Tras la ola de calor que afectó a Junín y gran parte del país, ayer volvió a llover en la zona núcleo, en el contexto de una sequía muy marcada que afectó al trigo implantado y generó grandes pérdidas.
Según informaron, en poco más de 12 horas, cayeron 50 milímetros en promedio, cuando para todo diciembre se necesitaban precipitaciones contundentes, estimadas en alrededor de 100 milímetros, para finalizar la implantación y asegurar el buen estado de la soja de primera, que continúa con un muy marcado retraso.
Como informó Democracia, la oleaginosa había empezado a sembrarse a raíz de las lluvias que llegaron a fin de octubre y principio de noviembre, y en menor medida el maíz.
Al respecto, la titular de la Federación Agraria filial Junín, Rosana Franco, sostuvo a este diario que la lluvia de ayer fue “bastante dispar”, pero que es “muy importante”. Y agregó que “es buena para continuar con la siembra de soja y falta aun el maíz. Toda la lluvia que venga de hoy en adelante es importante”.
Ya se sembraron 1,2 millones de hectáreas
De esta manera, en la principal zona productora del país, que comprende el norte de Buenos Aires, centro-sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba, se sembraron durante la semana pasada 1,2 millones de hectáreas y se llegó a cubrir el 75% de la superficie estipulada para el cultivo en la región, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
No obstante, ese salto en los trabajos de implantación de la oleaginosa aprovechando la más mínima presencia de humedad en los suelos, la BCR prevé que durante diciembre se sembrarán un millón de hectáreas, lo cual es algo "inédito" para la región y que tendrá su impacto en el rendimiento.
Es por eso que las lluvias serán cruciales durante el próximo mes para permitir que se completen los trabajos de implantación y asegurar el buen estado de los cultivos. Según los ingenieros de la entidad bursátil, "si en diciembre no llueven 100 milímetros (mm), la situación se va a poner muy grave para todos los cultivos del área".
Pero, según un informe, desde la BCR ven difícil que se alcance tal volumen: "Puede haber eventos extraordinarios, tal como lo que pasó con los 90 mm que recibió Pergamino (en las lluvias de hace dos semanas). Pero no es un cambio de tendencia, es un evento".
"Es probable que próximamente se verifique un mayor enfriamiento en Pacífico. Cambios en las condiciones globales no aparecen a la vista. Vamos a quedar bastante por debajo (de la media de 120 a 160 mm de la región para diciembre) si seguimos como hasta ahora. La situación que plantea el clima a los cultivos es realmente muy compleja este año", se advirtió en el trabajo.
En lo que va de noviembre el acumulado de precipitaciones promedio para la región se ubicó en 70 mm, cuando el histórico mensual es de 110 a 130 mm. En cuanto a las temperaturas, durante los últimos diez días la región experimentó "niveles muy elevados" que estuvieron entre 35ºC y 38ºC.
"La situación es muy grave, estamos entrando en un periodo muy demandante: sólo para compensar las pérdidas de evapotranspiración teniendo en cuenta la necesidad de una pradera permanente se necesitan alrededor de 5 mm diarios en el suelo. Si los cálculos se hacen teniendo en cuenta los valores de temperaturas y la de radiación solar de estos días son 7 mm diarios", alertaron.
A nivel nacional, la situación es parecida, con retrasos en la implantación de los cultivos de verano muy marcados. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), a la fecha sólo se implantó el 19,4% de las 16,7 millones de hectáreas de soja estipuladas, lo que determinó un retraso respecto de la campaña anterior de 20 puntos porcentuales, con las mayores demoras registradas en los núcleos productivos del centro del área agrícola nacional: el centro-norte de Santa Fe, el norte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
Sin embargo, llegó el alivió en cuanto a precipitaciones en diversas zonas del país, con el paso de un frente de tormenta, que produjo lluvias en el sudoeste del área agrícola, mientras que el noroeste de su extensión recibió un aporte de precipitaciones desde el trópico.
Emergencia por sequía
La Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios recomendó, ayer, declarar el estado de emergencia agropecuaria por sequía a otros municipios bonaerenses (13), tras la solicitud del ministro de Desarrollo Agrario provincial, Javier Rodríguez.
El Gobierno provincial ya había declarado la emergencia para esos distritos el 11 de noviembre pasado y brinda asistencia a los productores afectados. La reunión estuvo encabezada por el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, y contó con la participación de Rodríguez y sus pares del resto del país.
La resolución comprende a los distritos San Pedro, Rojas, Salto, Ramallo, Junín, Arrecifes, Alberti, Chascomús, Suipacha, Lobos, San Vicente, Magdalena y Dolores. Buenos Aires se convierte así en la primera provincia en obtener tratamiento de la emergencia por la sequía que afecta a la región por parte del Gobierno nacional.
Una vez que avance la recomendación de la Comisión, los productores y productoras de esas localidades que hayan sido afectados por la sequía podrán acogerse a los beneficios contemplados en la Ley 26.509, entre ellos la prórroga de los vencimientos de los pagos de los impuestos a las ganancias, a la ganancia mínima presunta y de bienes personales; la prórroga del pago de los vencimientos de deudas bancarias (con un plazo de hasta 48 cuotas); la suspensión durante el plazo de la emergencia de la iniciación de los juicios de ejecución fiscal para el cobro de los impuestos adeudados y la paralización de los juicios que estuvieran en trámite con el mismo fin.
El 11 de noviembre último, el gobernador Axel Kicillof había declarado la emergencia agropecuaria por sequía para esos 13 distritos bonaerenses y anunciado asistencia financiera para los productores afectados. De esta forma, aquellos productores que hayan visto afectado entre 50% y 79% de su producción o capacidad de producción serán considerados en estado de Emergencia Agropecuaria y se les otorgará una prórroga del pago del impuesto Inmobiliario Rural.
En tanto, aquellos productores que hayan sufrido una afectación de entre 80% y 100% entrarán en la categoría de Desastre Agropecuario y serán eximidos del pago del impuesto rural, en proporción al porcentaje de afectación. Además, el Gobierno provincial puso a disposición distintas líneas de financiamiento para mitigar el impacto de la emergencia climática que afectó a estas regiones, destinadas principalmente a pequeños y medianos productores.
El Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense ofrece un Aporte no Reintegrable para la Agricultura Familiar ante eventos climáticos adversos que otorga montos de hasta $200.000, destinados a la recomposición de la infraestructura dañada, la adquisición de insumos productivos para reiniciar el ciclo de producción y la reposición de animales muertos o afectados.
También cuenta con una Línea de Financiamiento Ante Eventos Climáticos Extremos con montos de hasta $1,5 millones y tasa de 35% para el reinicio del ciclo productivo, y otra de Financiamiento para Prevención y Mitigación de Emergencias.
Por su parte, el Banco Provincia cuenta con Financiamiento para Afectados por Fenómenos Naturales para solventar el costo de reparación de los daños materiales sufridos en los inmuebles o en un vehículo de su propiedad -siempre que no hayan sido cubiertos por la compañía de seguros-, con una tasa de interés fija de entre 37% y 39%; y además ofrece una línea de financiamiento específica para Emergencia por Sequía.
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