Marcelo Lombardo, responsable de la firma linqueña Mega.
Marcelo Lombardo, responsable de la firma linqueña Mega.
PANORAMA ECONÓMICO

Las trabas a las importaciones golpean a la actividad industrial de la Región

Empresas de Junín y cámaras de la zona admiten inconvenientes vinculados con la situación macroeconómica y piden "reglas de juego claras". "Hay incertidumbre y falta de horizonte", advirtieron desde el Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense.

Las medidas de restricción a las importaciones, que en las últimas semanas vienen tensando el debate sobre el rumbo de la política económica a nivel nacional, también mantienen en estado de alarma a las empresas y cámaras comerciales e industriales de la Región.

Tal como viene informando Democracia, el incremento en las medidas de control sobre bienes e insumos que ingresan al país comienza a generar faltantes de materiales e insumos, lo que amenaza con afectar el ritmo de producción de las firmas radicadas en Junín y la zona. 

El problema penetró con mayor fuerza en la agenda de la opinión pública desde el discurso de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, durante el acto del 20 de junio en la sede de la CTA de Avellaneda, cuando denunció la existencia de "un festival de importaciones", como la causa central del desequilibrio fiscal y la escalada inflacionaria del país.

La tensión aumentó con las salidas de Matías Kulfas y Martín Guzmán de los ministerios de Producción y Economía, respectivamente, y el arribo de sus reemplazantes, Daniel Scioli y, en los últimos días, Silvina Batakis. 

A la espera de que los lineamientos políticos de los nuevos funcionarios comiencen a develarse con mayor precisión, en el mundo industrial regional levantan la guardia y hablan de "incertidumbre" y "falta de horizonte" para la planificación de la actividad. 

Entre los rubros afectados, la metalurgia comenzó a reportar problemas vinculados con la falta de materiales o subas de precios, que incluso se dispararon hasta el 100% en la última semana. Según explicó a Democracia Claudio Perkusic, gerente de la empresa Perkusic Hnos SRL, se registró un fuerte incremento en los materiales pesados que no se fabrican en el país, como vigas T y W, mientras que "en la parte de ferretería, las maquinarias eléctricas, como taladros, amoladoras y demás herramientas eléctricas de mano, los importadores no las están entregando ni están pasando precios".  

En esa línea, Perkusic explicó que "están faltando materiales y es un problema importante", a la vez que señaló que "todo lo que entregan las empresas Acindar y Siderar, ya sea fierros, alambres, caños, chapa o perfiles, es a cuentagotas, por la incertidumbre que se vive, porque hoy en día están atados al dólar oficial, pero no se sabe por cuánto tiempo".

No obstante, si bien se descuenta que la ralentización del flujo de importaciones terminará afectando a la actividad, es una realidad que por el momento no se percibe en el nivel de la demanda. "Hay mucha gente que tiene pesos y quiere desprenderse de ellos, por temor a una devaluación, entonces eso favorece todavía a la demanda, pero estamos muy preocupados, porque se nos hace difícil planificar, incluso de aquí a un mes. Todo es el día a día", insistió.

A pocos kilómetros de Junín, en Chacabuco, la Cámara de Comercio e Industria local comentó a Democracia que la problemática afecta a una de sus firmas asociadas, que utiliza material metalúrgico para la fabricación.

Por otro lado, aclararon que si bien el tema se viene debatiendo en el ámbito de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, pero lamentaron que "las entidades intermedias no pueden dar una respuesta que deben dar los gobiernos". 

"Lamentablemente, vemos que se toman decisiones detrás de un escritorio, sin conocer la realidad de las empresas. Muchas de las medidas que se toman están alejadas de las necesidades del sector industrial", cuestionó Andrés Capuzzi, titular de la Cámara chacabuquense, quien no ocultó su malestar por las últimas declaraciones de la ministra Batakis, en las que trazó cierta correspondencia entre la escasez de dólares y el turismo en el exterior y planteó que “el derecho de viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo".

"Al no haber políticas económicas, los responsables terminan siendo siempre los empresarios o las personas que se van de viaje", cuestionó la autoridad de la Cámara, al tiempo que advirtió que "la situación del comercio y la industria en Chacabuco sigue siendo similar a la de los últimos meses, sabiendo que va a estar peor".

En Lincoln, la firma Mega es otro de los actores relevantes de la economía en la Región, aunque, en su caso, los inconvenientes llegaron de la mano del contexto internacional, primero con la pandemia de Covid-19 y luego con la guerra en Ucrania, antes que por las variables macroeconómicas del país. 

Desde comienzos de los años 2000, la empresa Ingeniería Mega se instaló en el sector industrial linqueño y logró desarrollar un novedoso sistema de secadoras de granos, que hasta entonces no existía en el mercado.

