El presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, visitó ayer Junín en el marco de los festejos por el Día del Agricultor, y ofreció una conferencia de prensa en el Hotel Colón, donde llamó a no adoptar posturas maniqueas y centrarse en el reclamo gremial para evitar “especulaciones políticas”.
“Terminemos con ese verso de que los chacareros votamos o no votamos, votamos a favor o en contra. Eso es irrelevante. Fue un verso hace dos años y sigue siendo un verso hoy. Somos 250.000 productores en todo el país. Con mujeres e hijos somos un millón de personas. Hay 20 millones de personas votando, de los cuales un 50% votó a Cristina Fernández. De manera que si el campo votó o no votó es un tema secundario. Lo que el campo necesita es que sigamos cumpliendo nuestra función, nuestra misión”, afirmó.
“Debemos ser productores de alimentos, de riquezas, de empleo, debemos ser generadores de arraigo y debemos ser una esperanza para la juventud. Lo que necesitamos es reinstalarnos en el lugar que nos corresponde y que las políticas giren en torno a que se desarrolle el pequeño y mediano productor, que no desaparezcan. Esa tiene que ser nuestra reflexión en el marco del festejo por el Día del Agricultor”, consideró.
Durante la conferencia, Buzzi estuvo escoltado por el titular de FAA en el ámbito local, Adrián Bocchini; por el director y titular de la Comisión de Lechería de la entidad, Guillermo Giannasi; y por la síndico suplente de FAA, la linqueña Yanina Forconi.
“Nosotros no fuimos los derrotados”
“Nuestro deseo principal es el de poblar los pueblos con riqueza, y no estar vinculados a las especulaciones políticas”, afirmó, y agregó que “no puede pasar que si uno se reúne con algún ministro lo tilden de oficialista o que se empiece a decir que a uno lo compraron. Tenemos que recuperar nuestro lugar y que se nos respete”.
“Nosotros no nos hacemos cargo de la derrota de la oposición. Nosotros no fuimos los candidatos: fueron Ricardo Alfonsín, Francisco de Narváez, Eduardo Duhalde y el resto. Nosotros no fuimos los derrotados. A veces nos tratan como si fuéramos los coordinadores de espacios políticos. Pero creemos que hace falta cambiar las políticas agropecuarias independientemente de quiénes gobiernen”, señaló.
El campo hoy
“Las políticas agropecuarias de hoy están sumergidas en un proceso de concentración con un fuerte desplazamiento de los productores tradicionales. Como dice el plan estratégico agroalimentario habrá mucha producción, pero con cada vez menos productores. Y sí habrá un gran avance de los pooles de siembra. Los precios internacionales son buenos y es probable que continúe el crecimiento del sector, pero hay que tratar de que los beneficios lleguen a todos. Y no como hasta ahora, que por ejemplo, uno ve azorado la cantidad de plantas de silos que tiene Cargill. Esos son los grandes ganadores”, resumió.
Y añadió: “Debemos trabajar en una ley de arrendamiento. La tierra quedará en el país, pero si seguimos como hasta ahora el resto será todo de los pooles. Hasta acá, a 7 u 8 años de gestión, los principales ganadores son los grupos económicos concentrados. Hay que democratizar el uso de la tierra y en este sentido yo siempre digo que Cristina (Fernández de Kirchner) está para el bronce pero debe modificar estos puntos.
Ley de Tierras
“Es un pasito que venimos reclamando desde hace mucho tiempo. Encaramos el tema en 2002. Es parte del trabajo que venimos desarrollando en los últimos tiempos. Y por suerte la presidenta respondió a nuestro reclamo. Incluyendo una charla que tuvimos con Néstor Kirchner. La Ley de Tierras no es otra cosa que poner límites a la venta de tierras, pero no es un proceso de democratización. Porque con eso sólo no estamos desarrollando un modelo distinto. La Ley de Tierras es un avance, pero no es suficiente”, dijo.
“En las próximas dos décadas vamos a superar los 9 mil millones de habitantes en todo el mundo. Hace un mes atrás nació el niño 7 mil millones. Por eso los que están viniendo a comprar tierras no son aventureros, no están improvisando, sino que saben muy bien lo que hacen. Y este tema hace nueve años que está presente pero está cajoneado. Nosotros estamos preocupados por la riqueza que hay detrás de la extranjerización de las tierras”, manifestó.
Contradicciones K
“Somos respetuosos del resultado de las elecciones, pero creemos que hay muchas contradicciones. Por ejemplo el tema de la industrialización de la ruralidad se contradice con el poder que tienen los grandes grupos concentrados. Y esto no quiero que se entienda como una política de oposición sino que estamos manifestando la postura de una organización gremial”, afirmó.
“El Gobierno dice las cosas a medias y se monta en los discursos. En los hechos no existe coincidencia con las cosas que se expresan. No se va a fondo, sino que se tratan aspectos parciales. La Presidenta tiene un alto consenso en la sociedad y tiene la posibilidad de ir a fondo”, opinó.
Autocrítica
“A nivel personal considero que desde 2009 venimos actuando de un modo que no es conveniente. Nos envalentonamos por aquel voto de Julio Cobos, vinimos haciendo de coordinadores de partidos políticos de la oposición y dejamos de cumplir nuestro rol. En un momento determinado influimos en la sociedad y hubo un enojo hacia un señor de mirada extraviada que decía que éramos golpistas y muchas cosas más. Entonces siete de cada 10 bonaerenses votaron en contra de él. Y la Mesa de Enlace fue un instrumento eficaz al momento de resistir agresiones”, explicó.
“En el 2010 murió Néstor Kirchner, apareció Julián Domínguez para apaciguar y comenzó una política de menos confrontación. Hoy tenemos una especie de solidaridad con la viuda. Esas dos cosas ponen a la Mesa de Enlace al desnudo, y queda en evidencia que pensamos distinto. La esencia es distinta, pero los productores nos dicen que debemos mantenernos juntos, por si volvemos a ser atacados. La Mesa de Enlace fue una herramienta para encontrar institucionalidad en un momento muy anárquico del país, y en ese sentido sirvió. Es un nucleamiento listo para ser utilizado ante cualquier otra nueva agresión”, afirmó.
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