Juan Carlos Screpi: “El oficio del fomentista es muy desgastante, lo tenés que llevar adentro”
Es el actual presidente de la sociedad de fomento y trabaja en la zona desde hace 13 años. Dedica su tiempo al servicio de los vecinos, la cobertura de las necesidades del barrio y el impulso de los proyectos. Su testimonio, una auténtica radiografía del trabajo del fomentista.
Juan Carlos Screpi es un apasionado de su labor. Ofició como chofer de ambulancia por 38 años, es enfermero y preside la comisión directiva del barrio San Cayetano. En diálogo con Democracia, brindó detalles del intenso trabajo detrás de los vecinos, y destacó que, en tanto nexo con las autoridades, los fomentistas son “empleados municipales que trabajan gratis”.
Gestor nato, con objetivos, valores y proyectos claros, afirma que siempre mantiene “los pies sobre la tierra”, y no pierde de vista las necesidades del barrio en que trabaja diariamente desde hace más de una década. Reconoce que “el fomentismo es muy lindo” y lo demuestra en cada paso que realiza para el bien común.
Al servicio de la salud
Trabajar para los ciudadanos fue siempre el hilo conductor de la vida de Juan Carlos, quien, previo a convertirse en autoridad de la sociedad de fomento de su barrio, ejerció como chofer de ambulancia del hospital interzonal durante 38 años.
“No había ambulancias privadas, hacíamos todo nosotros”, explicó y señaló que debían atender, inclusive, los accidentes en la vía pública y las urgencias domiciliarias. Asimismo, a pesar de haberse jubilado hace una década, Screpi aún mantiene un vínculo estrecho con la salud, puesto que, de forma oportuna, ejerce como enfermero.
“Mientras trabajaba como chofer hice el curso de auxiliar de enfermería”, explicó el referente, que destacó que se trata de “un oficio que no se pierde jamás”. En efecto, tras trabajar para el Pami en los centros de jubilados, Juan Carlos atiende las necesidades de vecinos y allegados, como si el tiempo no hubiese transcurrido. “Para quien me necesita, yo estoy”, afirmó, y destacó: “No le cobro a nadie, lo mío es vocación”.
El barrio, su nueva casa
El cese de sus funciones en el HIGA lo condujo a la búsqueda de nuevos horizontes, y en 2009 comenzó a ejercer como fomentista. Dato no menor: Juan Carlos nació y se crió en el barrio Villa Belgrano, pero la cercanía con San Cayetano convirtió a su sociedad de fomento en su nuevo hogar y, desde entonces, el lugar donde trabaja incansablemente.
“Se llamó a asamblea, competimos y ganamos por amplio margen”, explicó Screpi, que, desde entonces, continúa en funciones, tras renovar, de forma periódica, el mandato. “Cada dos años llamamos a elecciones, y no hemos tenido lista opositora”, agregó.
Es ineludible que Screpi ha demostrado ser el referente y dirigente que los vecinos anhelan para su barrio, y en quien confían la gestión de las demandas, los proyectos y las propuestas. “La gente quiere que yo siga, y lo voy a hacer hasta que venga alguien que quiera el lugar”, destacó.
El trabajo detrás
Al cruzar las puertas de la sede de la sociedad de fomento se percibe el trabajo continuo y desinteresado en post del bienestar del barrio. “El oficio del fomentista es muy desgastante, lo tenés que llevar adentro”, afirmó Juan Carlos, que cumplió más de una década en ejercicio de sus funciones y reconoce que estar al servicio de los vecinos “requiere de tiempo y dinero”, así como de acompañamiento y soporte de los allegados.
“El apoyo de la familia es fundamental”, remarcó el referente, agradecido por haber podido disponer de su tiempo para atender a su vocación. “Más de una vez me ausenté a un cumpleaños o reunión familiar por estar donde me necesitaban”, agregó.
Sin embargo, tamaña tarea no goza de la popularidad esperada entre los vecinos y, aunque advirtió que cuenta con la compañía de sus colegas, Screpi lamentó que “es muy poca la gente que se quiere involucrar para trabajar codo a codo”.
Entretanto, el fomentista no pierde de vista el compromiso que implica su puesto, y se considera un conocedor de cada rincón del barrio San Cayetano. “Caminé y sigo caminando por todo el barrio, puedo decir dónde hay un pozo, dónde falta luz y dónde están altos los pastizales”, destacó.
