El municipio de Junín proyecta llegar a las 500 cámaras de seguridad, instaladas en el Partido para diciembre de 2023, cuando actualmente hay 280 dispositivos en funcionamiento, entre lectoras de patentes y filmadoras panorámicas.
Así lo afirmó a Democracia el secretario de Seguridad, Andrés Rosa, quien recibió a Democracia en el Centro de Operaciones y Monitoreo, junto al director del área, Marcelo Loyola; al coordinador del COM, Raúl Orrico, y subsecretario de Control Ciudadano, Mario Olmedo.
Entre los nuevos aparatos planeados para el próximo año, tres serán colocados en la localidad de Morse y dos en Fortín Tiburcio, que se suman a los instalados en los pueblos de Agustín Roca, Agustina y Saforcada. Al respecto, Loyola manifestó que “tiene que haber una firme decisión política del Gobierno en invertir en seguridad y acá en Junín esa decisión está. Por ejemplo el Centro de Monitoreo es un centro modelo. Es algo que sucede en el mundo desarrollado”.
“Hay una planificación y antes de fin de año la idea es llegar a las 300 cámaras y creo que las vamos a estar pasando, porque, además, los que estamos en seguridad queremos más cámaras, más patrulleros y policías”, agregó.
La tecnología aplicada a la seguridad “es lo que te resuelve los problemas, como una cámara, con un seguimiento. Las cámaras van siendo como un teléfono: no son las mismas las que compramos en 2015 a las que se instalan hoy, ya que tienen otra definición y hay lectoras de patentes”, explicó.
“Ese avance de mayores recursos para tener mayor seguridad -por ahí- suele decirse que está relacionado con mayor inseguridad, pero yo lo relaciono con el mayor desarrollo. Junín es una ciudad que está creciendo a pasos agigantados e incluso el crecimiento, en las ciudades del interior, es un poco desordenado”, indicó.
En el perímetro del casco urbano “por ahí hay manzanas que no tienen una sola casa y después tenés un macizo de cuatro manzanas con propiedades. Y se hace difícil llegar con servicios y también con la seguridad, por ejemplo con los patrulleros. Por eso yo creo en la tecnología aplicada a la seguridad”, subrayó.
Al respecto, Orrico reconoció que “hay algunas cámaras que proyectamos y en el medio surgen eventualidades por lo que tenemos que instalar otros dispositivos para dar una respuesta. En un 90 por ciento se conectan a través de fibra óptica y el resto con Acerca”. También, “se hizo una charla con la gente de Red Power y en los lugares donde está esa empresa, llegamos con su fibra óptica para poder llegar a más lugares con el servicio y darles solución a los vecinos, por ejemplo en el barrio San Carlos”, indicó.
Cómo trabaja el COM
Las cámaras aportan información en el 80% de las investigaciones -por delitos- llevadas a cabo por el Departamento Judicial y las fuerzas de seguridad pública. Es que tras un robo, hurto u homicidio, se realiza el seguimiento desde el Centro de Monitoreo, en el marco de un minucioso y comparativo de imágenes por parte de los operadores.
Los trabajadores, además, tienen contacto con el sistema 911, por lo que -ante cualquier hecho divisado en la vía pública pueden dar aviso a efectivos policiales para que se dirijan al lugar.
En efecto, Orrico explicó que, por ejemplo, tras un robo, “con las cámaras se hace un seguimiento durante el antes y el después del hecho, con el análisis de las situaciones”. Cuando no hay una cámara del COM en el lugar del ilícito, “se puede hacer el relevamiento con cámaras privadas y con eso nos sirve para empezar con las cámaras del COM de las inmediaciones”, informó.
“Hay un trabajo de analítica de imágenes permanente para poder entregarle la secuencia armada al personal de comisaría para que procedan”, agregó. Según indicó, se trabaja de dos maneras. La primera, se da a través de un oficial de policía presente en el COM, que está conectado a la capa de emergencia radial (con un handy) con uniformados en la vía pública. “Si el operador detecta un accidente o robo, automáticamente le avisa al oficial de policía que, a su vez, se conecta vía radial al centro de despacho para que los oficiales se dirijan al lugar”, dijo el coordinador del COM.
