Aunque las autoridades traten de restarle importancia al hecho, la sociedad juninense en su conjunto se mostró ayer conmocionada y sorprendida por el rapto de la pequeña de diez años, ocurrido el viernes último, en la puerta del Colegio Parroquial San José, ubicado en Alem 588, en Junín.
Si bien ahora es tarea de la Justicia determinar si se trató de una privación ilegítima de la libertad o de un secuestro (ver infografía), lo cierto es que la niña fue llevada por la fuerza por un desconocido, y el hecho marca indudablemente un antes y un después en nuestra ciudad.
La menor fue llevada a la rastra desde la puerta del establecimiento educativo hacia la zona de avenida San Martín, pasando Primera Junta y luego República, en inmediaciones –según el relato de la víctima al que tuvo acceso este diario- del club Independiente de nuestra ciudad.
La información se pudo constatar porque la niña –que ayer seguía con asistencia psicológica y todavía muy golpeada por lo sucedido- concurre a las instalaciones de esa institución deportiva.
Y además, cuando se refirió al lugar hacia donde se dirigían, afirmó textualmente que iban “hacia la pileta”, un sitio que ella conoce bien.
En la zona de la avenida, un grupo de jóvenes que circunstancialmente pasaban por el lugar llegó a advertir que la situación que vivía la niña era muy sospechosa e hicieron el ademán de llamar por teléfono, lo que habría hecho desistir al captor de su accionar.
La justicia deberá investigar ahora si el sujeto la soltó al verse intimidado o si la niña logró zafarse.
Según pudo averiguar este diario, la nena tiene una de sus muñecas lastimadas por la presión que ejercía el sujeto sobre su brazo.
En el trayecto de vuelta, la menor fue identificada por otra mamá del colegio, que estaba al tanto de lo sucedido, y la subió a la camioneta que conducía y la devolvió a sus padres.
Como publicó ayer este diario, la menor relató con detalles precisos las características de su captor y los dramáticos momentos vividos, lo cual facilita la tarea policial y hace pensar a los pesquisas en un resultado positivo, en el menor tiempo posible.
De lunes a jueves, ni bien salía del colegio, la niña iba hasta el jardín, ubicado a escasos metros de allí, a buscar a su hermanito. Los viernes, en cambio, esperaba a su madre, identificada como Daniela Delfini, de 33 años, en el colegio.
Pero el viernes se confundió y, creyendo que era jueves, fue a buscar a su hermanito. Por eso se desencontró con su mamá que había ido a buscarla a la escuela como todos los días. En ese instante el malhechor aprovechó para llevársela.
El agresor de la niña, informó a este diario Delfini, llevaba puesta una “gorrita y un cuello, rengueaba”, y su edad aproximada sería de unos 35 años.
“Inimputable”
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que el sujeto que se llevó a la niña este viernes, a las 17.10, y la mantuvo cautiva durante un lapso de aproximadamente 30 minutos, es un desequilibrado (con problemas psiquiátricos) hecho que lo haría –explicaron fuentes judiciales- “inimputable”.
“Esto no significa que de ser identificado vaya a quedar libre”, explicó la fuente, sino que deberá ser sometido a tratamientos de contención psiquiátrica.
Los investigadores creen haber identificado al sujeto, que estaría cercado, pero están esperando que la víctima y los testigos del caso amplíen su declaración.
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