Suba de precios: los juninenses recortan gastos y la carne ya es casi un lujo
Trabajadores, padres y madres de familia, sufren el impacto de la inflación, pero no solo en el bolsillo sino también en el ánimo, signado por la angustia y la preocupación de quienes tienen que hacer malabares para comprar los alimentos básicos a diario.
Las cifras de la inflación que se conocieron el martes, de 5,1%, impactaron fuertemente y ya se reconoció como la más alta registrada en los últimos treinta años. No obstante los datos duros, en el día a día de muchos juninenses, trabajadores, padres y madres de familias el impacto de la suba de precios se viene sintiendo desde hace tiempo, pero no solo en el bolsillo sino también en el ánimo, signados por la angustia y la preocupación de quienes tienen que hacer malabares para comprar alimentos a diario y donde incluso, llegar a fin de mes, ya no es siquiera un intento.
Democracia realizó un sondeo donde los vecinos aseguraron que la carne es uno de los alimentos que menos consume y según señalaron, buscan segundas marcas y ofertas a diario.
“Está todo muy complicado”
Atrás quedaron las grandes compras mensuales, al menos para muchas familias trabajadoras que hoy se ven obligadas a reducir los gastos para hacer frente a una suba de precios constante y que no da respiro. Además de la preocupación, muchos de los consumidores expresaron su angustia y aseguran que “no se ve una salida”.
Miriam Forsiniti (52) es empleada, vecina del barrio Los Almendros y aseguró que dejó de comprar muchas cosas por el alto precio de los productos.
“Lo que más ha aumentado es la carne, la leche, el pan. Está todo muy complicado. Hay cosas que dejé de comprar”, aseguró. “La carne vacuna es una cosa que se come una vez por semana porque no dan los sueldos. El café antes se consumía, hoy se busca otra marca, o directamente no se consume. Se va reduciendo todo y la gente busca las ofertas”, aseguró con la preocupación de trabajar de lunes a sábado pero sin ver los beneficios de ese esfuerzo.
“Tengo dos hijos de 18 y 21, los tres trabajamos. Y aun así se complica todo. Pienso que esto va cada vez peor. Se pelean entre ellos pero para el pueblo no hacen nada. Más trabajás, menos te alcanza”, se lamentó.
Por su parte, Marisa, vecina de Villa del Parque, reconoció que ya no compra carne y trata de buscar las ofertas ya que son muchos de familia. “Dejé de comprar carne. Tengo hijos y nietos. Somos muchos. No se come carne y las verduras son las que cosecho yo, porque hago quinta. Ya no hay nada de golosinas, huevos casi nada porque también están caros. Hoy es solo lo justo y necesario”, aseguró.
“Hay que cuidarse mucho en los gastos”
Encarnación es jubilada, del barrio Almirante Brown y percibe la mínima, por lo que se vio obligada a restringir muchos gastos en su hogar.
“Recorté muchos gastos, soy jubilada de la mínima, y me ayuda mi hija. Si no fuera por ella no se qué haría”, reflexionó. “Dejé de comprar carne. Yo se amasar y me arreglo con lo más económico”, destacó. A su vez, en cuanto a los gastos de farmacia aseguró que “los medicamentos, algunos son gratis pero hay diferencia, no es tan así”.
Por su parte, Gustavo Russo (50), chofer de colectivo y vecino de Los Toldos, reconoció que se ajustó mucho en los gastos familiares. “Hay que recortar en todo. Cuidarse en muchos gastos. Comer, hay que comer igual pero compro mucho menos carne, una vez y que rinda”, resaltó. “Se trata de buscar precios, las ofertas. Hoy elijo más el pollo”, señaló como una opción. “Esto repercute mucho y no hay miras de que mejore. Está cada vez peor”, lamentó.
Silvana (43) es ama de casa, del barrio Las Morochas y destacó: “En mi casa se compra carne una vez por semana. Los domingos, a veces, pero no siempre”. Además, aseguró: “Busco ofertas o segundas marcas porque las de primera son imposibles”.
Madre de dos hijas, los gastos escolares y de indumentaria, suman a la difícil actualidad económica: “No creo que esta situación pueda mejorar, por cómo estamos”, remarcó.
Jorgelina Delgado, (50), vecina de Villa del Parque, aseguró que para ella, la situación también es muy complicada. “La verdad que trabajo por hora, y es muy difícil. Busco precios, ofertas, precios cuidados, pero hoy compro poca carne y poca verdura”, señaló.
