde puedan desplazarse y lanzarse hacia abajo para tomar velocidad y poder volar. Una “técnica ecológica de echarlos” es permitirles la salida, pero taparles cualquier entrada nueva. Y así una vez que salgan de noche no vuelven.
Aparte, no existe un remedio ‘milagroso’ para enfrentar a estos animales. Al preguntar a expertos en plagas si existe algún método para eliminarlos su respuesta es negativa.
“Como mucho se puede usar bolsitas de naftalina como repelente para murciélagos. Pero lo más eficaz es no permitirles la entrada cerrando y sellando todos los lugares chiquititos y, por ende, posibles entradas”, explicaron para Democracia. “No hay nada milagroso para los murciélagos, si te dicen eso, es mentira”.
A lo que el doctor Ferrero añadió que “no podemos hacer ninguna otra cosa que echarlos, no podemos matarlos bajo ningún punto de vista ni tampoco queremos”.
Ferrero asegura que los murciélagos no hacen ‘nada de nada’. Incluso aunque el murciélago ‘esté rabioso’, no te va a agredir, a no ser que lo molestes, al igual que sucede con el resto de animales.
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