Más recientemente, una segunda firma, Mega Energía, se abrió paso en el rubro de energías renovables, a través de la fabricación de parques fotovoltaicos. 

Consultado por Democracia, Marcelo Lombardo, uno de los responsables de la empresa, señaló que, al menos hasta el momento la rutina no se ha visto mayormente afectada por inconvenientes vinculados con las importaciones, aunque subrayó que "sí hay faltantes de materiales, en lo que tiene que ver con electrónica".

No obstante, Lombardo consideró que "es un problema de escala global, que en Argentina puede verse agravado" y retrotrajo su origen a la época de mayor impacto de la crisis sanitaria. "Durante la pandemia se agotaron los stock de estos materiales y no se pudieron reponer", afirmó.

"Sabemos que hasta que se normalice, va a llevar un tiempo. Con los importados, sabemos que vamos a tener problemas, si bien todavía no lo estamos sintiendo", advirtió. 

Con presencia marcada en distintos países del mundo, Lombardo insistió en que las hostilidades en Europa del Este aparecen hoy para su firma como un obstáculo más importante que la situación económica interna: "Lo de la guerra sí fue un golpe, porque Rusia y Ucrania son mercados importantes y tenemos máquinas fabricadas que no podemos entregar".

"Falta de reglas claras"

En Bragado, la visión planteada por la cámara comercial e industrial local dista de la de otras entidades vecinas, aunque reconocieron que el gobierno tiene "poco margen de maniobra" para evitar que la situación se complique en los próximos meses.

De acuerdo con el Centro Único Comercial e Industrial, "la mayoría de las industrias del distrito están stockeadas y estuvo invirtiendo en herramientas que pudieron importar al dólar oficial". 

Entre los principales actores de la economía del distrito, aparece la empresa Conbra (Confecciones Bragado), fabricante de la marca de indumentaria Le Utthe, que viene avanzando en su proyecto para instalarse en el Parque Industrial.

"Desde nuestra perspectiva, el impacto de las importaciones se va sentir más en la mercadería importada que va directamente al sector comercio y no así en la industria.

Pensamos que hay un tiempo de 50 o 60 días para la nueva ministra de Economía (Batakis), en el que deberá presentar un plan y sortear vencimientos de deuda", aseguró a Democracia el secretario del CUCI Bragado, Guillermo Anso. 

"Si logra pasar ese tiempo, deberíamos tener un panorama mejor o algo de certidumbre, de no ser así se va complicar", evaluaron desde la entidad, que la semana pasada participó de una reunión con Hacienda, en la que se discutió el atraso cambiario y "la dificultad de corregirlo", teniendo en cuenta "el fantasma de una inflación de tres dígitos". "Hay poco margen de maniobra para la gestión económica en este contexto", insistieron desde el CUCI Bragado.

Para el Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense, en cambio, "el término que mejor se ajusta a la descripción del escenario actual es el de incertidumbre".

"Hoy estamos viviendo momentos difíciles y el término que mejor resume el escenario actual es incertidumbre", afirmó en comunicación con Democracia Carolina Olguín, presidenta de la entidad. Por otra parte, aclaró que todavía es prematuro evaluar la nueva gestión económica, pero perdura la preocupación por "la falta de un horizonte claro" en la actividad industrial y comercial. 

"Notamos la falta de reglas claras, pero son los primero días y hay esperar a que se empiezan a conocer definiciones en las medidas y cuál es el rumbo, sobre todo con el tema de la inflación, que es la mayor dificultad que enfrenta la economía", afirmó.

"Hay que seguir de cerca las decisiones que tome la nueva ministra, pero en términos generales la palabra que mejor describe es incertidumbre y la falta de un horizonte claro en la comercialización, la cadena productiva, la cadena de pago y las políticas de exportación y de importación", insistió.

Consultada sobre el último punto, Olguín lamentó que "todo conforma un escenario de descreimiento y falta de información cierta", por lo que desde el Nucleamiento esperan "una respuesta rápida para tranquilizar la macroeconomía, que es la que se lleva puesta a la microeconomía".

A nivel nacional, la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) expuso su postura a través de un documento difundido públicamente, en el que cuestionó que "desalentar las importaciones dificultando los pagos al exterior de las obligaciones contraídas por los empresarios no pareciera ser una solución eficiente, desarrollista y de largo plazo cuyos efectos sean positivos".

El pronunciamiento de la CIRA coincidió con el discurso oficial en la existencia de "una situación agravada de crisis cambiaria", aunque sostuvo que "las importaciones no son el problema de fondo, pero si la variable de ajuste". "Estas importaciones tienen un rol trascendental en las industrias productivas, además de generar importantes niveles de empleo en el comercio y en los servicios", argumentó la entidad.

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