El cimbronazo que generó la renuncia del ahora exministro de Economía Martín Guzmán llegó de inmediato a la economía de la mano de la suba del dólar y la disparada de las expectativas de inflación que se tradujeron en conductas defensivas de consumidores, industriales y comerciantes.
La crítica situación cambiaria y monetaria se siente ahora en los sectores productivos y se tradujo en aumentos preventivos por parte de comercios, empresas y Pymes que perdieron referencia de precios y se cubren ante el temor a no poder reponer mercadería. Además, según indicaron a Democracia, los proveedores frenaron las ventas a la espera de recuperar referencias antes de vender la mercadería con la que cuentan.
Por ejemplo, algunos comerciantes decidieron aplicar un 20% de recargo por sobre todos los precios de lista en forma inmediata como manera de cubrirse contra lo que, temen, sea menor disponibilidad de productos, en particular importados o que dependen de insumos producidos en el exterior. Marcos Maroscia, titular de la Sociedad de Comercio e Industria de Junín (SCIJ) y responsable de una conocida cadena de ferreterías, afirmó a Democracia: “Las listas de precios ya llegaron con los aumentos actualizados, lamentablemente”.
“Tenemos la mala noticia, pero sabemos dónde estamos parados. La suba es del 15% en el rubro de las ferreterías, algunos más, otros menos, hay insumos que aumentaron hasta un cien por ciento, hay de todo. También los proveedores nos avisaron que los precios pueden variar en cualquier momento”, indicó.
Y agregó: “Se cortaron los pagos con plazos, se cortó la cadena de reposición. Uno estaba acostumbrado a trabajar a 60 o 90 días, depende de cada acuerdo con el proveedor. Cuando pasa esto, se pasa al pago en efectivo, y así estamos, viendo si comprar, si esperar, pero bueno, la mala ya llegó”.
Otros ferreteros consultados coincidieron en que las listas de precios ya se remarcaron entre un 10 y un 15 por ciento, con un dólar intermedio, entre el blue y el oficial, aunque advirtieron que, por el momento, “no hay precio o el precio es demasiado alto” por la incertidumbre en la cotización del dólar. “Vino un cliente a comprar un taladro, quería uno económico, pero no hay taladros baratos, así que llevó un taladro usado”, contó un vendedor a este diario.
Al respecto el gerente de Naldo, Luciano Ares, explicó a este diario que “nosotros estamos teniendo algunas nuevas listas de precios que van con aumento entre el 7 y 15 por ciento” y destacó que la venta “no la frenamos y se sigue vendiendo”.
“Es un escenario de mucha incertidumbre y la realidad es esa. Se espera que en los próximos días se acomode un poco todo para ver qué es lo que pasa”, manifestó.
Desde un local de blanquería y muebles, ubicado en calle Roque Sáenz Peña, reconocieron que tienen precios de la semana pasada, pero que están recibiendo una lista nueva con un aumento de entre el 10 y 15 por ciento. “El colchón que tengo en la lista nueva tiene el mismo precio que hoy tengo al público”, indicaron.
En este sentido, según indicaron de una empresa Pyme juninense de indumentaria femenina, “hay proveedores que hoy no nos quieren vender telas hasta la semana que viene a ver si cambia un poco. Ya toda esta semana no estuvieron vendiendo”.
“Hay uno solo que nos mandó lista con un 35 por ciento de recargo. Por eso no estamos vendiendo de forma mayorista porque perdemos plata. En cambio de la forma minorista no hay problema porque si perdemos, no nos va a generar mucha pérdida en grandes dimensiones”, subrayó.
Buscan stockearse
Los dos primeros días de la semana, explican comerciantes de la zona, la demanda fue enorme por parte de comercios y pymes que buscaron stockearse de insumos por temor a una suba de precios. Deshacerse de pesos para quedar invertidos en bienes.
A nivel de las cámaras, las reacciones en las calles están siendo seguidas de cerca. Matías Wilson, economista de la Cámara de Comercio y Servicios (CAC) dijo que lo que se está viendo ocurre en todos los rubros de la economía en estas horas.
“El sistema de precios es recontra complicado y está regido por la moneda. Cuando esa institución económica empieza a perder base y credibilidad, se pierden referencias. En una situación de incertidumbre política que se suma a una tendencia de inestabilidad macro, se genera una distorsión de precios, perdés la referencia y se traban las operaciones”, explicó.
Según las conversaciones que tuvo con miembros de la cámara, la aparición de nuevas listas de precios con aumentos, la salida temporal del mercado de algunos proveedores y la tendencia a cambiar pesos por bienes, es una reacción similar a la que a nivel financiero se vio con las cotizaciones paralelas del dólar.
“Algunos detienen las ventas por unos días. Pero el comercio necesita vender y, si no hay referencia, lo que suele pasar es que se cubran con aumentos. Esto no pasa en una economía que no tiene experiencia con la inflación, los argentinos conocen el paño y sus comportamientos se adaptan a eso”, dijo.“El riesgo es que se frene la actividad”, concluyó.
“Los proveedores guardan la mercadería”
Los especialistas del sector sostienen que ya entrada la semana, la actividad comercial todavía no está normalizada. “Todavía no se normalizó la cadena. Hay algún proveedor de estufas, heladeras, que empezó a dar listas de precios pero con subas del 20% al 30%. Otras directamente no venden. Están esperando ver qué pasa con la fluctuación cambiaria, muchos tienen insumos importados”, dijo Fabián Tarrío, responsable de CAME.
“El comerciante necesita vender, pero ajusta precios para garantizarse poder reponer. En general el minorista depende de la caja día a día. En lo que tenemos problemas es con los proveedores que guardan la mercadería a ver qué pasa. Y algunos informan aumentos de precios, como en el caso de bicicletas y motos, pero todavía no están entregando”, dijo.
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