Por su parte, el vínculo con los vecinos es, indudablemente, un aspecto fundamental del ejercicio de sus funciones, y que estos conozcan a las autoridades que intermedian y gestionan sus necesidades y reclamos es inherente a su labor. “Yo no me quedo de brazos cruzados, hago todo lo posible por hacerme conocer”, afirmó Juan Carlos, que reconoció que “en vez de llamar al Municipio directamente, muchos vecinos aún optan por acudir previamente a la comisión”.
Cambio notorio
Un antes y un después. Eso es lo esperable de una gestión que conduce un barrio, una institución, una ciudad, o un país. “Cuando llegué a San Cayetano era un barrio al que le faltaban muchas cosas”, afirmó Screpi que, a su vez, destacó que “tenía muchos terrenos baldíos, calles de tierra, y una luz cada 100 metros”.
En dicho sentido, el actual presidente de la comisión reconoció que percibe “un gran avance” desde 2009 hasta la fecha. Entre las mejoras que se destacan, enumeró el asfalto, el centro de atención primaria de la salud y la reconversión del alumbrado público, en un barrio que cuenta con 26 manzanas y aproximadamente 2500 vecinos.
“Siempre hemos pregonado ayudar a los vecinos gestionando la prevención, ya sea con moderadores de velocidad, alumbrado público o presencia policial”, señaló Juan Carlos.
No obstante, la obra pública e infraestructura no es el único eje que conduce a su gestión, sino que el bienestar y ocio de los vecinos también ocupan parte de su agenda. “Cuando llegué al barrio, no teníamos plaza”, destacó el referente, que también impulsó la creación de un potrero, donde actualmente entrenan jugadores del Club Origone. “Estoy muy satisfecho”, expresó, a propósito de que “son espacios que usan los vecinos a diario”.
Su vínculo con las autoridades
“Somos empleados municipales que trabajan gratis”, afirmó Screpi, que destacó el modo en que el fomentista es el nexo entre el intendente y los vecinos de la ciudad. En dicho sentido, reafirmó que “no tiene que existir bandería política, hay que trabajar para la gente”, pero lamentó que, aun así “hay barrios y zonas olvidados”.
De todos modos, Juan Carlos recordó que “Junín es muy grande y todo lleva tiempo”, pero se mostró conforme con la relación establecida con el municipio para canalizar las demandas vecinales. “Siempre tuve el apoyo necesario para engrandecer a mi barrio”, afirmó.
En dicho sentido, el referente mantiene una “buena relación con los jefes de servicios locales”, así como también con los demás fomentistas, lo que permite conocer otras realidades y articular los reclamos y proyectos en la ciudad.
Un referente con iniciativa
En 2018, en el marco de las elecciones de las autoridades de la Federación de Sociedades de Fomento, Juan Carlos lideró la conformación de una lista opositora a la oficial, encabezada por Osvaldo Giapor. La votación arrojó como resultado el triunfo de la línea oficial, que había bregado por la unidad.
“No tuve la suerte ni la compañía necesaria para ganar”, afirmó el referente, que destacó que “en la vereda de enfrente había un hombre que conoce mucho Junín y tiene mucha experiencia”.
Por su parte, Screpi destacó que “en este momento, la relación con la federación está cortada”, puesto que “las autoridades están hace 4 años con un mandato vencido”, que expiró hace 2 años. “Hasta que no se renueve, no reconozco a ningún representante de la institución”, afirmó. Asimismo, a la espera de una nueva convocatoria para la asamblea, adelantó que no se presentará para liderar la federación. “Los compromisos van a ser mayores, y hay aspectos que no me gustan”, destacó.
Juan Carlos es un apasionado de la política y el servicio a la comunidad. En 2018, cuando se disputaron las internas de la UCR, el dirigente integró la lista 88 como vocal titular. Al respecto, señaló que “son raíces, es lo que se lleva dentro”, pero advirtió que, a comparación de su gestión en el barrio, “son cosas distintas”, y por ello “las puertas de la sociedad de fomento de San Cayetano están abiertas a todos los partidos políticos”. La virtud de quien es apasionado de lo que hace y contempla al servicio a la sociedad como baluarte inquebrantable.