Las empresas cerealeras que manejan el negocio de la exportación de granos reclamaron ayer que el Gobierno baje las retenciones temporalmente o que aplique un bono fiscal para incentivar a que los productores liquiden la producción que tienen en silo bolsa, por temor a una devaluación. Así lo indicó Gustavo Idígoras, el presidente de la Cámara Argentina de Exportadores de Cereales (Ciara), quien advirtió que aún estando en temporada alta de cosecha la mitad de las fábricas que se dedican a producir aceite y harina de soja están paradas.
"Bajar las retenciones temporalmente puede ir por encima de las expectativas devaluatorias", señaló Idígoras en declaraciones radiales, en las cuales afirmó que una medida de ese tipo implica un costo fiscal.
El empresario también consideró que el Gobierno podría emitir "un bono fiscal" en favor de los productores para que puedan pagar impuestos, con un sistema similar al programa Refino Plus para las empresas que invierten en Vaca Muerta.
El grano sin vender
Idígoras precisó que hasta el momento los productores liquidaron entre 28 y 29 millones de toneladas de soja mientras que en el caso del maíz el gobierno habilitó un registro de 2 millones de toneladas para exportación sobre un cupo de 6 millones, quedando 10 millones. Según un informe de la Fundación Mediterránea, la venta de poroto de soja cayó más del 30% desde junio porque los productores creen que al gobierno no le quedará otro camino que acelerar la depreciación del peso.
Se señala que se vendió menos del 30% de la cosecha, cuando debería haber llegado al 50%. En el Banco Central estiman que los productores retienen unos US$ 3.000 millones en soja que se podría haber liquidado ya. El informe estima que, de venderse casi 800 mil toneladas semanales de soja en mayo, se pasó a 540 mil en las últimas 4 semanas de junio y la primera de julio, una contracción del 32% en los volúmenes comercializados.
A fines de junio solo se había vendido el 27% de la cosecha de soja (11,4 millones de toneladas), cuando históricamente para esa fecha este porcentaje es del 45%. Queda por liquidar el 73% de la producción, la cifra más alta de las últimas 15 campañas. En cambio, no sucede lo mismo con el maíz, que mantiene un ritmo normal de venta. A fines de junio se llevaban comercializadas 25 millones de toneladas del ciclo 2021/22, aproximadamente el 50% de la cosecha esperada.
Igual, se espera que la venta se demore ante un proceso de depreciación cambiaria y de tasas negativas contra la inflación.
Críticas en Junín
“Los exportadores, como siempre, están pensando en hacer negocios, tienen soja comprada, la quieren exportar con menos retenciones y hacer un diferencial mayor de precios”, afirmó el productor rural y concejal por Juntos Rodrigo Esponda.
“Nunca están en la búsqueda de soluciones definitivas, nunca están pensando en ver cómo hacemos para producir más. Están viendo cómo ganar más, sin pensar en el país. Lamentablemente, todas las medidas a las que apuntan tienen referencia con esto, van acomodándose a las circunstancias de cada poder político, pero siempre pensando en sus ingresos y no en el desarrollo del país y la generación de empleo”, cuestionó.
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