Los precios estratosféricos que se observan en las vidrieras juninenses, sumados a la caída del poder adquisitivo del salario, se reflejan en un estancamiento del consumo. Es que, según el Indec, el rubro indumentaria y calzado registra subas por encima de la inflación (ver gráfico).
Democracia realizó un relevamiento por los comercios de la zona céntrica de nuestra ciudad y recogió, en diálogo con propietarios y empleados, una percepción concordante: las ventas no repuntan, aunque mantienen la esperanza de que llegue el alivio para el sector con las fiestas de fin de año.
Ante esta situación de crisis y caída en las operaciones, son varios los locales que ofrecen descuentos en efectivo o con la Cuenta DNI del Banco Provincia, promociones por la postemporada otoño-invierno, y otros con la temporada 2023, pero, aun así, la mayoría de los consultados coincidieron en que “las ventas no son como antes” y que la gente va “a lo puntual”.
“Solo lo necesario”
“Mucha gente entra a consultar por los precios y evalúa si realmente lo necesita o no. La ropa pasó a ser algo que ya no es indispensable. Antes, por lo general, los fines de semana eran los días donde más ventas había, pero ahora eso cambió. Si bien hay ventas, no son cómo hace unos meses, por no decir hace un año atrás”, comentó una vendedora de un local situado en Roque Sáenz Peña.
Por otro lado, la vendedora de un local que se encuentra situado sobre 25 de Mayo, indicó: “Los clientes cuando preguntan por los precios, se sorprenden, para bien. Es que nosotros, por ejemplo, tenemos vestidos de fiesta que no superan los $20.000. Hoy una prenda como esa no se consigue por ese precio. La realidad es que esperamos que, tanto para las fiestas de egresados como para Navidad y año nuevo, las ventas mejoren”.
Hay comercios que se fueron reinventando y sumaron, por ejemplo, la venta de accesorios o prendas puntuales para esta época del año, como vestidos de fiesta para las chicas que egresan, mientras que otros ya están realizando el ingreso de indumentaria para Navidad y año nuevo, con la esperanza de que las ventas aumenten.
En un local de una conocida marca nacional, situado en Roque Sáenz Peña, que estaba muy concurrido, una de las empleadas afirmó a este diario: “Mucha gente viene, pregunta y en varias ocasiones se prueba la prenda, pero el 70 u 80 por ciento de las veces queda solo en eso, en probarse. El otro 10 o 30 por ciento, si hay promoción con algún banco o descuentos en efectivo, quizás de los cinco productos se terminan llevando uno o con suerte, dos”.
Y agregó: “Tengo entendido que para las fiestas va a haber más promociones, con tarjetas, efectivo, 2x1, pero todo eso es a confirmar. Estamos a casi un mes y no tenemos nada definido. Esperemos que con eso aumenten un poco las ventas y sea el empujón para seguir con un buen 2023”.
Cabe destacar que, hace un mes, el ministro de Economía, Sergio Massa, les advirtió a las empresas textiles que abriría la importación de indumentaria y les quitaría varios beneficios fiscales si no moderan los aumentos de precios de la vestimenta.
Precios “por las nubes”
Según el último informe del Indec, la inflación general de octubre fue del 6,3% (ver página 9), mientras que el incremento el rubro indumentaria y calzado trepó al 6,8%. El aumento del precio de la ropa ya se había reflejado en agosto pasado, cuando el rubro “prendas de vestir y calzado” subió un 9,9 por ciento y se posicionó por encima del nivel general, que alcanzó el siete por ciento.
En septiembre aumentó 10,6 por ciento, muy por encima del 6,2 por ciento de la inflación promedio. A causa de esto, el Gobierno se reunió con el sector y realizó la firma de un acuerdo que consiste en el compromiso de que 60 marcas de ropa congelarían sus precios desde el 5 de septiembre último al 1 de diciembre próximo.
Por otro lado, la segunda cláusula cita que, desde la fecha mencionada del mes de septiembre y por el plazo de 180 días, los precios se adecuarán en relación con la variación del tipo de cambio oficial.
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