Las cifras
La inflación de mayo fue de 5,1%, es decir que en 12 meses llegó a 60,7%, la más alta en 30 años. A su vez, los alimentos registraron subas de 4,4% y en doce meses acumulan aumentos de 64,2%.
Los aumentos que más impactan son los de los alimentos, indumentaria, transporte y salud, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De esta forma en los primeros cinco meses del año el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló un avance de 29,3%, mientras que en un año subió 60,7%. Por su parte, el Ministerio de Economía hizo hincapié en que se produjo “una desaceleración” por segundo mes consecutivo luego de las fuertes subas de 6,7% en marzo y 6% en abril.
Por los aumentos en las cuotas de la medicina prepaga y en medicamentos el rubro “Salud” fue el que más golpeó el bolsillo de los argentinos, con un avance mensual de 6,2%. En cinco meses este sector subió sus precios en 28% y en un año en 60,7%, “empatando” al promedio general.
Un incremento de similar magnitud registró el “transporte” se encareció 6,1%, por efecto del aumento de los combustibles y los pasajes. Tal como viene sucediendo en los últimos meses, la indumentaria continúa sin freno en su escalada alcista. En lo que va de 2022 aumentaron 36,4% y en comparación con mayo del año pasado un 79,6%. Cuando observamos esta variación, los precios de la ropa y el calzado exhiben incrementos de casi 20 puntos por encima del IPC general.
Por su parte, los gastos en alquiler y servicios para la vivienda estuvieron por debajo del promedio general con un alza de 3,6% en el mes debido a que aún no impactó el ajuste tarifario que se computará desde junio. Por la misma razón, en cinco meses el incremento fue de 22% y en un año de 41,8%.
Por encima de la inflación
Los precios de los alimentos y bebidas continuaron aumentando en mayo más que el nivel general del costo de vida, y acumulan una suba del 33,7% en el año y del 64,2% en los últimos doce meses. En ambos casos se ubican por encima del 29,3% del aumento de los precios minoristas desde diciembre y del 60,7% interanual.
En mayo el aumento del 4,4% en los alimentos mostró por primera vez, después de cuatro meses, un nivel inferior al general mensual, y mostró una importante desaceleración del récord del 8,6% de febrero pasado. Si bien muestran una desaceleración desde el 5,2% mensual de diciembre último, los alimentos siguen siendo el rubro de mayor incidencia en el nivel general y en el quinto mes del año fue el indicador de mayor impacto en todas las regiones, según lo informó el Indec. El 4,4% de aumento de mayo se repitió en las regiones del Gran Buenos Aires y la Pampeana, pero trepó al 5,1% en la del Noreste y 4,6% en la Patagonia, mientras que la región de Cuyo, tuvo el registro más bajo con un 4,0%.
Cebolla, azúcar, carnes y lácteos, los que más subieron
La cebolla, con un aumento del 17,7%, lideró el aumento de precios de los alimentos de mayo, seguido por el azúcar con un 11,9%, carnes y lácteos, leche en polvo e infusiones, según las variaciones que difundió el INDEC. De acuerdo con el listado del organismo las hamburguesas congeladas y la leche en polvo subieron su precio un 11,4%, el vino común 8,0%, el café molido 6,7% y la yerba un 7,3%.
Entre las carnes, sector con el cual el gobierno mantiene un acuerdo de precios regulados para cortes populares, la carne picada aumentó un 8,2%, el cuadril 7,4%, la paleta un 6,6 y el asado un 5,5%, mientras que el kilo de pollo aumentó un 8,3% y la merluza bajó un 0,9%. Pese a los fideicomisos implementados por el gobierno para contener los precios, la harina de trigo aumentó un 10,5%, los fideos un 7,1$ y el aceite de girasol un 5,4% y el pan francés 2.2%.
Entre los lácteos, la leche en sachet subió su precio en un 7,0% y la manteca un 8%, y entre los quesos el cremoso registró un alza del 5,0%, pategrás 8,4% y el sardo 6,7%.´ En mayo bajó el costo de las frutas y las verduras, evitando su impacto en el nivel general. Los retrocesos fueron encabezados por el limón cuyo precio bajó un 17,7%, seguido por el tomate 6,2%, lechuga 4,3%, naranja 3,3%, zapallo 1,2% y subieron los de la cebolla 17,7% banana 4,5%, papa 4,5% y el tomate en conserva 2,3%.
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