El Gobierno formalizó la creación del Programa de Incremento Exportador, mediante el cual se aplica un tipo de cambio de $ 200 por dólar para las exportaciones de soja con el objetivo de acumular divisas y reforzar las reservas del Banco Central, a través del Decreto 576/2022 publicado, ayer, en el Boletín Oficial.
La medida, dispuesta "de manera extraordinaria y transitoria" y que se extenderá hasta el 30 de septiembre, fue anunciada, anteayer, por el ministro de Economía, Sergio Massa, tras ser acordada con los principales complejos exportadores, que se comprometieron a vender soja y productos derivados por al menos US$ 5.000 millones, de los cuales se espera "una liquidación de US$ 1.000 millones en las primeras 72 horas de vigencia” de la medida.
La adhesión al Programa "será voluntaria, pudiendo acceder al mismo los sujetos que hayan exportado en los últimos 18 meses inmediatos anteriores a la vigencia del presente decreto, las manufacturas de soja y derivados”.
Para inscribirse en el mismo, los interesados deben, en la web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), seleccionar la opción "Características y Registros Especiales del Servicio Registral" y, dentro de allí, la solapa "Programa de Incremento Exportador".
El programa contempla las liquidaciones de divisas que se realicen hasta el próximo 30 de septiembre y, como requisito, los adherentes deben contar con las registraciones de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE). Asimismo, como incentivo, los productores que efectúen ventas de soja para exportación “a corredores, acopiadores, cooperativas, exportadores e industriales” para operaciones del Programa y que no sean inferiores al 85% de la producción de sus cosechas 2021-2022, pueden acceder "a los beneficios y programas que establezca la Secretaría de Agricultura” para la campaña 2022-2023.
Al disponer la medida, el Gobierno consideró que el aumento en el ingreso de divisas “contribuiría a aliviar el impacto negativo en las importaciones locales de la suba en los precios de combustibles y energía que afecta severamente la disponibilidad de reservas”. Asimismo, se indicó que “todo estimulo exportador” al sector “redunda en ingresos fiscales incrementales a través del cobro de los derechos de exportación y que los mismos pueden ser destinados a atender a la población más afectada por la alta inflación y la pérdida de poder adquisitivo”
En ese sentido, con los mayores ingresos obtenidos por la apreciación cambiaria, se dispuso en el decreto la creación del Fondo Incremento Exportador, el cual recibirá una proporción de la recaudación que se obtenga de los derechos de exportación de la soja liquidada.
El mismo financiará “una prestación monetaria extraordinaria no contributiva y de alcance nacional que asegure una adecuada alimentación para las personas en situación de extrema vulnerabilidad”, para la cual –anticipa el decreto- se tendrá en cuenta si el beneficiario posee “alguna prestación por desempleo o programa social”.
Por su parte, también se financiarán “programas que estimulen la producción y el desarrollo de pequeños y medianos productores y de economías regionales”.
La normativa, que rige a partir de ayer, autoriza al Ministerio de Economía a emitir letras en dólares a 10 años “por hasta un monto tal que cubra la diferencia patrimonial por las operaciones del presente decreto acaecidas al Banco Central”.
En Junín “matizan” la eficacia
En diálogo con Democracia, Andrés Moutous, presidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó que “parece al menos un reconocimiento de que hay algo que está mal”. Sin embargo, aclaró: “No creo que sea la solución y la medida es solo para una parte del sector. Además, el hecho de que sea solo para la soja incentiva la siembra de soja y deja de lado al resto de los cultivos, que están mucho más afectados por las trabas del Estado”. Y el dirigente local agregó: “Claramente no es una solución de fondo y es de muy corto plazo. No es lo que venimos reclamando, que son reglas claras de largo plazo”.
Rosana Franco, titular de la filial juninense de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia: “Sigue siendo una medida temporaria. Se necesita abrir cuentas nuevas, llamadas cuentas chacarero, pero no se abren rápidamente. Hay poca soja en poder del productor”. Y ahondó: “El ministro Sergio Massa trata de ser conciliador con el campo, pero la realidad es que el Gobierno hizo esto por una necesidad económica. Lo preocupante es que las economías regionales no fueron incluidas”.
Rodrigo Esponda, productor y concejal de Juntos, afirmó a este diario: “Se implementó un dólar para los hidrocarburos, para la minería, para la industria del conocimiento, y ahora otro dólar para la soja. Es un reconocimiento de que el sistema no está funcionando y por eso tuvieron que poner tantos parches”. Y añadió: “Es un error creer que el campo es sólo dólares. Cuando los que gobiernan solo ven en el campo una caja, creen que la soja es lo único que hay en el campo, porque es lo único que les está dando volúmenes de dólares. El campo tiene un montón de economías regionales que están padeciendo lo mismo que la soja y no están siendo atendidas porque no aportan volumen al Banco Central, que es lo que están pretendiendo”.
“Por lo tanto, no es un plan ni una estrategia para potenciar la agroindustria, sino que es una estrategia para levantar las reservas en el corto plazo, que evidentemente están agotadas, con un Banco Central quebrado. Creo que va a haber un poco más de ventas, pero no va a ser lo que espera el Gobierno, la gente va a seguir vendiendo lo que necesite vender para afrontar sus gastos”, afirmó el edil carriotista.