En el segundo caso, “el llamado se produce al 911 por parte de un ciudadano y el despachador informa a la capa de emergencia radial sobre el evento y nosotros nos abocamos a observar por las cámaras”, agregó.
Una base de operaciones
El director de Seguridad expresó que la posibilidad de interactuar con los móviles que recorren el partido de Junín, hace que “el Centro de Monitoreo se convierta en una base de operaciones, donde pasan todas las cuestiones que suceden”. Por eso, “Raúl (Orrico) tiene cada vez más gente para analizar las imágenes de las cámaras, trabajando codo a codo con la DDI, el Gabinete de Prevención Comunitaria, y el Comando de Patrullas”, agregó.
“Es una base de operaciones que está conectada con el sistema 911. Por ejemplo si hay un robo en proceso, se envía el evento al personal policial. Esto no significa que se puedan interceptar los delincuentes en flagrancia en todos los delitos, pero te da la posibilidad de analizar las imágenes desde antes y después del hecho”, destacó.
“El delincuente de hoy hace inteligencia y en una investigación, también, nos apoyamos en las cámaras de los vecinos, además de las del COM. El malviviente quiere saber dónde están las cámaras”, manifestó.
2700 llamados
Según informó Rosa, por mes en Junín hay un promedio de 2700 llamadas al 911 y que cerca de un 50 por ciento “tiene que ver con conflictos vecinales y violencia de género; y supuestas violaciones de perimetrales de acercamiento”.
Ante cada llamado, “el móvil tiene que ir y hacer un cierre, al igual si hay un accidente doméstico o de tránsito; denuncia por música alta o alarmas sonando de viviendas y bancos; Ante todo eso también hay que atender al delito lo que requiere móviles y personal policial. Hay un desgaste de los recursos humanos y económicos”, subrayó.
El trabajo del policía
Si bien, en líneas generales, el patrullero debe dirigirse a una dirección por un hecho delictivo o accidente vial denunciado al número telefónico 911, “en una emergencia de salud o si se cayó una persona (accidente doméstico) también llaman a la policía que hace el primer avance hasta que llega la ambulancia”, manifestó Loyola y agregó: “Por ejemplo, hoy, la policía está en una emergencia de salud, ya que la gente en vez de llamar al 107, llama al 911”.
“Hay una empatía en el ciudadano que genera confianza con la policía y la tarea nuestra es que la gente recupere la confianza en su policía”, expresó. Por eso, “cuando vamos a los barrios, lo hacemos con los comisarios, y los jefes de patrulla para que el vecino conozca, y para trabajar en conjunto”, continuó.
“La base de la sociedad es la familia, y hay situaciones muy precarizadas. En medio de todo esto buscamos tener una policía más profesional y con mayores recursos, junto al Centro de Monitoreo”, indicó.
Es por eso que se trabaja “mucho” en la capacitación de las fuerzas porque “el policía tiene que estar preparado para los diferentes hechos. Cada llamado al 911 es una denuncia y hay que resolverla. El policía hace de ambulancia, te asiste, contiene, apaga el fuego y traslada caballos sueltos. Hoy el 911 abarca y engloba todo y está bueno que se centralice todo en un número”, concluyó Loyola.
Falta de patrulleros
Según dijo Loyola, “hace cuatro años que no recibimos policías ni patrulleros, que son móviles que recorren hasta 300 kilómetros por día y hay que renovar esa flota automotriz. Esos kilómetros se van sumando y un auto modelo 2016 hoy tiene 400 mil kilómetros”.
Al respecto, Rosa informó que “en este momento tenemos tres Toyota Etios detenidos porque no hay repuestos a raíz del cierre de importaciones y se da esa problemática”.
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