Lejos todavía de la salida de la crisis económica, en las ciudades de la Región continúa abriéndose camino una tendencia creciente al emprendedurismo, como un intento de reacción ante la creciente pérdida del poder adquisitivo de los salarios, como consecuencia de la inflación.
Un síntoma de esta incipiente realidad es percibido en el sector inmobiliario, en donde reconocen un sensible incremento de la demanda de alquileres de locales comerciales, como una especie de "efecto rebote" de las post-pandemia de Covid-19.
"Aumentó la demanda de alquileres de locales comerciales, es una realidad. Hay gente que intenta independizarse económicamente y quiere potenciar un emprendimiento", afirmó a Democracia Luciano Diflavio, referente del mercado de la compraventa y alquileres de inmuebles.
"El hecho de que los salarios hayan perdido frente a la inflación perjudica a los asalariados, pero quizás al sector comercial lo ayuda un poco más, siempre y cuando se mantengan las ventas", agregó.
En ese punto, el alquiler en el rubro comercial resulta algo más ventajoso que el de los inmuebles, ya que en el sector destacan que no se ve afectado por la actualización de los valores, de acuerdo a la Ley 27.551, que según se estima, superará en agosto el 60% de incremento.
"En el caso de los locales comerciales, al regirse por un acuerdo entre partes con relación a los incrementos, también impacta positivamente sobre la demanda", insistió Diflavio.
Por su parte, Daniel Di Palma, otro representante reconocido en la actividad inmobiliaria local, coincidió con la visión de su colega, y subrayó a Democracia que "la demanda es creciente en todos los rubros, en lo que tiene que ver con alquiler de locales comerciales".
"Es algo que se viene viendo en los últimos meses y, particularmente, en el último mes de agosto se notó todavía más", afirmó.
"Hay una alta demanda para los tiempos que vivimos de post-pandemia. Con la reactivación de las actividades, lo primero que se notó es una gran disposición de interesados por locales comerciales en la ciudad de Junín, así como también en lo que respecta a galpones en la Ruta Nacional 7 y el Parque Industrial", insistió Di Palma.
En el mismo sentido, describió que las consultas se concentran "en el área centro y comercial, tanto en Avenida República como en calles Roque Sáenz Peña, Rivadavia, Intendente de la Sota y Benito de Miguel", en donde comienza a confeccionarse "una extensa lista de interesados".
Así como lo remarcó Diflavio, también Di Palma reconoció que las ventajas normativas de la operación de alquiler de local comercial con respecto a los inmuebles habitacionales, en la medida en que se permite que los incrementos en los valores mensuales se definan a partir de un "acuerdo entre partes", favorecen a cierta dinamización de la actividad.
En cuanto a los precios, en el sector coinciden en que un local que promedia entre los 30 y los 60 metros cuadrados oscila entre los $45.000 y 70.000. Asimismo, las consultas abarcan los distintos tipos de rubros a los cuales se pretende destinar el local, desde gastronomía y otros servicios hasta venta de todo tipo de productos.
¿Qué ocurre en la Región?
El panorama en las ciudades del Noroeste bonaerense se presenta similar al de Junín, con una marcada suba de la demanda de locales para alquiler.
En Chacabuco, desde Inmobiliaria Ortega confiaron a Democracia que "hay un aumento de las consultas", que vienen de la mano de "algunos emprendimientos nuevos" que asoman en la ciudad.
"Hay demanda, tenemos algunos emprendimientos nuevos. Tenemos el caso de un local de electrodomésticos, que supera los $100.000, pero también otros alquileres más chicos, que van desde los $20.000 a los $70.000 mensuales", precisó Jorge Ortega, titular de la firma, quien afirmó que "hubo un rebote pos-pandemia que se notó".
En la misma sintonía que otros referentes de la actividad, Ortega advirtió que "el alquiler comercial escapa de las dificultades que la plantea la ley actual para las viviendas, que complicó mucho al inquilino".
"El alquiler comercial se pacta entre partes para lo que tiene que ver con la actualización, entonces hay más margen para el acuerdo y tanto el propietario con el inquilino tienen más certeza de lo que puede pasar", explicó.
En Bragado, la ocupación de locales comerciales, según aseguraron fuentes del mercado inmobiliario, "volvió prácticamente a la normalidad", con relación a la época anterior a la pandemia.
"Los locales que habían quedado desocupados en la pandemia de coronavirus, se fueron recuperando, al menos en la zona céntrica de Bragado y hoy estamos en la normalidad de ocupación", aseguró a Democracia Néstor César Savalio, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre.
En la ciudad bragadense, los precios de los locales para alquiler van desde los $30.000 para arriba y en algunos casos alcanzan los $200.000. No obstante, Savalio aclaró que "quedan pocos" disponibles "porque se han ido ocupando, al menos los céntricos".
Por otra parte, y a tono con el panorama de ciudades vecinas, reafirmó que las operaciones de alquileres comerciales exhiben un nivel de actividad superior al de los inmuebles habitacionales.
"La Ley de Alquileres afecta a los habitacionales, por esa razón es que tenemos hoy tantas casas como departamentos en venta. El negocio de los alquileres en cuanto a lo habitacional ya no sirve, lamentablemente, dejó de ser redituable", admitió Savalio, al mismo tiempo que señaló que "lo que ha quedado como renta son los locales comerciales", en donde los precios y actualizaciones "se pueden pactar libremente entre las partes".
El escenario no varía sustancialmente en Lincoln, en donde aseguran que "hay movimiento" en cuanto a demanda de locales comerciales, aunque admiten que "la oferta es corta". "Hay un movimiento interesante, es real, como también lo es que empezó a reactivarse después de la pandemia", explicó a Democracia Andrés Albertengo, propietario de la inmobiliaria del mismo nombre.
En lo que atañe al distrito linqueño, Albertengo aseguró que "hay algunos locales disponibles para el alquiler, pero son pocos, y también es verdad que los precios han aumentado significativamente". Sin embargo, el ritmo de la actividad contrasta con lo que sucede con los alquileres de inmuebles habitacionales, en donde también en Lincoln -como en cualquier punto de la Región y el país-, la Ley N° 27.551 significó un cambio sustancial en las reglas del juego.
"La Ley de Alquileres complica un poco las cosas, tanto para el propietario como para quien desea alquilar. Con la devaluación, el propietario sabe que en pocos meses pierde un porcentaje importante del alquiler, al tratarse de una actualización anual", reflexionó.
De esta manera, por afuera de los alquileres comerciales, Albertengo subrayó que todavía mantienen cierto vigor las ventas que están "por debajo de la línea de los 180.000 dólares", aunque siguen postergadas "las ventas grandes" y las operaciones de alquileres de inmuebles, ralentizadas por los términos de la ley vigente.
Así, pese al contexto inflacionario, la demanda de locales comerciales para el impulso a nuevos emprendimientos parece posicionarse como una "nueva normalidad" en la Región, ya con la situación sanitaria estabilizada y con un sector comercial que sigue buscando su plena recuperación.
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