“El otro problema grande es que, sin que haya mercado en Norteamérica, que es el que fija el precio de la soja, la soja en la Argentina ya bajó, entre 12 y 20 dólares, sin ningún tipo de argumento. El argumento es que ayer (anteayer) estaban sentados los exportadores y se están abusando de este potencial que tienen sobre el productor, bajando el precio de la soja, porque saben que el productor va a tener que vender”, advirtió.
“Es una lástima, porque no hay un proyecto, no hay un plan a futuro, sino simplemente parches para tratar de tirar un mes más”, cuestionó.
Bahillo: “Mejora los ingresos en un 40%”
El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, sostuvo ayer que la aplicación de un tipo de cambio de $ 200 por dólar para las exportaciones de soja es “muy buena para el sector del agro”, porque aseguró que “mejora aproximadamente en un 40% el ingreso de los productores”. En ese sentido, señaló que “un dólar a $200 es como si no hubiera retenciones, pero como es una medida transitoria hasta el 30 de septiembre se puede volver rápidamente al esquema anterior”. “Es llegar al mismo lugar, pero por otro camino”, agregó.
“La respuesta dada por el Gobierno al sector se suma a la del corte del biodiesel y las exportaciones de carne vacuna” como parte de la agenda de trabajo que desarrollan desde el Ministerio de Economía, aseveró el funcionario. Y sostuvo que se trata de “una muy buena decisión de nuestro gobierno de mejorar el ingreso de los productores”, porque puntualizó que “por cada tonelada vendida, los productores ahora van a cobrar alrededor de $ 70.000, cuando venían cobrando cerca de $ 52.000”.
“Esto mejora en un 40% aproximadamente el ingreso de los productores dejándolos en mejores condiciones de cara a fortalecer la campaña de la cosecha gruesa que está empezando en estos días”, aseguró el secretario. Además, explicó que “esto genera una mejora en lo que son las reservas del Banco Central, de esta liquidación que estimamos por alrededor de US$ 5.000 millones, con lo cual esto aporta estabilidad, previsibilidad y confianza hacia el Gobierno”.
El programa también tiene otro vector que “es la promoción de las economías regionales y apoyo para aquellos productores que ya hayan vendido su cosecha”. Bahillo precisó que “aquel productor que vendió el 85% de su cosecha y las economías regionales van a ser alcanzados por futuras medidas del fondo que se conformen a partir de la liquidación por esta mejora en el ingreso a los productores de soja”.
Asimismo, señaló que “se contempla la creación de un programa para atender a las personas de extrema vulnerabilidad social, que serán alcanzadas por otros planes, con lo cual tiene un componente para atender lo social”.
Bahillo aseguró que “para nosotros es impensado querer sostener el crecimiento del país sin un aporte gravitante del sector agroalimentario. Nuestra matriz productiva actual nos indica que no hay manera de que al país le vaya bien si al sector agroalimentario -ya sea el primario, los productores o las cadenas que industrializan- no les va bien. La suerte de todos nosotros está atada a la de ellos”.
Por último, adelantó que se van a reunir con diputados para lograr “un consenso final sobre el proyecto de ley que promueve las exportaciones del complejo agrobioindustrial”.
“La ley da algunas ventajas en términos impositivos, de amortizaciones rápidas para las inversiones que promueve el sector; contempla mejoras para las economías regionales.; y da previsibilidad para las inversiones a largo plazo. Es un proyecto que ha sido trabajado por más de 30 instituciones”, concluyó Bahillo.
Según Solmi, permitirá "el ingreso de US$5.000 millones"
El secretario de Relaciones Institucionales de la Secretaría de Agricultura, Jorge Solmi, aseguró ayer que el dólar soja anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, permitirá “el ingreso de US$ 5.000 millones y el aumento de los derechos de liquidación”.
Solmi explicó que la medida abre “la ventana de vender soja por parte de los productores durante todo septiembre, que va a ser liquidada a un dólar de $ 200”.
“Esto significaría pasar de $ 53.000 que se está cobrando la tonelada a más de $ 70.000”, remarcó. “Como contrapartida –agregó– esta liquidación permitiría el ingreso de US$ 5.000 millones y, por supuesto, el aumento de los derechos de la liquidación, de la exportación”.
En este punto, Solmi puntualizó que “los argentinos no vamos a ver influencia en los precios internos porque son granos y productos básicamente para la exportación”. Además, subrayó que “se crea un fondo para también darle mayor competitividad a los sectores de economía regionales que tienen ciertos problemas de competitividad para la exportación”.
Esto se debe a que “la medida tiene previsto fundamentalmente la venta porque esta es una época en la que se requiere de la venta para poder sembrar la cosecha gruesa”, señaló el secretario de Relaciones Institucionales de Agricultura.
“Hacer una hectárea de maíz cuesta unos US$ 600 o US$ 300 la de trigo, sin contar el pago de alquileres para el productor que tiene que hacerlo; entonces, esto le va a permitir a los productores poder vender”, remarcó.
En números, Solmi graficó que “hoy un productor cobra $ 50.000 o $53.000 la tonelada y va a pasar a cobrar unos $ 70.000 hasta el 30 de septiembre, y con esto va a poder comprar los insumos para poder sembrar la cosecha”.
COMENTARIOS