Las adversidades climáticas de la Zona Núcleo incidieron para conformar "el peor escenario para la siembra de granos grueso de los últimos 27 años", y con "el invierno más seco desde 1995", señaló la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En este sentido, dirigentes rurales y productores agropecuarios de Junín calificaron de “extrema” a la sequía que no solo afecta a los cultivos, sino a las pasturas para el ganado. “Se acaba la reserva de forraje”, alertó al titular de la Federación Agraria local, Rosana Franco. Y agregó que “no retoñan las pasturas”, al mismo tiempo que manifestó: “Este calor complica más aun la situación. Es muy preocupante la sequia”. “Es una situación que hace años que no se registra con tanto déficit de lluvia”, subrayó.
En ese marco, las senadoras por la Cuarta Sección electoral, Yamila Alonso y Érica Revilla, confirmaron que pidieron que actúe la Comisión de Desastre Agropecuario para acompañar al sector en exenciones impositivas y la conformación de un fondo de asistencia a los productores con recursos derivados de los derechos de exportación vigentes (retenciones). "Lo peor que nos puede pasar a los bonaerenses es no entender la situación, minimizar los riesgos y darnos cuenta de las consecuencias con los hechos ya acaecidos", expresaron las legisladoras de Juntos, representantes de los distritos de Junín y General Arenales, respectivamente.
“La región núcleo, en un 80% en sequía”
De acuerdo con el último informe de la Guía Estratégica para el Agro, "la región núcleo está en un 80% en sequía, 15% en escasez y 5% en regular en los mapas de reserva de agua en los suelos". "Hay que retroceder hasta 1995 para encontrar un trimestre tan seco y con reservas de agua en el suelo tan escasas para el arranque de la campaña de granos gruesos", dijo el consultor Alfredo Elorriaga.
La BCR indicó que la situación es la consecuencia de "atravesar el invierno más seco desde 1985 y el efecto arrastre de falta de lluvias del otoño y verano". En ese sentido, se precisó que "por ejemplo, en Rosario y alrededores los milímetros acumulados desde el 21 de junio hasta la fecha ascienden a 4,8", lo que representa "el valor mínimo desde 1961 y está muy lejos de los 86 milímetros como promedio estadístico invernal", en tanto "el comportamiento de las lluvias en casi todas las ciudades de la franja central de la región pampeana fue similar".
"Según los modelos de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), la continuidad del forzante Niña estará acompañándonos hasta diciembre de 2022", señaló el consultor José Luis Aiello. Al respecto, sostuvo que "los mecanismos de escala regional se volverán muy dependientes de los cambios de circulación que proponga la transición invierno-primavera, que es cuando normalmente las masas de aire tropical adquieren mayor presencia".
Por su parte, Elorriaga acotó que "este otoño fue frío y seco, al igual que la primera parte del invierno", lo que provoca "una inercia en la circulación que podría hacer que la primera parte de septiembre no tenga un comportamiento atmosférico eficiente para recomponer la oferta de agua". "Es razonable suponer que durante la segunda parte del mes se desarrollará algún evento con mejor cobertura y volumen", pronosticó.
Las exportaciones de trigo caerán US$525 millones
Por los efectos de la sequía en la región agrícola núcleo, que ocasionará una merma en la cosecha, las exportaciones de trigo 2022/2023 caerán en US$525,9 millones. En rigor, pasarán de los US$4537,4 millones en 2021/2022 a US$4011,5 millones. Así surge de un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que detalló cómo se llegará a esa merma.
De acuerdo a la entidad, que prevé una reducción en la cosecha de 23 millones de toneladas el año pasado a 17,7 millones de toneladas en el ciclo actual, como consecuencia de rindes promedio que por la falta de lluvias bajarán de 35 a 31 quintales por hectárea, las ventas al exterior se reducirán con una menor producción de 15 a 12 millones de toneladas.
La BCR ya había reducido para la Argentina de 6,9 millones de hectáreas el año pasado a 5,9 millones de hectáreas la siembra de trigo. Un millón de hectáreas menos. En tanto, por diferentes pérdidas el área cosechada finalmente terminaría siendo de 5,7 millones de hectáreas.
La Niña, que ocasiona lluvias por debajo de lo normal, está afectando por tercer año consecutivo a la producción agrícola. Más del 70% de los suelos en la zona núcleo se encuentran bajo sequía mientas en las últimas semanas se dio inclusive un “quiebre” en el trigo, ya que subió 15% la cantidad de lotes regulares y malos. Además, se sumó el golpe de una dura helada de la semana pasada. “El efecto de la helada fue en contraposición a lo ocurrido en la semana anterior, en donde hubo días de altas temperaturas que alcanzaron los 30 grados”, advirtieron en la entidad.
De acuerdo a la Bolsa rosarina, desde fines de agosto y principio del actual el trigo sembrado en mayo último viene atravesando una etapa crítica para la definición del rendimiento. En ese contexto, la escasez de precipitaciones complica al cultivo. Para la entidad, con este escenario y ante el aumento de los costos del cultivo “es probable que los productores disminuyan el uso de insumos, principalmente fertilizantes, ya que estos además han encarecido su valor y presionan al alza los precios del grano”.
Para el trigo, el fertilizante es importante para completar la refertilización, pero la falta de agua dificulta esta estrategia. En tanto, la BCR analizó cómo viene el ritmo de comercialización para la campaña 2022/23 del cereal. Al respecto, señaló que "las compras de trigo 2022/23 se estancaron respecto a la campaña 21/22". “Al 31 de agosto, los datos arrojan un valor de compras internas y DJVE por 5,23 millones de toneladas, frente a las 6,03 millones de toneladas exhibidas en el ciclo anterior”, indicó el reporte de la Bolsa rosarina.
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